Concept

La Escuela de Artes y Oficios de San Sebastián

Para el estudio de esta escuela hemos establecido tres etapas en su evolución, de conformidad con algunas características comunes y debido a los cambios que se produjeron sobre todo en los planes de estudio y también en algunos aspectos organizativos de la escuela. Estas son las etapas marcadas:

  • Primera etapa (1880-1885).

En esta etapa se configuran los estudios básicos sin un marcado perfil profesional, aunque el currículum está estructurado en cinco cursos, pero sin secciones. Las asignaturas de Aritmética completa y Dibujo en sus diversas modalidades son las que alcanzan mayor número de inscripciones, que justamente corresponden al primer curso. La evolución del alumnado oscilaría entre los 158 del primer año y los 269 del curso 1885-86, según los datos recogidos de las diferentes memorias de final de curso, que hacen mención al número de inscripciones por asignatura. En general los alumnos se inscribían a dos asignaturas por curso. Las alumnas, que desde el segundo año de funcionamiento de la escuela asistían a una "sección de señoritas", registraban una matrícula que oscilaba entre las 26 en el primer año y las 56 en el curso 1884-85, cursando asignaturas de Dibujo de figura y de adorno.

  • Segunda Etapa (1886-1908).

Se trata de una etapa en la que se estructuran las enseñanzas en tres secciones claramente diferenciadas: la industrial, la artística y la comercial, reformándose tanto el Reglamento del centro como el currículum. La evolución del alumnado masculino oscilaba entre los 245 del curso 1888-89 y los 578 del curso 1906-07. La clasificación de los alumnos por secciones arroja los siguientes porcentajes 45,5%, 35,5% y 19% en la industrial, artística y comercial respectivamente. La evolución de la matrícula femenina oscilaría entre las 63 del curso 1888-89 y las 153 del 1899-1900. En la reforma de los planes de estudio de 1896 se establecerían unas "enseñanzas generales" (tres cursos) y de "aplicación" (dos cursos), con las especialidades de maquinista, electricista y constructor en la sección industrial, con una amplia oferta de asignaturas en todas las secciones, siendo las asignaturas básicas de los primeros cursos las que obtienen u mayor número de inscripciones.

  • Tercera Etapa (1909-1930).

En esta etapa, la Escuela se trasladó a un edificio expresamente concebido para dar cabida a la escuela, situado en el edifico contiguo al Instituto de Segunda Enseñanza (la actual sede de Correos) y finaliza con las nuevas disposiciones gubernamentales relativas a las enseñanzas profesionales, durante la Dictadura de Primo de Rivera. La evolución del alumnado oscilara entre los 558 alumnos del curso 1910-11 a los 967 en el curso 1923-24, donde la sección industrial representa el 51% del total, la comercial el 31% y la artística el 18%. En la sección de señoritas el número de alumnas oscilará de las 133 en el curso 1909-10 a las 279 en el 1924-25. El cambio producido en el currículo abarcará a una serie de especialidades en la sección industrial: mecánicos, electricistas, químicos y constructores, mientras que en la sección de señoritas se establecerá la sección comercial y la artística.

A lo largo de todas las etapas se aprecia una adecuación de la oferta profesional de la escuela a las necesidades locales, con la inclusión de oficios que resultaban emergentes en ese momento, como mecánicos de coches, o mecanografía para las mujeres. Así pues, la división de las etapas, obedece a los cambios curriculares, pues nos permite observar la evolución y la flexibilidad de la oferta, en función de las necesidades de la formación profesional y de la adecuación a las nuevas necesidades sociales que demanda la ciudad. No en vano, este centro tendrá una permanente dependencia del Ayuntamiento, que será en la mayoría de las ocasiones, el promotor de los cambios tanto en la organización de la escuela como en las enseñanzas que impartía. Estas etapas ofrecen cierta similitud con las establecidas para la Escuela de Bilbao, si exceptuamos la creación de la Escuela de Capataces y la ausencia de estudios mercantiles en esta última ciudad. Se aprecia por lo tanto un progresivo afianzamiento de los planes de estudio, así como el aumento progresivo de los alumnos y alumnas. También se observa en cada una de las etapas la estabilidad y evolución de la matrícula, así como la mayor asistencia de las alumnas a la Escuela, como se reseña en todas las memorias de esta escuela y del resto de las existentes en Gipuzkoa. Hay que tener presente que la oferta de formación educativa y profesional, después de terminar la enseñanza primaria, era muy escasa para el caso de las chicas que, a los doce años a partir de la reforma de 1901 y después de terminar la escolarización obligatoria, tenían muy limitado el acceso a la enseñanza secundaria y menos a la universitaria. Con lo cual la oferta se limitaba a su formación como maestras en la escuela de formación del magisterio o la asistencia a este tipo de escuela, para una formación profesional.