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Al analizar los primeros pasos de la Ikastola de Zestoa, debemos tener en cuenta el grupo que intentó dinamizar la cultura vasca durante la década de los 60. Dicho grupo, con la ayuda del Ayuntamiento, organizó las Fiestas Euskaras en 1963 y en años posteriores. Dichas fiestas fueron suspendidas tomando como excuse la defensa que se hizo de la Ikurriña; al parecer, a pesar de estar ilegalizada alguien la izó en la plaza y aquello no fue bien visto por las autoridades de la época.

Pero además de fomentar la cultura vasca, algunos vecinos tenían claro que era necesario tomar una serie de medidas, por ejemplo, propiciar la creación de una escuela en euskara. Así, a fin de cumplir ese objetivo se realizaron una serie de reuniones, tomando parte, entre otras personas, Joxe Sagarzazu, Agustin Gaztañaga y Imanol Alberdi. A nivel económico, tomaron como punto de partida as 7.500 pesetas que habían recaudado en las Fiestas Euskaras. En primer lugar, se pusieron en contacto con la Ikastola de Zarautz y seguidamente tomaron parte en las reuniones realizadas a nivel comarcal.

En un principio los promotores de la Ikastola fueron una serie de padres, seguidamente los jóvenes del pueblo, los colaboradores y los trabajadores de ciertas empresas (Guztiok Bat,...). Todos ellos trabajaron animadamente. Se creó una comisión a favor de la cultura vasca y uno de sus principales objetivos era el de recaudar fondos para la Ikastola.

En septiembre de 1966 abrió sus puertas la Ikastola de Zestoa. Para conseguir las aulas acudieron al párroco del pueblo Don Ángel Arandia y las primeras estaban situadas en los locales llamados "Zentrua". Los primeros días acudieron de 11 a 15 niños. Las primeras maestras fueron una chica donostiarra llamada Joxepa y Pepita Iriondo, vecina del pueblo. A continuación llegó Begoña Unanue, ya que Pepita Iriondo se fue para realizar una serie de prácticas en el Liceo Santo Tomas. En el curso 1967-68 contaba con 30 alumnos y dos maestras.

En el otoño de 1968, el gobernador Oltra Molto, envió a la Guardia Civil y cerraron la Ikastola. La de Zestoa fue la primera que cerraron, ya que a continuación le siguieron muchas más. Intentaron encontrar una solución y las Ikastolas buscaron la protección de la Iglesia y en la mayoría de los casos la encontraron, utilizando para ello ciertos derechos que le correspondían gracias al Concordato. En relación al trabajo del día a día, cabe señalar que algunos alumnos pasaban la mañana en la sacristía y la tarde en el monte. Otros recibían las clases en casa de alguna maestra. De esa época es la maestra Karmele Izeta. Esa situación no podía durar mucho tiempo y algunos vecinos trataron de dar una serie de pasos para darle una solución y entre ellos podemos mencionar al Padre Elizegi y al canónigo José Lasa. A pesar de que se entrevistaron con el Gobernador, no consiguieron nada. La situación era cada vez más grave y se hizo cargo de la misma el párroco Don Ángel Arandia. Así, la Ikastola regresó a los locales del Centro. A partir de entonces la Ikastola se convirtió oficialmente en Escuela Paroquial, y no tuvo más problemas.

La Educación Preescolar se impartió en esa escuela y a partir del curso 1969-70 los alumnos de EGB se trasladaban a la Ikastola de Loiola. En el curso 1978-77 los alumnos de preescolar pasaron a las aulas de Idiazpi. En el curso 1981-82 se decidió organizar en el mismo pueblo el ciclo de EGB y ese mismo año se impartieron los cuatro primeros niveles de ese ciclo en tres aulas adecuadas en el polideportivo.

En el curso 1982-83 el nivel de Preescolar se fusionó con el Preescolar de las Escuelas Transferidas, bajo la asesoría del Departamento de Educación; de ahí en adelante había 2 centros: la Ikastola y la Escuela Pública, con funcionamiento unificado. En 1983-84 la ikastola de Zestoa y las Escuelas Transferidas se fusionaron para impartir la EGB.

En 1990 desapareció la comisión independiente de la Ikastola, ya que su función la cumplía la comisión de la Escuela Pública, pero aún y todo jurídicamente existían dos centros diferenciados. En el curso 1990-91 estrenaron el nuevo edificio. En 1993, como consecuencia de la Ley de Publificación, el colegio pasó a funcionar como Escuela Pública en manos de la Administración.