Militaires

Eulate y Ladrón de Cegama, Juan Álvarez de

Hombre de armas, nacido en Eulate (Navarra) en la última veintena del siglo XVI y muerto en las Islas Canarias hacia mediados del siglo XVII.

Hijo segundón de una casa noble y de rancia prosapia, pero mermada de recursos, hubo de optar por la carrera de las armas. En 1602 aparece en Flandes, "con seis escudos de bentaja", hallándose presente en casi todos los hechos de armas que tuvieron lugar entonces, tales como el sitio de Ostende, la reconquista del dique del cuartel de Breda, etc. Tras sendos mosquetazos que recibió en la mano y en la espaldilla, fue ascendido al grado de alférez de una Compañía, sirviendo a las órdenes del marqués de Spínola en varias memorables acciones. Vuelto a España en 1608 y tras unos años de dedicación a los asuntos familiares, lo vemos en 1617 embarcar rumbo a la Nueva España, desempeñando el cargo de capitán de artillería de aquella flota.

En México fue nombrado gobernador y capitán general de las provincias de Nuevo México, empleo en que sirvió por espacio de más de siete años, señalándose -según suena un texto de carácter oficial- "por haber allanado el pueblo grande de los cumanas y las probincias de los Emes y Picures y aquietado la de Cuni". Según fuentes que no se sabe hasta qué punto reflejan el sentir de los interesados, Eulate hubo de llevar a cabo dentro de una línea de gran corrección el "allanamiento" que hizo del poblado más importante de los cumanas, pues las mismas nos vienen a decir que aquellas gentes escribieron varias cartas al rey, proponiéndole a Eulate "como la persona más a propósito para su gobierno", fundándose "en el respeto y particular amor en que le tenían los caciques y principales por el apacible modo con que los trató".

Lo que sea de esto, en el año 1630 fue enviado como gobernador a la cercana isla Margarita, perteneciente a la actual República venezolana. Ocho años sirvió aquí a la Corona, fomentando el cultivo y comercio de las perlas, construyendo cinco fuertes y guarneciendo otros once. Dejó el puesto en 1638. A los dos años lo vemos nuevamente en España, obteniendo diversos favores del rey, entre los que destaca el título de caballero del Hábito de Santiago (1640) y la merced de llamamiento a las Cortes del Reino de Navarra por el brazo militar de los caballeros. Obtenido el título de Maestre de Campo y nombrado castellano de Pamplona, vivió Eulate algún tiempo en la capital del antiguo Reino, hasta que pasó a las Islas Canarias como gobernador y capitán general, desempeño en el ejercicio del cual falleció. Ref. Alfonso de Otazu y LLana: Hacendistas navarros en Indias, pp. 74-78.