Concept

Guantero (Para Laxoa)

La época más brillante del guante o laxoa hay que situarla a mediados del siglo XIX en que se practicaba en extensas zonas a ambos lados de la frontera incluso en Pamplona así como en algunas comarcas vizcaínas. Con la aparición del ble hacia 1870 empieza a languidecer en beneficio de otras modalidades concentrándose en torno al Bidasoa hasta prácticamente desaparecer. Sin embargo hacia 1960 y gracias en buena medida a Jesús Jaimenera volvió a resurgir manteniendo una cierta actividad, poco apoyada desde las Administraciones Públicas y que Laxo Elkartea (amigos del guante) trata de impulsar.

Todos estos vaivenes han tenido gran repercusión en la producción de guantes que ha pasado del centenar anual a cifras casi simbólicas aunque el creciente destino de esta herramienta a la decoración o recuerdo turístico puede ayudar a la recuperación de su fabricación. El artesano puede conseguir fabricar un guante por día de trabajo una vez preparados los materiales. Su duración puede ser muy dilatada, siempre que se cuide con esmero y no reciba golpes. El precio ha pasado de unas siete pesetas en los años treinta a unas 15.000 y hasta 20.000 actualmente.