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Pla Pla, Kalaka

Se trata de uno de los tantos juguetes sonoros que han utilizado los niños del entorno rural, y agrícola. Este instrumento de percusión, del tipo de las cañas y tablillas se hace con un palo de maíz cortado después de haberse recogido el fruto. A éste se le practican unos cortes longitudinales desde un extremo hasta el centro y, tomándolo por la otra parte que hace de mango, se sacude de tal manera que las láminas entrechoquen produciendo el sonido.

En el trabajo sobre instrumentos populares vascos publicado por el P. Donostia se dice que kaskabeleta es un tallo de maíz con tres hendiduras y que las láminas o tablillas suenan al entrechocar agitando el tallo. "En algunos lugares de Navarra es de dos hendiduras y se llama kalaka. Para que suenen más se procura que el tallo de maíz no esté seco sino algo verde. Lo hacen los chicos" (Donostia, 1983).

En Antzuola el tallo de maíz se secciona por la mitad, dejando una parte entera, que será el mango y otra abierta en dos, éstas al sacudir la kaskabeleta del mismo modo que se hace con la kalaka, se golpean entre ellas produciendo el sonido.

Los niños de Lekeitio también jugaban con estos instrumentos hechos con los tallos del maíz a los que daban el nombre onomatopéyico pla pla. Practicándole al tallo de maíz uno o dos cortes estas kaskabeletas de Lekeitio eran de dos y tres láminas.

Individualmente, o en grupo, con estas kaskabeletas se pueden interpretar diferentes juegos y fraseos rítmicos tanto para el juego como para acompañar los cantos y las danzas.