Politiques et Fonctions Publiques

Garrán Moso, Justo

Propietario y político nacido en Olite, el 17 de agosto de 1867, y fallecido en Pamplona el 28 de agosto de 1942.

Sus padres fueron Mauricio Garrán Román (Valladolid), ingeniero jefe de segunda clase del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, autor de un Tratado de la formación de los proyectos de carreteras (Madrid, 1862), uno de cuyos ejemplares dedicó a la Diputación de Navarra, y Micaela Moso Navarlaz (Olite), que residieron durante algún tiempo en Barcelona.

Era propietario y director del Diario Regional de Valladolid, consejero del Banco Castellano de esta ciudad, por cuyo distrito resultó elegido diputado a Cortes en 1919, colaborador habitual de Diario de Navarra, presidente del Tribunal Tutelar de Menores de Pamplona y socio de Eusko Ikaskuntza.

Fue autor de Apuntes histórico-críticos sobre las regalías de la Corona (Madrid, 1923), Los fueros vasco-navarros. Conferencia (Pamplona, 1932), "La ley de 1841" (publicado en la revista Príncipe de Viana en 1941), El sistema foral de Navarra y Provincias Vascongadas (Pamplona, 1935) y Sofismas y razones. Del ateismo legal a la Restauración Católica (Valladolid, 1939).

En las elecciones a diputado a Cortes de abril de 1923 se presentó en el distrito de Tafalla como católico independiente auspiciado por el diputado a Cortes integrista José Sánchez Marco y el exdiputado foral jaimista Juan Salvador Santesteban. En un manifiesto a los electores, que se resumía, según La Voz de Navarra, en el lema "Dios, Patria y Fueros", se declaró defensor de la significación foral de Navarra, tanto en su "existencia vigente como en su aptitud vivificadora". Sus rivales fueron el ministerial garciaprietista Pedro Arza Úriz, el jaimista Esteban Martínez-Vélez y el liberal-conservador Joaquín Mencós Bernaldo de Quirós, conde del Vado, que, como el ex-diputado foral, acabó retirándose. El obtuvo 5.082 votos y Arza 3.636.

La Unión Patriótica lo propuso como diputado foral en 1928 y fue elegido por los representantes de los veintiocho ayuntamientos del distrito en las elecciones del 6 de mayo de ese año. Seis días más tarde, tras tomar posesión, el primer acuerdo de la nueva corporación fue mandar un telegrama de adhesión a Primo de Rivera y otro a las diputaciones de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, "haciendo votos por la prosperidad del noble solar vascongado". Representó a la Diputación de Navarra en la Asamblea Nacional (octubre de 1927-enero de 1930). Tras la caída del dictador, fue cesado el 24 de febrero de este año.

Ya el 13 de febrero La Voz de Navarra lo criticó acerbamente porque defender la gestión de Primo de Rivera. El 20 de febrero de 1930 publicó el artículo "El voto corporativo y la política en Navarra" en Diario de Navarra y los días 4, 6, 9, 11 y 20 de marzo siguientes las cinco partes del titulado "El próximo nublado en instrucción pública". En este sostenía que en un estado católico, según el Concordato, los profesores de los centros oficiales debían someter sus textos y doctrinas a la jurisdicción eclesiástica. El segundo de estos artículos mereció la respuesta del catedrático de Instituto y después (fue elegido el 31 de mayo de 1931) concejal republicano de Pamplona Antonio García Fresca, que censuró los planteamientos de Garrán y de Diario de Navarra.

En 1931 fue uno de los firmantes, en representación de La Conciliación, de la protesta enviada por las fuerzas derechistas navarras al Gobierno por su política religiosa. Al mismo tiempo expresó sus reticencias frente al proyecto de Estatuto Vasco de la Sociedad de Estudios Vascos porque, según él, no defendía la religión cristiana, y formó parte de una Comisión Autonómica de Navarra encargada estudiar y proponer qué proyecto de Estatuto convenía a Navarra. En el seno de ésta su preocupación fue la restauración de la "escuela católica-foral" y abogó por la reintegración a la situación anterior a 1839.

Entre 1929 y 1931 presidió la federación Agro-Social Navarra. En diciembre de este último año fue también el principal promotor de APTENA (Asociación de Propietarios Terratenientes de Navarra), fundada para defender la propiedad territorial frente a las reformas que pretendía introducir la República.

En septiembre de 1933 fue elegido con Víctor Pradera Larumbe en la candidatura del Bloque de Derechas en las elecciones para designar el Tribunal de Garantías Constitucionales.

En 1934 publicó en Diario de Navarra un artículo, "De actualidad. Nuestra restauración foral", que revela su profundo conservadurismo. También defendió que en el Consejo Administrativo Foral se diese entrada al Clero y a la Nobleza.

El 19 de agosto de 1936 la Junta de Guerra Carlista lo nombró miembro de la comisión para la reintegración foral. A su muerte, Diario de Navarra puso énfasis en su bondad, su catolicismo, en la labor propagandística que había desarrollado en la prensa y en que había dedicado su vida a la captación de voluntades en pro de la Religión y la Patria.

En 1900 contrajo matrimonio en Pamplona con su pariente Catalina Moso Subiza (Pamplona, ca. 1870-Valladolid, 1925), hija del diputado foral Juan Moso Irure.

Uno de sus hijos, José Garrán Moso (Olite, 1901-1981), casado en 1929 con Rosario Arraiza Belzunce, hija del diputado foral Daniel Arraiza Goñi, fue alcalde de Pamplona desde abril de 1940 hasta agosto de 1941, en que fue nombrado gobernador de Vizcaya.