Sculpteurs

Muñoz Lara, Miguel

Escultor nacido en Málaga el 31 de diciembre de 1938.

Se vincula al País Vasco estableciéndose en Lekeitio (Bizkaia) en 1956-57 al obtener el primer premio del Museo de Reproducciones y se consolida con otros premios y distinciones obtenidos entre 1958 y 1977. Destacan las medallas de plata del certamen Arte Sport 74 y 76. Ha realizado diversas exposiciones en Lekeitio, Hondarribia, Irún, Gasteiz, Iruña, Gernika, Bilbao y otros lugares del País. De entre sus obras destacan Cosiendo redes, Maternidad, Pastor, Consejos, Levantador de piedra y Cesta a punta. Angel Marrodán (Bilbao, 1974), lo ve así:

"Miguel Muñoz hace una escultura simplificada, de tipo clásico en concepción y estilo, movida por resortes impresionistas. Escultor de inspiración popular, se percibe en Muñoz una cohesionada evolución hacia formas expresivas que estilizan la línea y simplifican los volúmenes, que superan el purismo del quehacer académico clásico de ultranza con la evidente preocupación dinámica ejercida sobre sus primeros pasos artísticos".

Xabier Sáenz de Gorbea (Bilbao, 1974):

"En sus primeras etapas, tras sólida formación, era su primera preocupación un mimetismo hasta el último detalle para equiparar modelo a obra. Partía de una preparación "clásica". Se puede decir que la primera etapa, la llamada retórica y clásica, es mediterranista y sensorial (retratos, bustos, composiciones), fruto de un primario impulso donde la ilusión y aprendizaje se une a la facilidad y maneras que apuntaba. Esta obra la realiza preferentemente en Málaga y sus primeros años de Artes y Oficios en Bilbao". Su segunda etapa, la de evolución y enraizamiento en nuestro aquí, se desenvuelve una vez adentrado en nuestro ambiente, esencialmente en Lekeitio. Su fundamento principal es plasmar la vida vasca: el trabajo del hombre (marinos, pastores), manifestaciones deportivas (levantamientos de piedra) o folklóricas (triki-trixas, txistularis). La manera como afronta esta parcela de la realidad es exaltando la potencia y vitalidad en el ritmo y la acción con deformaciones de cuño similar al dibujo pictórico de Aurelio Arteta. En esta segunda etapa ha tenido importancia la mano de su mujer, la cual sigue, al igual que su hija mayor, la brecha abierta del arte. Con maneras propias y personales y no siendo mero remedo mimético del padre de la dinastía. En la tercera parte de su evolución ha tenido gran importancia, como ya he indicado, el concepto. Y sus piezas son partes de una realidad deformada, llegando incluso a modulaciones de simple movimiento y ritmo. Esta etapa está en gestación por lo que aún no se puede hablar bien de sus alcances, pero son en sí una vía abierta, un reto que Muñoz, inquieto, acepta".