Michel Elizanburu nació en Heleta (Baja Navarra) en 1826 y utilizó el pseudónimo "Frère Innocentius". Fue primo del conocido escritor Jean Baptiste Elizanburu. El padre de Michel Elizanburu fue responsable de los aduaneros y cuando le fue dada la órden de partir hacia Irube (Lapurdi) para trabajar, toda la familia se trasladó al lugar. Al cabo de unos años, Michel inició sus estudios en el centro La Salle de Baiona, lugar en el que estudió durante algunos años. Tras hacer el noviciado en Toulousse (Francia), fue nombrado profesor en Dax (Francia). Parece, además, que las autoridades del momento tenían en buena estima a Elizanburu, y es que con apenas veintidós años fue enviado a Hazparne (Lapurdi) como profesor y director de la escuela local. Precisamente vivió en Hazparne hasta su muerte en 1895. Todos sus trabajos fueron escritos entre 1889 y 1892.
Ideológicamente xuria, Michel Elizanburu escribió principalmente sobre historia y tradición vasca. En 1889 apareció en Baiona Lehenagoko eskualdunak zer ziren [=Qué eran los antiguos vascos], una alegoría de la vida tradicional vasca. Ya de adulto escribió principalmente sobre la época de su infancia, con el objetivo de mostrar aquel contexto tradicional. Según Elizanburu, se habían producido enormes cambios entre la época de su infancia y la de su madurez. Como se ha indicado al comienzo, el de Heleta trató de mostrarse favorable a la tradición cristiana y conservadora: la vida que aparece en la obra mencionada es pobre, los personajes que la integran apenas tienen recursos a mano; sin embargo, muestran y demuestran que no necesitan más para vivir. Dicho de otra forma y siguiendo a Salaberri (2002: 195), parece que Elizanburu quiso mostrar que aquella gente, a la vez que sumamente pobre, era sumamente "limpia", y así debería de ser hoy en día también. Elizanburu quiso, por decirlo de alguna manera, reconstruir el modelo a seguir de una familia recta.
Michel Elizanburu también escribió en el semanario Eskualduna. Sus artículos fueron recogidos algunos años después en un único tomo titulado Zer izan diren eta zer diren oraindo Framazonak munduan [=Qué han sido y qué son todavía las Framazonas en el mundo]. Parece que la obra se publicó sin indicar el nombre del autor, el lugar de impresión y la fecha de publicación. Sin embargo, gracias al historiador Jules Vinson sabemos que un tal Frère Innocentius (es decir, Michel Elizanburu) fue el autor de la obra. El propio Vinson declaró que la obra era de 1890, pero parece que en una copia que se guarda en el Museo Vasco de Baiona se menciona el año 1889 (Fraile 1988).
Por lo que respecta al contenido, Elizanburu realiza fuertes denuncias mediante argumentos directos y crudos, todos ellos en concordancia con la situación sociopolítica agitada que se vivía a finales del siglo XIX. Ha de tenerse en cuenta que la Revolución Francesa se produjo en 1789 y que trajo profundos cambios en algunos aspectos de la vida cotidiana como la religión (es decir, cambios incomprensibles e inasumibles para un xuri como Elizanburu). Según Gabriel Fraile (1988), a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX fue habitual mencionar a los masones como inductores de la revolución y comenzó, asimismo, a mencionarse la presencia de judíos. Dicho de otra forma, comenzó a hablarse de masones y judíos como "culpables" de los cambios sucedidos. Al fin y al cabo, a lo largo del siglo XIX se produjeron profundos cambios en numerosos aspectos: desde en la religión, hasta en la ciencia. Ante tal situación, numerosos sacerdotes y hombres de la iglesia trataron de proteger y salvaguardar los valores cristianos tradicionales, y en dicha senda han de situarse los propósitos y trabajos de Elizanburu.
En 1890 apareció Framazonak, bigarren edizionea, eta Frantziako hirur Errepubliken ichtoria laburzki [=Framazonas, segunda edición y breve historia de las tres repúblicas francesas]. En dicho trabajo se recoge la anterior colección de artículos, y a ellos se suman textos sobre la Revolución Francesa, sobre las tres repúblicas francesas y sobre los males sociales que azotaban Francia en el siglo XIX. A pesar de lo que indica el título, la obra de 1890 no es un trabajo sobre historia, ya que los propios motivos que movieron a Elizanburu a escribirla estaban muy lejos de los propósitos de cualquier historiador. Se trata, básicamente, de la continuación del trabajo anteriormente publicado. Es, además, una obra muy irregular: no hay, por ejemplo, equilibrio alguno entre el contenido de un capítulo y otro, en ocasiones el autor describe ampliamente y con gran precisión y en otras ocasiones le basta dibujar una escena para describir toda una época, etcétera. En cuanto a las ideas, se mostró totalmente conservador y, básicamente, se limitó a desarrollar las ideas ya presentadas en el primer Framazonak: ante la pérdida de valores tradicionales a pasos agigantados, denunció dicha pérdida y buscó entre los masones y los judíos a los culpables. Habló a favor del rey (usualmente se menciona que llegó a compararlo con Jesucristo) y contra la república y los republicanos, todo ello con gran viveza y fuerza.
En cuanto al estilo de Elizanburu, escribió con un tono bronco y enfadado, sin ninguna piedad hacia los que él creía enemigos. Empleó un estilo vivo, fuerte, rudo y, a su vez, popular, no demasiado trabajado.
Junto a los trabajos ya mencionados, Elizanburu también escribió algunos poemas sueltos y la biografía del fundador de los centros escolares La Salle: Joannes Batista dohatsuaren bizia (1891) [=Vida del bienaventurado Joannes Batista], trabajo en el que se narran las andanzas de Batista a lo largo de los siglos XVIII y XIX. En el ámbito religioso, publicó el trabajo Sakelako liburuchka edo giristino guzientzat on den esku liburu ttipia (1982) [=Librito de bolsillo o pequeño manual bueno para todos los cristianos].