Villes

IGUZQUIZA

Igúzquiza presenta un entramado urbanístico irregular que se extiende en torno de plazoletas y calles estrechas alrededor de parroquia. En su perímetro urbano se localizan varias construcciones civiles, estando ubicado el edificio más representativo de esta categoría a las afueras de la localidad. Se trata del palacio cabo de armería del linaje de Vélaz de Medrano. Compuesto por un sólido torreón, al que se adosa el palacio, rodeado todo por un recinto defensivo de sillarejo, del siglo XVI, con un ingreso de medio punto. El palacio es de sillarejo con sillar almohadillado en la base y tiene diversos vanos adintelados. La torre es cúbica, con basamento de sillería y sillarejo el resto, con fuste con saeteras y matacanes en el cuerpo superior. La parte posterior, la más antigua, tiene una torre medieval de planta cuadrada de sillar recrecido en ladrillo.

En las calles de San Andrés y en la calle Mayor, se ubican varias casas señoriales del siglo XVI. Se trata de construcciones blasonadas de sillarejo con sillar en vanos y esquinales, que a veces han sido muy modificadas, que presentan en su estructura una fachada dividida en dos cuerpos más ático. De forma dispersa se suceden vanos adintelados por toda la superficie de la fachada principal, a excepción de la portada de ingreso, de medio punto Adovelado y descentrado.

La parroquia de San Andrés es un edificio románico de finales del siglo XII, que sufrió importantes modificaciones durante el siglo XVI. Presenta planta rectangular de una sola nave dividida en triple tramo y que se prolonga hasta la zona de la cabecera resuelta en forma semicircular. Sobre el primer tramo de la nave se alza una bóveda de crucería, mientras que para el resto se disponen sendas bóvedas de medio cañón articuladas por arcos fajones que parten de ménsulas lisas. Para la zona de la cabecera también se levanta una bóveda de medio cañón, que se transforma en bóveda de horno en el ábside. En el exterior destaca el ábside románico semicircular, con una ventana en forma de arco de medio punto y una hilera de canes lisos que sirven de soporte para el tejaroz. En el lado de la Epístola se abre una sencilla portada románica de medio punto, con dos arquivoltas baquetonadas que descansan sobre sendos capiteles decorados mediante motivos vegetales. Rompe la dinámica del conjunto una torre de origen medieval localizada en la zona de los pies; sobre una largo fuste medieval de sillar, se alza un cuerpo del siglo XVI, con una doble apertura de medio punto que hace las funciones de campanario.

En el interior se localizan algunas piezas de interés. Entre ellas destaca un retablo de estilo romanista de finales del siglo XVI atribuido Pedro de Gabiria II. Presenta una estructura de dos cuerpos y triple calle que se articulan mediante sucesión de columnas de orden compuesto. Los motivos iconográficos del mismo reflejan cierta evolución en los estudios anatómicos así como de pliegues. El retablo mayor adosado a la zona de la cabecera es una pieza de estilo barroco de la segunda mitad del siglo XVIII. Posee la iglesia una buena colección de orfebrería.

Completa el inventario de arquitectura religiosa de la localidad la ermita de la Inmaculada. Se trata de un templo del siglo XVII que presenta planta rectangular con una sola nave de tres tramos, que se prolongan hasta la zona de la cabecera resuelta de forma recta. Para los tramos de la nave se disponen sendas bóvedas de medio cañón rebajadas sustentados por arcos fajones, mientras sobre la cabecera se alza una moderna bóveda ovalada sobre pechinas. En el exterior es una sólida construcción de mampostería, con cadenas de sillar reforzando las esquinas y dos contrafuertes laterales. En el lado de la Epístola se abre una portada de medio punto de robustas dovelas. En el interior se guardan varias piezas de cierto interés de los siglos XVII y XVIII. En 2003 los vecinos de la localidad restauran la antigua fuente bajomedieval, que funcionó hasta 1905.

Fernando GARCÍA NIETO