Concept

Hartza

Este personaje de la Maskarada de Zuberoa ya se había perdido a principios del siglo XX, aunque se haya podido ver posteriormente en alguna que otra Mascarada.

Su función la realizaba conjuntamente con el Artzaina (Pastor) y los Axuriak (Corderos), y, dentro del cortejo de las Mascaradas, se colocaban en los puestos delanteros, detrás del Txerreroa.

El Artzaina iba vestido según lo habitual en su oficio, con zurrón y cayado y llevaba un hacha a su espalda; a su lado marchaban los Axuriak, dos muchachos vestidos de blanco, con pieles de cordero; el Hartza, por su parte, iba detrás de los Axuriak, vestido con pieles de cabra.

No está claro si Hartza iba solo o conducido por un cuidador, y se ha suscitado una discusión sobre este hecho entre diferentes autores. La descripción del oficio que nos presentan Chaho y Herelle, en que aparece un Hartza como animal salvaje, no parece concordar con un oso domesticado, conducido por su cuidador. No obstante ambas teorías son verosímiles.

Chaho indica que el personaje de Hartza lo realizaba un hombre muy alto y fuerte que, además, era un bailarín formidable.

En su obra, publicada en 1865, dedica un capítulo completo a este personaje, dándole la misma importancia que a Zamaltzain o a Buhame Jauna.

Para conocer la función de este personaje tenemos que seguir la descripción que realiza Chaho; Herelle, medio siglo después, se basa también en esta misma descripción. La representación del oficio del Hartza, Artzaina y Axuriak la coloca Chaho en segundo lugar, inmediatamente después de la Branlia, aunque, según recoge Herelle, otros la situaban en primer lugar, justo cuando la Mascarada llegaba a la plaza.

El Artzaina y los Axuriak entran en la plaza por un lado, el Hartza por el otro. Se establece una lucha, bailando, entre el Hartza y el Artzaina, con amagos, ataques, y golpes. El Hartza, irritado y hambriento, lanza gruñidos, y los pequeños corderos blancos huyen de sus ataques, mientras el pastor acude en su auxilio. Por fin, el Hartza vencido se bate en retirada, pero, mientras el pastor celebra su triunfo, uno de los corderitos se aleja de su protector: el Hartza, que le acechaba, se lanza sobre él, lo coge y desaparece.

Al poco tiempo, el Hartza aparece sobre el tejado de alguna casa vecina, mostrando entre sus patas el Axuria. El pastor va enseguida en auxilio del Axuria, subiendo también al tejado de la casa. Se inicia de nuevo el combate, y, a lo largo de éste, el cordero se resbala y cae del tejado (suele tratarse de un muñeco).

F. Badé da otro final a esta función: el Hartza, perseguido a tiros por los Buhameak, acaba por soltar a su presa y sube a un árbol, de donde cae muerto por los disparos de los cazadores.

Además de la participación en esta función específica, Chaho indica también, que estos personajes participan en la Branlia.