Concept

Minería. Barrenadores

La generalización de la extracción del mineral de hierro a cielo abierto, a partir de fines del siglo XIX, supuso un cambio muy importante. Los trabajadores iniciaban la tarea retirando la capa superficial de tierra vegetal, así como la arcilla que recubría el mineral, para arrancarlo por medio de explosivos que se introducían en largos orificios abiertos en la veta.

Esta labor la efectuaban los barrenadores, profesionales que hasta finales del siglo XIX, efectuaban estos agujeros o barrenos, a mano, "maniobra", utilizando una larga palanca, la "barrena". El trabajador la cogía con sus dos manos y de pie, sobre la roca o frente a ella, iba golpeando siempre en el mismo punto, al mismo tiempo que entre golpe y golpe la iba girando. Para facilitar la labor y la salida del polvo de mineral formado, añadían agua y para evitar sus proyecciones con cada golpe, ataban a la barra un trapo o anillo de cuero. De esta forma iban perforando el barreno, que podía tener 3 ó 4 metros y hasta 5 de profundidad, utilizando en estos casos, herramientas de hasta 6,5 metros de longitud. El tiempo preciso para profundizar un metro oscilaba entre 1 y 4 horas, según el tipo de mineral.

Realizada esta labor, introducían hasta el fondo medio cartucho de explosivo, y lo hacían explosionar, para seguidamente meter un cartucho entero y volver a explotarlo, hasta conseguir al fondo del barreno, un ensanchamiento o cavidad, "el hornillo", que se llenaba de explosivo.

Realizados los hornillos y colocadas las cargas necesarias, se procedía a dar fuego a las mechas, lo que previamente se anunciaba con tres toques de corneta espaciados entre sí, dos minutos.

Las voladuras, "disparos", arrancaban del frente de trabajo entre 15 y 20 toneladas de mineral, quedando en muchos casos rocas de tamaño grande, que no podían ser manejadas a mano, por lo que era preciso reducir su volumen. Esta labor la efectuaban también los barrenadores, realizando en cada roca un orificio o barreno corto, de unos 70 centímetros de profundidad, que se efectuaba utilizando una palanca más corta o "pistolo", manejada por estos especialistas. Una vez logrado el orificio, se introducía un pequeño cartucho "taco", y se procedía a su voladura, con lo cual la roca quedaba desmenuzada.

Cuando se trataba de piedras menores, se adosaba a su superficie un pequeño cartucho recubierto de arcilla, lo que se llamaba "poner una catalana" haciéndola explotar. Se terminaba de desmenuzar el mineral golpeándolo a mano con mallos o mazas.

La recogida de mineral así arrancado, la efectuaban los cargadores o peones, quienes lo seleccionaban a mano en el suelo, lo recogían con raederas y cargaban en cestos de castaño, "cestillos", con unos 25 kilogramos de capacidad, transportándolos a mano hasta "las vagonas" o vagonetas, que transportaban entre 1,5 y 2 toneladas, y que se desplazaban sobre raíles.

Estos mineros trabajan en grupos de tres o más hombres y tenían asignado un trozo("tope") del frente de extracción.

Mientras los cargadores recogían y cargaban el mineral, los barrenadores terminaban de arrancar, con picos, las rocas que habían quedado en el frente, agrietadas pero no desprendidas, (escombrar), y perforaban nuevos barrenos.