Monarchie et Noblesse

Juana III de Navarra

El monarca francés Francisco I y el emperador Carlos V, que se encontraban enfrentados entre sí por la hegemonía europea, presentaron cada uno su propio candidato para contraer matrimonio con Juana, siendo ésta aún una niña; el rey francés pretendía que Juana contrajese matrimonio con Guillaume, duque de Clèves, y el emperador Carlos con su hijo el príncipe Felipe, futuro Felipe II. Los padres de Juana, Enrique y Margarita, apoyaban a este último pretendiente; Felipe era de mayor ascendencia y además, por medio de este matrimonio podría zanjarse el contencioso navarro. Finalmente Francisco I consiguió que se formalizase el matrimonio con el duque de Clèves, y el enlace se celebró, con protesta escrita de Juana, cuando ésta tenía doce años.

Por otra parte, Enrique II continuó con las gestiones para casar a su hija con Felipe, entonces viudo de su prima de María de Portugal. Este propósito se acentuó cuando Juana obtuvo la nulidad de su matrimonio el 12 de octubre de 1545, nulidad otorgada por el papa Pablo III. El emperador Carlos V también era favorable a este matrimonio, pues consideraba que el enlace podía ayudar a finalizar las controversias por la anexión de Navarra a Castilla por parte de su abuelo Fernando.

La muerte de Francisco I en 1547 despejaba el camino para las negociaciones entre los reyes de Navarra y el emperador, si bien, el sucesor en el trono del monarca francés, Enrique II, también tenía proyectos para casar a Juana. Pese a las relaciones diplomáticas que desplegaron Margarita y Enrique, éstos no lograron impedir que el nuevo rey de Francia impusiera a Juana un nuevo pretendiente y el año 1548 Juana contraía matrimonio en Moulins con Antonio de Borbón, duque de Vendôme. Además de su ducado este esposo aportaba el condado de Marle, La Fére y Soissons. Con el enlace de estas familias, las flores de lis de los borbones se insertaron en el escudo de Navarra y a través de él llegarían a incluirse en el escudo de Francia y posteriormente en el de España.

El año 1551 tienen a su primer hijo, Enrique, el cual murió a los dos años. Durante su segundo embarazo, Enrique de Navarra instó a su hija a que acudiese a Pau a dar a luz, y en 1553 nació en esta ciudad el futuro rey de Navarra y Francia, Enrique.