Municipalités

ERROTZ

Urbanismo y construcciones civiles

Como otros lugares del entorno, Errotz se ubica en una suave pendiente, cerca de las vías de comunicación y del propio río Arakil. Su casco urbano se divide claramente en dos núcleos. La zona baja, junto a la carretera y el río, esta compuesto por una decena de casas, mientras que el núcleo alto se agrupa en torno a la iglesia, formando dos callecitas paralelas. Entre ambos núcleos se encuentra el frontón, fechado en 1925 y cuyo frontis apoya en la pared de una casa. Parece ser que, en origen, la ubicación de este lugar encontraría su lógica en la vinculación con el antiguo camino, con el río y un puente que en este punto lo cruza, y con la cercanía del histórico paso de Oskia. Su privilegiada posición ha sido un tanto alterada por la presencia de la vía del tren, que parte en dos el pueblo, y por las canteras, que han desfigurado de manera brutal el perfil de Oskia.

Como se ha dicho, el núcleo más bajo del lugar se distribuye a ambos lados de la carretera. Abre el casco urbano una elegante casa de formato cúbico y tres alturas. Hoy es conocida en el lugar como "Casa del Carrero", y la fachada principal va en sillería de buena factura y junturas "a hueso", mientras que los otros hastiales van enlucidos y con cadenas de sillar. Se cubre con un tejado a cuatro aguas sobre doble alero, y todos sus vanos son cuadrangulares a excepción del acceso, que consta de un arco rebajado. Culmina la fachada un escudo barroco del siglo XVII. Por su situación, esta noble casa debió estar relacionada con el puente que salva el río a pocos metros de ella. Frente a este inmueble se levanta una casa en mal estado, con tres alturas, tejado a dos aguas y arco de medio punto sin moldurar en su acceso. Cerca, otra casa de similar formato tiene fachadas enlucidas salvo los sillares de las esquinas, los enmarques de los vanos y el paño de en torno a la puerta, que es de medio punto con dovelas sin moldurar.

El puente, de soberbia construcción, debía tener cinco arcos, de los cuales el central fue destruido, tal vez en alguno de los conflictos bélicos del XIX, y actualmente muestra una reconstrucción de cemento muy poco acertada. Tiene aún los tajamares correspondientes a los cuatro arcos que han sobrevivido.

En cuanto a la zona alta de Errotz, encontramos en primer lugar un lavadero, con pila cuadrangular adosada a uno de los muros y cubierto por una construcción de piedra bajo tejado a doble vertiente, que apoya en una estructura de madera. Al exterior, lleva adosada una fuente de piedra con pila y "aska".

Llama poderosamente la atención un conjunto de cuatro casas construidas a un tiempo y, al parecer, por iniciativa de una persona. Componen un bloque de desarrollo horizontal, en la acera septentrional de la llamada "Kale Berria". Van en mampostería sobre un zócalo de piedra de sillar, que también afecta a las esquinas y a los enmarques. Los accesos son arcos rebajados, y cada una de las casas lleva un balcón sobre la puerta. Por encima, figuran los nombres que reciben cada una de las casas: "Etxeberria", "Goienetxea", "Simonanea" y "Jesusenea". En el tramo central de la construcción, una inscripción reza: A.D.O./ D. NORBERTO GOYENECHE/ Y SU ESPOSA/ D. SIMONA GOICOECHEA. AÑO DE 1832. Caro Baroja, que reparó en este curioso conjunto e hizo incluso una pormenorizada descripción de su interior, tuvo noticias que apuntaban que Norberto Goyeneche fue algún notario de relevancia, y que hizo construir estas casas para él y sus hijos, que a la sazón se llamarían Jesús y Simona. En uno de los extremos de esta calle nos encontramos una casa que sigue un tipo muy común en la zona, con fachada enlucida y con cadenas de sillar, tejado a dos aguas, y vanos cuadrangulares salvo la puerta, que va con arco de medio punto. En el extremo opuesto, en la salida hacia Pamplona, una casa de tres alturas y fachada de piedra muestra arco de medio punto en la entrada, y escudo barroco por encima.

Caro Baroja también reparó en "Sastrerena", caserón del XVIII en cuyo interior observó una cocina con chimenea central sobre pechinas. Hoy en día esta casa, de desarrollo horizontal y tres alturas bajo tejado a doble vertiente, es un establecimiento de hostelería. Lleva fachadas encaladas y con las consiguientes cadenas de sillar.

La calle de San Babil muestra varias casas nuevas lamentablemente rodeadas de altas tapias, totalmente extemporáneas, que convierten las calles en meros pasadizos y que ignoran el antiguo sentido de la vida en colectividad, que presidía la vida de los pueblos navarros. La casa parroquial, adosada a la propia iglesia, lleva fachadas encaladas con cadenas de sillar, tres alturas y vanos cuadrangulares con la salvedad del acceso, que se abre mediante arco de medio punto muy moldurado. En la salida hacia Pamplona- Iruña, encontramos otro caserón con tejado a doble vertiente y doble alero, cuatro alturas y fachadas en mampostería que seguramente iban enlucidas en origen. Se accede mediante un arco de medio punto, sobre el que se lee la inscripción: ESTA CASA LO HYZO/ JUAN MARTÍN URNIZA Y MARÍA SENOSIAIN/ AÑO 1816.

Ermitas

Pérez Ollo registra la ermita de Nuestra Señora de la Asunción, abandonada y que al parecer se utilizó como capilla cementerial. Su imagen titular se custodia en la parroquia.

Parroquia de San Babil

Se trata al parecer de un templo medieval en origen, del que quedarían algunos vestigios, remozado como en tantos otros casos en el siglo XVI en un lenguaje tardogótico. Presenta una única nave dividida en dos tramos y rematada por una cabecera en testero recto. El primer tramo recibe un tratamiento diferente, con menor anchura y diferente cobertura, por lo que podría ser más antiguo que el resto. La cabecera se abre por el lado del Evangelio mediante una pequeña capilla cuadrada, a modo de embrionario transepto, mientras que en el lado contrario se abre hoy la sacristía. Prolonga el volumen de la capilla una escalera de acceso a la torre, mientras que por el lado opuesto el volumen externo de la sacristía tiene su prolongación en un pórtico. Los muros van en sillarejo y se refuerzan por estribos. A los pies del templo se levanta un coro alto de obra, moderno. Los muros se perforan mediante un rosetón en el paño de la cabecera y otra ventana de derrame externo y con remate de medio punto en el lado de la Epístola, además de algún otro hueco moderno. La puerta se abre en el mismo lado. Se cubre este templo mediante dos tramos de bóveda de crucería del XVI, de perfiles estrellados y cuyos baquetones apoyan en ménsulas. Al exterior, llama la atención el volumen prismático de la torre, que en su parte inferior queda englobada por la planta de la casa parroquial. Las campanas se cobijan mediante dos arcos de medio punto. Como se ha dicho antes, un pórtico simple y construido en época moderna da continuidad al volumen de la sacristía por el lado meridional. La portada consta de un arco de medio punto sin moldurar, con 11 dovelas largas y estrechas, que parece importado de la arquitectura civil y nos remite sin duda al siglo XVI.

El retablo mayor es manierista y cabe datarlo como de principios del XVII. Su traza consta de banco, dos cuerpos de tres calles y ático. Se articula mediante columnas de capitel compuesto, y el ático con aletones y frontón curvo. Su mazonería consta de relieves en banco (Evangelistas, Última Cena, Oración en el Huerto) y en las calles laterales (San Miguel, San Juan Bautista, Nacimiento, Visitación, Virtudes). La talla de San Babil es moderna. El ático está ocupado por Jesús entre Moisés y San Pablo. El sagrario es de la misma época. En el expositor se exhibe la imagen titular de la ermita de la Asunción. Se trata de una talla de la segunda mitad del siglo XIII, restaurada y repintada en el siglo XX.

En la capillita situada en el lado del Evangelio de la cabecera se encuentra un retablo manierista dedicado a la Virgen. Consta de banco, un cuerpo de tres calles articulado con columnas salomónicas y ático. La talla titular es moderna, pero tiene varios relieves de la época (Virtudes, Santa Catalina, Santa Bárbara), obra de un taller de segunda fila.

La pila bautismal es medieval, y se compone de basa cuadrada, fuste prismático y taza gallonada, decorada por un ensogado y por estrellitas inscritas en hexágonos.

Como suele ser habitual, en la sacristía se custodian diversas piezas de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)