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LECIÑANA DE LA OCA

Lugar del municipio de la Ribera Alta y de la cuadrilla de Álava-Araba. Está situado a los 42° 45' 30" y 0° 49' 25", al S. del término y SE. de la capital del municipio, a media ladera, a una altura de más de 500 m., a la derecha del río Zadorra.
Esta localidad se halla enclavada en una zona constituida, en parte, por terreno de calizas arenosas, margas y areniscas rojas, y, en parte, por terreno de areniscas, arenas y margas. Al SE. de la misma, en las riberas del río Zadorra, encontramos terreno aluvial.
Censos. 1802: 12 vecinos; 1960: 56 h.; 1970: 41; 1978: 41; 1981: 36.
1900: 32.
Castellano. Se desconoce la fecha en que se perdió el euskera. Sin embargo, tal desaparición debe situarse entre el s. IX y el s. XVI.
Iglesia parroquial de Santa Eulalia. Una espadaña de tres huecos sirve de campanario; la sacristía y el pórtico, ambos adosados al templo, son de reciente construcción; retablo central, de estilo neoclásico; elementos que se pueden destacar son: la pila bautismal, de línea románica, y una puerta del mismo estilo, no bien visible. Ermita desaparecida que estaba dedicada a San Pedro. Se conservan varias viviendas pegadas a la muralla que rodea el pueblo, posiblemente de finales del XV o comienzos del XVI, con elementos defensivos, saeteras, arcos conopiales y puertas elevadas.
Lugar de señorío en la hermandad de la Ribera. Componía uno de los 23 pueblos de la Ribera Alta. Se regía con el alcalde mayor, el alcalde ordinario, y la demás justicia común a dichos 23 pueblos (Ref. «D. G. H. R. A.», t. I, p. 426).
A comienzos del s. XX carecía de escuela pública. Su población escolar se desplazaba a la de Antezana.
Los carnavales se iniciaban con la petición infantil del jueves de Lardero. Por la mañana de este día los niños y las niñas se disfrazaban para tomar parte en la postulación, que la realizaban con un acordeón y una armónica. El «mozo mayor» podía ser cualquier soltero de Leciñana de la Oca. Se le nombraba en elección efectuada un día de fiesta y era el administrador de los ingresos y gastos de los carnavales. Los disfrazados y enmascarados recibían el nombre de «macarreros». El domingo por la mañana llevaban a cabo la cuestación consabida, las mozas y los mozos. A los «macarreros» les acompañaban los músicos con acordeón y guitarra. Después de comer organizaban un baile en la misma casa. Más tarde, los «macarreros» recorrían el pueblo, llevando en la mano una porra o un palo rematado en una bola de madera, todo de una pieza, y se entretenían asustando a los niños. El martes de carnaval por la tarde salían de nuevo los disfrazados, y a su presencia seguían la cena y el consabido baile [Ref. J. Garmendia Larrañaga: Carnaval en Alava, p. 69-70, San Sebastián 1982].
Nombres antiguos. Aparece como Licinganiella en doc. de 1025 citado en el «C. S. M. » del mismo año; Lecinaniela en doc. de 1257 citado en «revista de Archivos... » de los años 1907 a 1909; Leziniana en doc. de 1294 reproducido en el «Boletín de la Real Academia de la Historia» de octubre de 1883; Leciniana Oca en doc. de 1770 citado en p. 109 del t. I de «Historia civil de Alava» (1926) de Landázuri [Ref. G. L. G., «B. I. S. S.» 1969 p. 49].
Yacimiento pospaleolítico de La Llosa a solamente 1,2 km. del pueblo. En 1973 Juan Antonio de Madinabeitia había recogido en ese lugar un fragmento de molino amigdaloide y algunos fragmentos de cerámica. En 1976 se recogieron muchos materiales como raspadores, un perforador y varias piezas y raederas. Bibl. Vegas Aramburu, José Ignacio. Yacimiento pospaleolítico de «La Llosa». «Estudios de Arqueología Alavesa», t. IX.
Gutier vendió el año 935 a Diego, obispo de Valpuesta, una viña situada en Leciñana (sin que quepa precisar de cuál se trata), recibiendo a cambio cuatro bueyes y diversas prendas (A. H. N., Cartulario de Valpuesta A, fol. 110 r. y v.; Cartulario de Valpuesta B, fol. 9 v. - 10 r.). En el original se escribe Liciniana.
En 1800 estaba bajo la jurisdicción de la diócesis de Calahorra y de su vicaría de Miranda.