Eminentemente rural y en el límite con la provincia de Guipúzcoa, en los últimos años se ha visto invadido por algunos elementos industriales que han hecho que el sector primario que había sido el motor único de este municipio se vea un tanto desplazado por una industria emergente. Esto no ha hecho que sean las construcciones de tipo rural lo que siga predominando de forma masiva en su territorio, con los caseríos y edificaciones preindustriales, como molinos o ferrerías, como exponentes máximos de su patrimonio.
El patrimonio religioso es reducido y de escaso valor artístico. Destacaríamos la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol, en el barrio de Erbera/San Andrés (véase), un edificio del siglo XVI que tiene antecedentes en la baja Edad Media y que en los siglos XVII y XVIII sufriría algunas reformas. Dentro de las ermitas se puede hablar de la de la Santa Cruz de Echarte en Galartza (véase), un edificio que data del siglo XVI y que como elementos más destacado posee dos accesos en arco de medio punto y bóveda de madera. La de Santa Engracia, en el barrio de Barinaga, también del siglo XVI y rectangular en su planta, tiene pórtico a los pies, de cronología posterior, destacando las cuatro columnas toscanas que lo sustentan. Sobre este pórtico un pequeño tejadillo lateralizado protege la campana. Existió también la denominada ermita del Pilar de Munibe, actualmente desaparecida y de la que se conserva la espadaña y la campana en las inmediaciones del palacio Munibe. Unas cuantas casonas de tipo señorial han sido construidas durante los últimos siglos en este municipio. Todas ellas de aire rural y con las características típicas de cada uno de los estilos predominantes. De cadencia barroca y como dictan los cánones de este tipo de construcciones por esta zona tenemos los palacetes de Jáuregui y Ansotegi, en Altzaa (véase), edificios cúbicos de tres plantas, jalonados de vanos adintelados en todo el perímetro, con línea de imposta separando alturas, sillares en recercos y esquinales y cubierta a cuatro aguas; y Arostegi, en Galartza (véase) algo más anárquico en sus formas. Todos con blasón. De estilo neoclásico, siglo XIX, pero de factura similar a los anteriores tendríamos Mañozka en Galartza (véase) y el número 4 de Ibaiondo. El palacio Munibe sería el edificio más espectacular de todo el patrimonio. Construido a principios del siglo XX por José María Basterra, uno de los arquitectos más prolijos e interesantes de la primera mitad de siglo en Bizkaia, se trata de un edificio historicista que recrea el estilo herreriano con toques eclécticos como mandan los cánones del revivalismo. En sus volúmenes destaca la linterna central, por encima del tejado principal que se alza en una tercera altura haciendo de luminoso foco para la escalera del interior. Alterna la sobriedad clasicista con algunos elementos en arco y los escudos que posee en algunas de sus fachadas. El barrio de Elexalde posee además otros edificios de tipo ecléctico, como el número 29, del mismo estilo que el anterior aunque en esta ocasión los elementos recreados pertenecen a la tradición gótica y vasca. Otra edificación en esta zona y conocida como "El Palacio" sería el número 5 de Elexalde destacable por sus dos cuerpos en ángulo recto que le dan un toque original a una planta que se ve realzada por sus dos alturas y la torre circular en la confluencia de los dos cuerpos. A destacar la utilización de la madera en algunas de sus partes como el mirador que cubre el pórtico de acceso.
Dos son los edificios administrativos que posee Etxebarria, por una parte la antigua Casa Consistorial, un edificio de planta rectangular, de principios del siglo XX con aire neovasco, de tres alturas siendo la planta baja la más llamativa con un pórtico abierto al exterior mediante arcos de medio punto. Juntamente con este edificio el probadero y el frontón conforman un conjunto unitario y cerrado, ya que estos dos últimos se encuentran frente a la fachada principal del viejo consistorio. La otra construcción burocrática sería el actual Ayuntamiento, un moderno edificio construido a fines del siglo XX y con una cúpula en su parte central elevada sobre la cubierta que es sin duda lo más destacado. Las escuelas, en Erbera/San Andrés (véase), construidas en 1907 se pueden añadir a este apartado de servicios.
Dentro de la tradición popular el caserío de Etxebarria, aunque de una calidad destacable, está bastante retocado desde sus estilos originales. Podríamos hablar de Arkotza, como uno de los elementos más antiguos de la zona, con postes de madera vistos al exterior y de Altzaga, posterior en cronología, dataría del siglo XVIII, y ya sustentado sobre base pétrea, ambos en el barrio de Altzaa (véase). Otros caseríos destacados de acceso en arco serían Unamunzaga, Okoroki y Belarroa. Asociados a éstos estarían los hórreos, también llamados "garaixe", utilizados como graneros y actualmente de escasa presencia en todo nuestro territorio. En Etxebarria se conservan dos de un interés excepcional por su rareza, el de Irunbeñe y el de Ibarguen, en Galartza (véase), este último sin duda el más importante de los hórreos vascos debido a su excelente conservación. Las construcciones de tipo preindustrial estarían representadas por los molinos y ferrerías de Ansotegi, en Altza (véase), y Urrusolo, en Galartza (véase).
Manu CASTAÑO GARCÍA (2006)
El patrimonio religioso es reducido y de escaso valor artístico. Destacaríamos la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol, en el barrio de Erbera/San Andrés (véase), un edificio del siglo XVI que tiene antecedentes en la baja Edad Media y que en los siglos XVII y XVIII sufriría algunas reformas. Dentro de las ermitas se puede hablar de la de la Santa Cruz de Echarte en Galartza (véase), un edificio que data del siglo XVI y que como elementos más destacado posee dos accesos en arco de medio punto y bóveda de madera. La de Santa Engracia, en el barrio de Barinaga, también del siglo XVI y rectangular en su planta, tiene pórtico a los pies, de cronología posterior, destacando las cuatro columnas toscanas que lo sustentan. Sobre este pórtico un pequeño tejadillo lateralizado protege la campana. Existió también la denominada ermita del Pilar de Munibe, actualmente desaparecida y de la que se conserva la espadaña y la campana en las inmediaciones del palacio Munibe. Unas cuantas casonas de tipo señorial han sido construidas durante los últimos siglos en este municipio. Todas ellas de aire rural y con las características típicas de cada uno de los estilos predominantes. De cadencia barroca y como dictan los cánones de este tipo de construcciones por esta zona tenemos los palacetes de Jáuregui y Ansotegi, en Altzaa (véase), edificios cúbicos de tres plantas, jalonados de vanos adintelados en todo el perímetro, con línea de imposta separando alturas, sillares en recercos y esquinales y cubierta a cuatro aguas; y Arostegi, en Galartza (véase) algo más anárquico en sus formas. Todos con blasón. De estilo neoclásico, siglo XIX, pero de factura similar a los anteriores tendríamos Mañozka en Galartza (véase) y el número 4 de Ibaiondo. El palacio Munibe sería el edificio más espectacular de todo el patrimonio. Construido a principios del siglo XX por José María Basterra, uno de los arquitectos más prolijos e interesantes de la primera mitad de siglo en Bizkaia, se trata de un edificio historicista que recrea el estilo herreriano con toques eclécticos como mandan los cánones del revivalismo. En sus volúmenes destaca la linterna central, por encima del tejado principal que se alza en una tercera altura haciendo de luminoso foco para la escalera del interior. Alterna la sobriedad clasicista con algunos elementos en arco y los escudos que posee en algunas de sus fachadas. El barrio de Elexalde posee además otros edificios de tipo ecléctico, como el número 29, del mismo estilo que el anterior aunque en esta ocasión los elementos recreados pertenecen a la tradición gótica y vasca. Otra edificación en esta zona y conocida como "El Palacio" sería el número 5 de Elexalde destacable por sus dos cuerpos en ángulo recto que le dan un toque original a una planta que se ve realzada por sus dos alturas y la torre circular en la confluencia de los dos cuerpos. A destacar la utilización de la madera en algunas de sus partes como el mirador que cubre el pórtico de acceso.
Dos son los edificios administrativos que posee Etxebarria, por una parte la antigua Casa Consistorial, un edificio de planta rectangular, de principios del siglo XX con aire neovasco, de tres alturas siendo la planta baja la más llamativa con un pórtico abierto al exterior mediante arcos de medio punto. Juntamente con este edificio el probadero y el frontón conforman un conjunto unitario y cerrado, ya que estos dos últimos se encuentran frente a la fachada principal del viejo consistorio. La otra construcción burocrática sería el actual Ayuntamiento, un moderno edificio construido a fines del siglo XX y con una cúpula en su parte central elevada sobre la cubierta que es sin duda lo más destacado. Las escuelas, en Erbera/San Andrés (véase), construidas en 1907 se pueden añadir a este apartado de servicios.
Dentro de la tradición popular el caserío de Etxebarria, aunque de una calidad destacable, está bastante retocado desde sus estilos originales. Podríamos hablar de Arkotza, como uno de los elementos más antiguos de la zona, con postes de madera vistos al exterior y de Altzaga, posterior en cronología, dataría del siglo XVIII, y ya sustentado sobre base pétrea, ambos en el barrio de Altzaa (véase). Otros caseríos destacados de acceso en arco serían Unamunzaga, Okoroki y Belarroa. Asociados a éstos estarían los hórreos, también llamados "garaixe", utilizados como graneros y actualmente de escasa presencia en todo nuestro territorio. En Etxebarria se conservan dos de un interés excepcional por su rareza, el de Irunbeñe y el de Ibarguen, en Galartza (véase), este último sin duda el más importante de los hórreos vascos debido a su excelente conservación. Las construcciones de tipo preindustrial estarían representadas por los molinos y ferrerías de Ansotegi, en Altza (véase), y Urrusolo, en Galartza (véase).
Manu CASTAÑO GARCÍA (2006)