Profesor de órgano y compositor. Nació en Bérriz (Bizkaia), el 20 de agosto de 1880. Murió en Madrid, el 24 de enero de 1944.
Su padre era organista y sus cinco hermanos, mayores que él, ejercieron la música. Con su hermano Cruz, organista de Durango, inició sus estudios que, al trasladarse a Madrid, en 1897, continuó en el Conservatorio. Cursó piano y armonía con José Tragó y Pedro Fontanilla, respectivamente, logrando primeros premios en 1900. Dos años más tarde la Diputación Provincial de Bizkaia le concedió una beca para ampliar estudios en el extranjero, lo que realizó en el Real Conservatorio de Música de Bruselas, donde frecuentó las clases de Tinel (composición) y Mailly (órgano). Sintió verdadera pasión por este instrumento y, al cabo de tres años (en 1905), el Conservatorio nombrado le otorgó el primer premio. De regreso empezó a dar conciertos, actuó en numerosas capitales y causó admiración con sus interpretaciones en los Congresos de Música Sacra que tuvieron lugar en Valladolid (1905) y Sevilla (1908).
Mediante oposición, Gabiola obtuvo los cargos de director de la Banda Municipal y de la Academia del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, que desempeñó desde enero de 1907 hasta mayo de 1912. La Banda se encontraba en franca decadencia y Gabiola, con sus conocimientos y esfuerzo, las mejoró sensiblemente, por lo que al renunciar a la plaza dejó un imborrable recuerdo. En 1912 se convocaron oposiciones para cubrir la cátedra vacante de profesor de órgano del Conservatorio de Madrid. Se presentó Gabiola y, después de largos y difíciles ejercicios, el Tribunal, que lo formaron Tomás Bretón (presidente), Arín, Fontanilla, Grajal, Larregla, Oller y Benaiges (vocales), le nombró, por unanimidad, catedrático numerario de órgano y armonio del Real Conservatorio de Música y Declamación madrileño. La oposición de referencia despertó curiosidad y de ella se ocupó la Prensa; en un diario se leyó:
"Mucho se habla en Madrid de este examen, principalmente de uno de los que toman parte, un organista que ha venido de San Sebastián (Gabiola). De él se hacen lenguas todos; el público le tiene adjudicado ya el triunfo. A los inteligentes les tiene entusiasmados el uso que hace este profesor del pedal, que emplea con los pies al mismo tiempo que con las manos ejecuta en los teclados ordinarios. Como improvisador es una maravilla".
En 1918 fundó el Orfeón Durangués, al que deparó grandes éxitos y primeros premios en los concursos de Bilbao y Santander celebrados en 1919. El año 1927 inauguró el órgano del Colegio de las Maravillas, en Madrid; Joaquín Turina, en "El Debate", consideró a Gabiola como "el as de los organistas españoles". Su fama atravesó las fronteras y resultó elegido para ir a la Exposición Internacional de Bruselas. Su primera obra musical es Humorística, pieza impuesta y escrita expresamente para la competición de bandas que tuvo lugar en Eibar el año 1908. Le sigue Errondarijak, marcha para banda, primer premio en los Juegos Florales de Donostia-San Sebastián de 1909; bajo su dirección la interpretaron treinta bandas reunidas en un alarde musical que tuvo por escenario la capital guipuzcoana, en 1910.
Escribió un Himno al árbol, para coro y banda, que durante años, en la bella Easo, Eibar, Arrasate/Mondragón, etc., cantaban los niños de las escuelas. Gabiola concibió numerosas páginas para órgano, de gran mérito, que se hallan editadas en las Colecciones de Otto Gaus y Juan Dielbold (Alemania, 1924), del abate Joubert (Francia, 1912), Revista "Sacro Musical" y "Tesoro Sacro-Musical". Su valía como profesor la muestra la serie de discípulos suyos que se han destacado como magníficos organistas, y son, entre otros, Zubizarreta, Errandonea, Echeveste, Miranda y Benito de Iturriaga. Dada su solvencia e imparcialidad lo requerían frecuentemente para integrar tribunales; presidió los que fallaron las provisiones de directores de las bandas de Durango, Getxo, Tolosa y Barakaldo, y ejerció el cargo de vocal para las de Donostia-San Sebastián y Bilbao; fue presidente en los certámenes de bandas de Eibar y Castellón de la Plana y vocal en los de Valencia y Donostia-San Sebastián; vocal también del jurado de las oposiciones a organistas de las catedrales de Sigüenza y Valladolid. Desde 1912 perteneció a la Junta Diocesana de Música Sacra de Madrid y a la Junta de la Asociación de Directores Civiles de Bandas de Música; catedrático de órgano del Seminario Conciliar de Madrid y, desde enero de 1941 hasta morir, subdirector y decano del Conservatorio madrileño, cargos que desempeñaba juntamente con la cátedra de referencia.