El valle de Ulzama se vio envuelto en un proceso de brujería en el año 1575. Entre los supuestos brujos figuraban algunos de Elso. El bachiller Ozcoidi se trasladó a la Ulzama, efectuando varias detenciones. En este caso se impuso la moderación gracias a los buenos defensores que encontraron los encartados entre sus convecinos. La primera sentencia condenó a tres de los acusados a cinco años de destierro, pero fueron posteriormente rebajadas sus penas al pago de una pequeña multa. En cumplimiento de la ley de desamortización del I de mayo de 1855 se vendieron en esta localidad, en 1863, dos fincas rústicas. [Ref. R. G. Ch. "La Desamortización Civil en Navarra"].