Poètes

Múgica Celaya, Rafael

En 1936, fecha en la que Lorca visita San Sebastián, para dar una conferencia organizada por el Ateneo Guipuzcoano, habían aparecido dos libros que suponen dos concepciones opuestas en lo ideológico, aunque coincidentes en su formalismo poético: Miguel Hernández publica El rayo que no cesa y Luis Rosales, Abril, que era todo formalismo. Celaya queda sorprendido por lo que le dice Lorca a propósito de su libro Marea del silencio (1935): "Lo que yo he señalado de tu libro a Neruda y Alberti es la preocupación por la forma. Es muy importante. Atravesamos momentos difíciles. Ese abandonarse sin orden ni medida (creo que se refiere a la escuela que empieza a rodear a Neruda) es muy peligroso. Yo, ahora -sigue- estoy escribiendo un libro de sonetos. Es necesario volver a esto. Me agrada por eso en tu libro la preocupación que en cada poema se advierte de construcción. Lo que tú practicas no es precisamente un clasicismo a ultranza. La gente no advertirá por eso tu preocupación por la forma. No se dan cuenta que el versículo que tú empleas no es una innovación, sino la más clásica de las fórmulas".