Municipalités

ETXARREN

Urbanismo y construcciones civiles

El pueblo se localiza en llano, cosa que por otra parte viene siendo común en todo el corredor de la Sakana y Arakil, desde Olazagutia hasta el propio Irurtzun, pasando por Arbizu, Murgindueta o Altsasu. Este tipo de emplazamiento se comprende por la necesidad de realizar un control efectivo del territorio, en un lugar que desde el año 1200 se convirtió en frontera, por la conquista castellana de los territorios occidentales del reino navarro, y que por tanto podía ser objeto de incursiones, en un corredor estratégicamente muy sensible, pues conduce directamente a Pamplona-Iruña.

La disposición del casco urbano de Etxarren no deja de ser curiosa. Se alarga a lo largo de una única calle, en uno de cuyos extremos está la iglesia, y lo realmente anómalo es que esta calle es perpendicular a la actual carretera, y el casco urbano no sigue en nada el trazado de la vía de comunicación, al contrario del modo que otras tantas veces hemos visto. En consecuencia, el pueblo está literalmente partido en dos mitades. En la actualidad, el pueblo ha crecido algo, tanto por las buenas comunicaciones como por la proximidad de núcleos industriales, y han proliferado casas modernas e incluso algún bloque de pisos que desentonan un tanto. En un extremo de la calle San Vicente encontramos varias casas adosadas, entre las que destaca un soberbio caserón de tres alturas y tejado a dos aguas. Como viene siendo habitual en la zona, el tratamiento de los muros contempla un encalado que deja cadenas de sillar en las esquinas y en los enmarques de los vanos, además del paño de muro inmediato a la puerta. La disposición de los sillares busca la simetría con un evidente sentido decorativo. Los vanos son cuadrangulares, exceptuando el acceso, que como otras veces es de medio punto y sin moldurar. Una inscripción preside la fachada: ESTA CASA CONCEGIL LA HIZO DOMINGO DE OTERMIN EL AÑO DE 1773. EL CARPINTERO MARTIN JHP DE CHOCOLONEA. Poco más adelante, una casa muy similar en empaque y en características tiene tres alturas, muros encalados con las sabidas excepciones, y vanos rectos salvo el acceso, de medio punto. Culmina la fachada un escudo barroco en la que reza la inscripción: ARMAS DE TIBURCIO/ OROCUIETA DE SAN/ BAETA EN BA/ RTOLOME/ OFICIO DE/ AÑO DE 1786. Más adelante una nueva casa repite características formales, aunque sin la presencia de escudo. Otra, de aspecto más arcaico y algo peor conservada, muestra dos alturas, fachada en mampostería gruesa y un arco aún apuntado y con dovelas de gran desarrollo, que nos podría remontar hasta finales del siglo XV. El escudo, no obstante, es una vez más barroco. Otro inmueble, con tres alturas y muros enlucidos y con cadenas de sillar, tiene dos portales de medio punto gemelos como entradas, y sobre ellos corre un largo balcón. En el centro, una inscripción nos informa: YZO HACER ESTA/ CASA JUAN MAR/ TIN DE GOICOA EL/ AÑO DE 1824. Otras casas siguen los parámetros descritos, sin demasiadas variantes. Junto a la carretera, se levanta el edificio de la escuela, enlucido y a doble vertiente, con vanos más grandes de lo habitual y con una inscripción en cerámica vidriada: ESCUELA MIXTA. En el mismo material luce un mosaico con las armas del lugar.

Ya al otro lado de la carretera, en el barrio de la iglesia, una casa de desarrollo horizontal y gran tejado a dos aguas sigue patrones muy comunes en todo el corredor de Sakana y Arakil. La casa parroquial es un hermoso bloque cúbico, cubierto a doble vertiente, con sillería de buena estereotomía en la fachada, acceso de medio punto y una balconada de ladrillo sobre pilares, adosada en el mismo hastial.

Ermitas

Se conoce la existencia de la ermita de Santa María Magdalena, que era visitada por el obispo Igual de Soria en septiembre de 1797. Hoy no existe.

Parroquia de San Vicente

Se trata de una fábrica del siglo XIII, que aún conserva interesantes elementos de la época. Su planta, extremadamente simple, consta de una única nave dividida en cuatro tramos, y con una cabecera terminada en testero recto. A modo de transepto, se abrieron en época posterior dos capillas poco profundas y con cubierta plana, a la altura del tramo que precede a la cabecera. En el lado de la Epístola se abre además la sacristía, de reducido tamaño y planta rectangular. Los muros son de sillarejo, que va enlucido al interior, y se perforan con dos ventanas y un óculo a los pies. Lleva un coro rústico de madera. La cubierta es una bóveda de cañón apuntado contemporánea a la fundación del templo. Lleva arcos fajones que separan los tramos, y que al exterior se corresponden con otros tantos contrafuertes.

Al exterior se aprecia la torre, en sillarejo, que apea sobre los muros de la nave, sobre su primer tramo. Lleva dos huecos de medio punto, algo rebajados, para uso de las campanas. Se alinea con la sacristía y con la capilla del lado de la Epístola un pórtico moderno y sin mayor interés. Cobija una puerta gótica, al parecer del siglo XIII también, de perfil apuntado y con cuatro arquivoltas sin decoración, salvo un crismón en la línea de las claves. El guardalluvias va decorado con motivos vegetales. Descansan estas arquivoltas sobre capiteles corridos y con cimacio. Son de carácter historiado, aunque hoy están ciertamente embarrados, y se distingue, a la izquierda, un dragón, una rapaz que se ha cobrado un animalillo, un acróbata y varios seres humanos más. En el lado derecho una sirena, un guerrero, un centauro y un grifo, entre otros. Los temas son retardatarios y obedecen a un gótico con fuerte presencia de la mitología del estilo anterior.

El retablo mayor está dedicado al santo titular, San Vicente, y se trata de un ejemplar renacentista, más concretamente romanista, ya de la primera mitad del siglo XVII. Consta de banco, dos cuerpos de tres calles y ático entre aletones. Se articula mediante columnas y pilastras, dispuestas de forma jerarquizada en pisos y calles. En el primer piso, flanqueando un sagrario moderno, relieves de la Anunciación y Visitación. En el segundo piso se encuentra la imagen en bulto titular, de San Vicente, moderna, que aparece con la rueda propia de su martirio. Va flanqueado de relieves que figuran la Presentación de María Niña en el templo y el Abrazo de Santa Ana y San Joaquín ante la Puerta Dorada de Jerusalén. En al ático se representa el Calvario.

Frente a la puerta de entrada hay un Crucificado de tamaño algo menor que el natural, de un barroco popular. En el lado del Evangelio se encuentra también el retablo de la Virgen del Rosario, barroco del XVIII, con banco y un único cuerpo, en el que preside la imagen titular, del mismo estilo.

En el lado de la Epístola se encuentra el retablo de San José, también barroco, con banco y un cuerpo dotado de hornacina, donde se venera una imagen del santo, entre columnas salomónicas. También se encuentra cerca una pila bautismal medieval, con fuste poligonal culminado por bolas y taza semiesférica gallonada.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)