Villes

Iltzarbe

El casco urbano se dispone en pendiente, con una única calle que culmina en alto con la iglesia. Entre sus casas no se aprecian trazas visibles ni identificables del palacio de cabo de armería de Ilzarbe, que figura en el Libro de Armería del Reino de Navarra. A la entrada del pueblo podemos ver un caserón de planta cuadrada y tres alturas, con tejado en pabellón. Los muros reciben un tratamiento clásico, con enlucido blanco que exceptúa un zócalo bajo, así como las cadenas de sillar de esquinas de los paños y enmarques de los vanos. En planta baja se abre por un arco de medio punto más dos ventanas, la planta noble con balcón central y dos ventanas, y el ático con tres tragaluces. Al otro lado de la calle se adosan dos casas, adaptadas al desnivel de la calle. Una de ellas, la situada en un plano superior, tiene planta en "L" y dos alturas, más tejado sustentado por viguería vistosa. Los muros son de sillería, las ventanas rectas, y se abre por un portalón de medio punto. En alto puede verse un escudo barroco muy simple, con yelmo por timbre y leones tenantes. Una inscripción reza: ESTAS ARMAS SON/ DE ANTONIO HERI/ CE Y DE SUS DES/ CENDIENTES 1711.

Sigue una casita de menores pretensiones, con planta alargada y dos alturas más ático. Los muros son de mampostería, sin revoque a día de hoy, y las ventanas rectas, siendo el acceso un arco rebajado. Por una callecita lateral se llega a la casa "Iturrikoa", llamada así por la proximidad de una fuente, y que se encuentra algo apartada del casco urbano. Se trata de un recio caserón de planta cuadrada muy desarrollada y con tres alturas, bajo tejado a cuatro vertientes que se proyecta con pronunciado alero. Los muros van enlucidos, con las sabidas excepciones, y los huecos son escasos y de reducido tamaño, denunciando la inexistencia de reformas. La puerta es de medio punto y las ventanas rectas. Cerca se encuentra el lavadero público, con pila cuadrangular y tejadillo a doble vertiente.

Volviendo a la calle principal vemos dos casitas adosadas muy sencillas, abriéndose una por arco rebajado y otra con un portalón adintelado. Sigue una casa exenta de planta cuadrada y tres alturas, con tejado en pabellón. Los muros van enlucidos, con cadenas de sillar que afectan a zócalo, esquinas, enmarques y un paño triangular en el que se abre la puerta. En una callecita adyacente y frente a la iglesia vemos otras dos casas que repiten características formales ya reseñadas.

  • Ermitas

Pérez Ollo cita las ermitas de San Andrés y San Miguel, que hoy en día se encuentran perdidas. A propósito de la primera de ellas, sabemos que el obispo visitador Igual de Soria la inspeccionó en 1797, mandando reparar la imagen de San Andrés, y ordenando que entre tanto no se celebraran allí actos religiosos. La ermita de San Miguel desapareció al ampliar el cementerio, al que se adosaba.

  • Parroquia de San Esteban

Se trata de un templo medieval en origen, aunque con una ampliación efectuada en el siglo XIX, que alteró su fisonomía de manera definitiva. La planta es de una única nave, dividida en dos partes bien diferenciadas. Los dos primeros tramos, más pequeños y estrechos, se corresponden con la primitiva fábrica de hacia el año 1200. Siguen dos tramos más, de longitud diferente y sensiblemente más anchos, de los cuales el segundo actúa como cabecera, rematada en testero recto. El acceso se practica desde el lado de la Epístola, a la altura del tercer tramo, abierto por tanto en la zona ampliada, y cobijada por un pórtico. En el muro de enfrente se adosa un volumen para alojamiento de la escalera intramural de acceso a la torre y al coro. En cuanto a la sacristía, se trata de una estancia rectangular adosada a la cabecera como prolongación de la misma.

Los muros son de sillarejo menudo en la parte medieval, que evoluciona a un sillar mayor y mejor escuadrado en la parta correspondiente a la ampliación del XIX. Al interior presentan una decoración pictórica que imita el despiece de sillares isódomos, así como arquerías, y símbolos de la Pasión y de la Eucaristía. Para dar luz al interior se practicaron dos ventanas, a modo de lunetos, en el muro de la Epístola. A los pies de la nave se levanta un coro moderno, sobre arco de embocadura escarzano.

Los tramos medievales se cubren mediante dos tramos de bóveda de cañón apuntada, articulados mediante arcos fajones del mismo perfil. La ampliación decimonónica presenta una bóveda de cañón, al igual que la sacristía.

Al exterior podemos ver la torre medieval que, siguiendo los parámetros de las iglesias medievales del entorno rural navarro, se levanta sobre el primer tramo de la nave. Su fuste es corto y macizo, con los huecos en alto para las campanas. Un pórtico adosado al lado meridional se abre mediante dos arcos de medio punto de luz desigual, más un tercer arco en un lateral. En cuanto a la puerta propiamente dicha, se trata de un simple arco rebajado, de sabor civil.

El presbiterio va ocupado por un retablo tardobarroco, de mediados del siglo XVIII, bajo la advocación de San Esteban. La traza consta de banco, un único cuerpo más ático curvo entre pinjantes. Toda la mazonería va invadida por una decoración barroca a base de hojarasca. En cuanto a la iconografía, es contemporánea de la arquitectura, y representa en el cuerpo a San José, San Esteban y San Francisco Javier, mientras que en el ático figuran un santo obispo, San Lorenzo y un Calvario, en el que el Crucificado parece proceder del reaprovechamiento de una pieza romanista del XVII. A la misma centuria pertenece el sagrario. Cerca de este retablo mayor se encuentra una pila bautismal medieval, con fuste corto cilíndrico y copa semiesférica lisa.

En el lado de la Epístola y junto a la puerta de acceso, encontramos una pila aguabenditera del XVI, con fuste estriado y pila gallonada semiesférica. En la sacristía podemos ver un Crucificado barroco, de estilo popular y datable dentro del siglo XVII, así como diversas piezas de platería.

  • CARO BAROJA, J. La casa en Navarra, Pamplona, vol. II, C.A.N. 1982, pp. 515-516.
  • GARCÍA GAÍNZA, M.C. (et. alt.): Catálogo Monumental de Navarra, vol. V**, Merindad de Pamplona, Imoz-Zugarramurdi Pamplona, Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1996, pp. 479-482.
  • PÉREZ OLLO, Fernando: Ermitas de Navarra, Pamplona, C.A.N., 1983, pp. 120.
  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. alt.): Navarra, guía y mapa, Estella, C.A.N. 1983, pp. 220.
  • MENÉNDEZ PIDAL, Faustino; MARTINENA, Juan José: Libro de Armería del Reino de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2001, nº 247.

JAS 2009