Villes

LARRABETZU

Tesoro de Lejarza. En el monte Lejarza, término de Larrabetzu, fueron halladas en 1777, por el dueño del caserío Zugasti, 126 monedas ibéricas de la época romana, hoy en paradero desconocido aunque la mayor parte de las mismas fue enviada, en su día, a la Real Academia de la Historia (Col. Abad y Lasierra, vol. II).

Fundación. Se encontraba en el itinerario de los peregrinos de Santiago que hacían el recorrido de Guernica a Bilbao siguiendo la Ruta Compostelana de la Costa. Su vieja parroquia dedicada a San Emeterio y Celedonio lleva tradición de haber sido fundada en el s. IX por los labradores censuarios de los señores de Vizcaya y es una de las iglesias juraderas de Vizcaya. La villa fue murada y dotada de carta de fundación por el señor de Vizcaya, Juan I de Castilla, el día 1 de agosto de 1376. Esta medida fue llevada a cabo para proteger a la población de la acción destructiva de las luchas de bandos. Su nombre originario fue Barresonaga. La carta fue confirmada por diversos monarcas, entre los cuales Isabel I de Castilla, señora de Vizcaya. Su texto es el siguiente: "Y do por términos a la dicha villa que se ha de hacer en Larrabezúa que llaman la villa nueva de Burresonaga, estos términos que se siguen: Desde Ansparozaga á Garaitaondo y de Garaitaondo, á la iglesia de Santa Cruz de Bizcargui hasta la ferrería de Morga, y por Arechabalagana, á la iglesia de Achispe, y dende á Ufunburo, y dende hasta Santa Marina de Ganguren y por cima de Elgueras hasta Oparanzarra, con todos los montes, etc. Y que la cerca de la dicha villa que se extienda y sea tamaña según que la ordenaren Ochoa Ruiz de Echeaga y Pero Ibáñez de Zugasti y Martín Iñiguez de Zugazti y Juan Pérez de Amarica y Martín Ibáñez de Ugalde; y otros hombres buenos".

Luchas de bandos. Familias infanzonas antiguas de su término son: Adán, Gaztelu, Zugasti, Zubieta, Sairia y las de las torres de Basáraz y Goicolea. En su término tuvieron lugar diversas luchas de bandos. A comienzo del s. XV (1412-1416) pelearon los bandos de Zugasti y Lezama. Mueren Diego de Lezama, Martín de Bardaras, Rodrigo Espiga, Rodrigo de Aguirre y Martín de Aranguren. El año 1420, según refiere Lope García de Salazar, se registró una guerra entre los linajes de Lezama y Zugasti, en la cual los Zugasti dieron muerte a Diego Zigor de Lezama en esta localidad de Larrabezúa. Así mismo Pedro de Lezama, hijo bastardo de Femando de Lezama, a Rodrigo de Aguirre y a Fortuno de Zugasti junto con sus hijos. En dicha ocasión y en el mismo lugar fue herido el hijo del arcipreste de la localidad, y habiendo conseguido valerse por sus propios pies llegó como pudo a una casa y herido ya de muerte se echaba en cama en el instante en que llegaban sus enemigos. Lo levantaron y le cortaron la cabeza con un hacha en el umbral mismo. El año 1443 Larrabezúa fue escenario de una batalla entre los Avendaño y Gómez González de Butrón, en la que Pedro de Avendaño fue muerto al quedarse en la retaguardia. El mismo año llegaba González de Butrón con sus hombres quemando y devastando casas tanto en la localidad como en poblaciones vecinas, según leemos en las Bienandanzas de Lope García Salazar. El año 1443 es esta localidad nuevo escenario de luchas banderizas, esta vez entre Pedro de Avendaño y Gomes Gonzales de Butrón. En esta circunstancia cayó muerto Avendaño, hermano de Pedro de Avendaño. El año 1447, se lee en las Bienandanzas de Salazar, que entró Pedro de Avendaño con todas sus fuerzas en dicha villa cercando la casa del alcalde de Zugasti, situada a la salida de la villa, con Persival dentro y el mismo alcalde. Se les permitió salir salvos y con todo lo suyo, después de lo cual la incendió y derribó, muriendo en el combate que tuvo lugar en dicha ocasión varios hombres. Pero no guardó su palabra, pues una vez que salieron todos de la casa hizo presos a los dichos Persival y alcalde.

Contrafuero evitado. En 1512, Doña Juana había pedido que se verificase en Vizcaya un repartimiento de gente, de la cual quería servirse. A tal fin, el corregidor mandó que la junta general se celebrase en Larrabezúa. Esto iba en contra de la costumbre y en perjuicio de la libertad del país. Ante tal hecho, el bachiller Brisciano se quejó a su alteza exponiendo que "seyendo como es costumbre antigua de tipo inmemorial a esta parte que todas las juntas que han de facerse" en el Señorío para "rescibir A los·corregidores como para otras (cosas) que ovieren de facerse e se hicieren, se faga so el arbol de Guernica E no en otra parte alguna". Doña Juana, por provisión de 29 de abril de 1512, manda que las juntas se celebren "so el dho arbol de Guernica, sin hacer novedad alguna". Por razones de esta mísma índole se dieron posteriormente otras provisiones, siendo la última la de 1605. [E. J. L.: "H. G. S. B.", t. IV, p. 49-50].

Voto indistinto. A comienzos del s. XVII, en las elecciones del personal del regimiento general del Señorío de Vizcaya, Larrabezúa votaba en algunas ocasiones por la parcialidad oñacina y en otras por el bando gamboíno.

Guerras del siglo XVII. El 17 de abril del año 1624, la Junta general del Señorío de Vizcaya, ante el peligro de un ataque de naves holandesas, decidió fortificar las costas y puertos del Señorío y nombrar capitanes en las anteiglesias y villas. Fue nombrado capitán de la anteiglesia de Larrabezúa, así como de la anteiglesia y villa de Munguía, Larrauri, Gámiz, Laucáriz y Fica, don Pedro de Villela, caballero de Santiago y señor del solar de su apellido. Estos nombramientos dieron lugar a un pleito entre las villas y el Señorío, revocando el rey Felipe IV en noviembre del mismo año los nombramientos. De un repartimiento efectuado en el año 1630 con el fin de recaudar fondos con destino a la fabricación de dos galeones que el rey Felipe IV había solicitado al Señorío de Vizcaya, se desprende que la villa de Larrabezúa contaba en el citado año con 41 hogueras. En el año 1637 el Señorío de Vizcaya decidió proceder a la formación de un tercio propio de mil hombres con destino a la guerra que en esta época enfrentaba a Francia y España. El Señorío levantó este tercio como contestación a una petición de tropas formulada por el rey Felipe IV. Se procedió para reunir hombres a un repartimiento de soldados entre todas las localidades vizcaínas, contribuyendo Larrabezúa con siete hombres. [E. J. L.: "H. G. S. B.", t. V, p. 261]. Las gentes armadas de la villa y anteiglesia de Larrabezúa debían acudir en socorro de Bermeo en el caso de una agresión de naves francesas, según acordó el Señorío de Vizcaya en 20 de abril del año 1639, entre otras medidas preventivas ante el posible ataque que finalmente no se había de producir. [E. J. L.: "H. G. S. B.", t. V, p. 281].

En el siglo XVIII. En el año 1704 Larrabezúa contaba con noventa hogueras, según se desprende de un fogueramiento efectuado en todo Vizcaya en el citado año. El fogueramiento fue decretado por la Junta general del Señorío con fecha 28 de junio, a fin de poder hacer los repartimientos de los gastos generales del Señorío. [E. J. L.: "H. G. S. B.", t. VI, p. 26]. En 1762, la comisión encargada del estudio del número de escribanos reales necesarios en el Señorío determinó que esta villa quedase sin nombramiento de escribano real.

Guerra de la Convención. El 21 de agosto de 1794, los soldados de Larrabezúa salen a defender la frontera de Vizcaya con Guipúzcoa.

Siglo XIX. En las Juntas generales de Guernica, celebradas en el mes de julio de 1800, se dispuso que esta villa no tuviese escribano real que no fuese numerado de la misma, ya que con los numerales le era suficiente. [E. J. L.: "H. G. S. B.", t. VI, p. 706-707]. El 29 de diciembre de 1830 se produjo un incendio en Larrabezúa, el cual arruinó 24 edificios de la villa. [E. J. L.: "H. G. S. B.", t. VIII, p. 126]. Elecciones en el s. XIX.