Shoshone es uno de los pueblos más viejos de Idaho, y era una de las paradas de los vascos viajando de la costa este hacia Mountain Home, Boise, y Jordan Valley. El ferrocarril pasaba por el pueblo y esto lo hizo muy importante en esa época. En una temporada el pueblo tuvo por lo menos seis pensiones vascas y durante las primeras tres décadas del siglo XX había una grande cantidad de vascos que vivían en o que pasaban por Shoshone. Las pensiones de los Pagoaga; Francisco y Benita Goitiandia Oneida (originalmente Onaindia y cambiado para facilitar la pronunciación a los americanos); Pete Mendiola, Urrutia y Berriochoa; José y Gertrude Ansola; Manuel y Fernanda Beitia (con sala de billar); y Domingo Soloaga (con frontón) recibieron a los vascos buscando trabajo en el oeste americano. También Shoshone tuvo una comunidad vasco muy unida. La pensión de los Oneida fue el último en cerrar en 1995. Tan unida que cuando Margaret Gray estudió la comunidad en 1955, encontró que el 83 % de los vascos tenían relaciones mutuas, y los que no eran familiares, se conocían íntimamente. Dollie y Pete Oneida siguen en la vivienda conocida como Oneida's. La familia Berriochoa, que también tenían una vivienda llamada Berriochoas', renunciaron al negocio en 1953 cuando murió Ramona Berriochoa. Anastacio Onaindia emigró a Shoshone con su hermano Benito y su cuñado José Mari Goitiandia en 1911. Tuvo un negocio de ovejas Oneida Sheep Company, que fue muy importante en su época. Además era acordeonista. La comunidad Vasca de Shoshone quizá poco a poco desapareció pero el pueblo histórico todavía atrae muchos turistas. La población total de Shoshone en 2002 es alrededor de 1200 habitantes.