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Hay gran abundancia, señala Colas, de estelas funerarias, pero la mayoría tienen su contorno bastante estropeado, en especial en su parte superior, debido a su pésima conservación; en algunos casos, se trata tan sólo de fragmentos, a partir de los cuales se han tratado de reconstruir. Merece especial mención una estela que presenta un trabajo bastante cuidado, perteneciente al cementerio de la casa Garat. Tiene un diámetro de 0,53 m. y un grosor de 0,09 m. La parte central no tiene más decoración que una cruz muy elaborada; sus brazos son bastante curvados y en sus cantones se ven cuatro círculos. El nombre del difunto está rodeando a esta decoración, siendo el tamaño de sus letras no excesivo. El pedestal de la estela se ha encontrado en buenas condiciones debido a que fue enterrado en su mayor parte. En él se ve la fecha de 1644, y bajo ella una serie de utensilios que parecen ser de carpintería: regla, compás, martillo, etc. Como estela muy antigua podemos calificar una cuyo diámetro es de 0,45 m. y su espesor de 0,18 m.; éste último, un poco exagerado frente al primero, confiere a la estela una sensación de pesadez. En ella observamos un claro antropomorfismo; su talla no es muy cuidada, sino que resulta algo burda. No puede leerse en ella ningún nombre o fecha, y únicamente presenta como decoración: una media luna, un sol, una rueda solar, una Tierra en la cual está apoyada la letra T (tal vez una cruz deteriorada) y una estrella, todo ello tallado de forma primitiva. En la parte posterior está la cruz de Jerusalén. [Ref. Colas: «La T. B.»].

Figura citado en una carta de la abadía de Lahonce en 1584. Su iglesia dependió de la de Béhaune. El prior de Béhaune, Marc-Antoine d'Eliceiry, que ocupaba también el cargo de vicario general de Dax, tuvo en 1669 un singular proceso ante el Parlamento de Navarra con su hermano, Saint-Simon, sobre el nombramiento de una serora en St.-Martin; sin embargo, los principales propietarios de la localidad disputaron a uno y otro el derecho que pertenecía a todos, y dieron, por acta notarial del 17 de febrero de 1669, el derecho de proceder a dicha nominación a Tristán de Pagadoy y Joannes d'Idiart, siempre que «el dicho señor y el Prior de Eliceiry no tuvieran al respecto más derecho que cada uno de los contribuyentes». Este hecho deja patente que, incluso en el interior de nuestras montañas, el tercer estado no dejaba de enfrentarse contra las pretensiones frecuentemente arbitrarias y despóticas de la nobleza y el clero. Al sobrevivir los acontecimientos revolucionarios las cuatro iglesias del valle, Saint-Martin, Ascombeguy, Saint Etienne y Béhaune, fueron unidas a la de Béhaune para formar una sola parroquia.

Ainhoa AROZAMENA AYALA