Sculpture

Kurutziaga

Célebre monumento durangués de finales del siglo XV de la escuela gótica tardía. Se trata de una cruz de 4,30 mts. de altura, de configuración octogonal y labrada en piedra arenisca.

La Cruz siempre ha estado ubicada en el arrabal de su nombre; antiguamente junto a la ermita de la Vera Cruz y actualmente en medio de un jardín.

El fuste de la cruz es facetado y recorrido anularmente por una serpiente de rostro femenino. Corona el mismo un tambor con figuras de los apóstoles y la cruz propiamente dicha con bulto de anverso y reverso de abigarrada construcción en la que amén los protagonistas de la crucifixión aparecen ángeles, la luna, el sol, una Andra Mari, las santas Bárbara y Catalina, obispos, etc., todo ello de una abarrotada elegancia y un simbolismo oscuro y enigmático. Se la ha solido parangonar (Giese) con las bellísimas cruces bretonas de Guimiliau, Saint-Thégonnec y Plougastel. Pese a hallarse en la intemperie y a haber soportado el atentado por explosivo de 1980, su estado de conservación es notable. Está declarada monumento nacional considerándosela una de las mejores cruces en su género de Europa.