Villes

Egillor

El casco urbano, ciertamente reducido, debió consistir antiguamente en poco más que la iglesia y el palacio, así como una o dos viviendas aisladas, aunque recientemente se han edificado casas de nueva factura. Se encuentra en una leve pendiente, de la que la iglesia ocupa una posición centrada. A la entrada del pueblo hay una casa muy reformada, que conserva aún una puerta con arco de acceso de medio punto y dos ventanas con antepechos de piedra, abiertas en un paño de buena sillería. Algo más adelante vemos un edificio de mayores pretensiones, llamado "Berakoetxea", con planta rectangular alargada y muros de sillarejo. En planta baja se abre por un portalón adintelado enmarcado con cintas planas, y alguna cochera moderna. Por encima se suceden dos pisos con ventanas rectas. La fachada luce dos escudos barrocos. Cerca hay un lavadero público con pila rectangular y tejadillo sobre pilares.

En un extremo del pueblo hay un edificio palaciano, probablemente de fines de la Edad Media, hoy conocido con el nombre de "Beheitikoetxea". Parece haber sufrido enérgicas intervenciones a lo largo del tiempo, aunque es posible que en origen su planta constara de cuatro alas residenciales, que encerrarían un patio en medio y que estaba reforzado por dos torreones. En la parte que mira hacia el valle hay una fachada de mampostería menuda, a buen seguro enlucida en origen, abierta por varias ventanas modernas, entre las que llama la atención un vano geminado compuesto por dos arquillos de medio punto, más pilar central y con antepecho decorado con bolas. La puerta es un medio punto de grandes dovelas, que al igual que la citada ventana puede datar de principios del siglo XVI. A la parte trasera se adosa una casita de menores pretensiones, llamada "Apezetxea".

  • Ermitas

Existió una ermita dedicada a San Cristóbal, a una media hora de camino de Egillor hacia el monte y junto a una balsa. Hoy se ha perdido. Santa Engracia se encuentra al lado de un camino viejo, y fue al parecer fundada por un tal Santiago Aramendía en el año 1764. Tiene planta rectangular muy sencilla, con el acceso, que consta de puerta adintelada simple, abierto en el muro de la Epístola. Sus muros son de mampostería y sillarejo, con restos de enlucido, y se abren por una ventanita en el lado de la Epístola. La cubierta es un tejado a dos aguas, sobre estructura de madera. El interior va presidido por un retablo rococó del siglo XVIII, con decoración de rocalla que enmarca una representación de la Santísima Trinidad.

  • Parroquia de San Miguel

La iglesia, pertenece a un tipo de gran éxito en el ámbito rural navarro en el tránsito del siglo XII al XIII. Su planta consta de una única nave, dividida en tres tramos de desigual longitud, más una cabecera poligonal de tres lados. El acceso se practica desde el lado de la Epístola, en su segundo tramo, y va cobijado por un pórtico. En el muro septentrional vemos en cambio la escalera intramural de acceso al coro y a la torre. En el tercer tramo se añadió una capillita lateral poco profunda, y la sacristía es una estancia de planta irregular adosada a la cabecera, también por el lado de la Epístola.

Los muros son de sillería, mejor escuadrada y de mayor tamaño en la parte correspondiente a las ampliaciones, es decir sacristía y pórtico meridional. Se perforan en alto por tres ventanas. Una de ellas, en el eje de la cabecera, va oculta por el retablo, pero al exterior se ve su traza apuntada y trilobulada. Las otras van abiertas en el muro de la Epístola y en el muro de los pies, y son más sencillas.

La nave va cubierta por una bóveda de cañón apuntada, típica del momento de construcción del templo, con arcos fajones del mismo perfil, que apean sus cargas en los muros perimetrales merced a ménsulas lobuladas encastradas a media altura. La cabecera se resuelve mediante una bóveda de tres paños, articulados mediante gruesos nervios que apean en ménsulas idénticas a las de los arcos fajones.

Al exterior destacaremos la torre, que se alza sobre el primer tramo de la nave, como suele ser habitual. Va en sillería, aunque el lado que apoya directamente sobre el trasdós de la bóveda va en mampostería más ligera, enlucida. Su fuste es corto y macizo, y se perfora en alto por los huecos para las campanas. Al lado de la Epístola se adosa, como va dicho, un pórtico añadido a posteriori, con dos arcos apuntados en su frente, que apean sobre pilar central de sección cuadrangular, más otro arco en un lateral. La puerta es un sencillo arco apuntado, con nueve dovelas bastante desarrolladas y sin decoración, a excepción de una moldura resaltada en la línea del salmer.

El presbiterio va ocupado por un retablo moderno, ejecutado en estilo ecléctico a principios del siglo XX. Su imaginería es moderna y sin demasiado interés artístico, pero incorpora una talla de la Virgen con el Niño propia del siglo XIII, aunque Clara Fernández-Ladreda sugiere la posibilidad de que se trate de un ejemplar más moderno, ejecutado en estilo arcaizante. Se asemeja al ejemplar de Aós (Lónguida), y presenta a María frontal y sedente, con Jesús sentado sobre su rodilla izquierda. Al parecer ha sido muy reformada en siglos posteriores. Cerca vemos un púlpito de yeso del XVII.

En el muro del Evangelio cuelga un Crucificado barroco del siglo XVII, de estilo tosco y popular, y en la capilla del mismo lado se encuentra una talla de bulto de San Cristóbal, romanista y procedente de la ermita homónima desaparecida.

Junto a la puerta, en el lado de la Epístola, se puede ver una lauda sepulcral de piedra, con dos escudos barrocos, uno de ellos con yelmo por timbre, y la inscripción: ESTA SEPULTURA ES DE LORENZO MUNARRIZ Y MARIA DE GOÑI SU MUGER Y DE SUS SUZESORES AÑO DE 1678. En la sacristía se custodia, además de alguna pieza de platería, una talla de Santa Engracia, gótica del XIII, trasladada desde la ermita de su nombre.

  • CARO BAROJA, J.: La casa en Navarra, Pamplona, vol. II, C.A.N. 1982, pp. 515.
  • FERNÁNDEZ LADREDA, Clara: Imaginería medieval mariana, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1988, pp. 353.
  • GARCÍA GAÍNZA, M.C. (et. alt.): Catálogo Monumental de Navarra, vol. V**, Merindad de Pamplona, Imoz-Zugarramurdi Pamplona, Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1996, pp. 476-479.
  • PÉREZ OLLO, Fernando: Ermitas de Navarra, Pamplona, C.A.N., 1983, pp. 81.
  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. alt.): Navarra, guía y mapa, Estella, C.A.N. 1983, pp. 219.

JAS 2009