Quartiers

CHAMBRE D'AMOUR

El pequeño barrio de la Chambre d'Amour, que pertenecía al municipio de Anglet, se llamaba Igasc en 1193 y Hégat en el s. XII; ha tomado su nombre de una gruta situada al borde del mar. Esta cavidad, por otra parte poco profunda, no es hoy lo que fue en otros tiempos, ya que el mar se ha retirado, la han invadido las arenas y está completamente cubierta. Hace poco tiempo sólo se podía entrar arrastrándose; la bóveda, rebajada, estaba habitada por una generosa fauna marina y surcada de fechas y nombres. Haría falta una bibliografía especial para exponer todo lo que se ha dicho sobre la Chambre d'Amour y sobre todo sobre su leyenda. Ludman fue el primero que pretendió recoger, en Anglet, la leyenda de la Chambre d'Amour, «cuyo recuerdo se mantiene en los cantos vascos»: dos enamorados, sorprendidos por la marea, se habían ahogado en la gruta que está al pie de la meseta de Biarritz y que se llama Chambre d'Amour. Es una leyenda que no tiene nada de vasco y que no se conoce en el país. Ludman llama al joven Hura, y a la muchacha Héderra; sin duda hay que leer hura o ura, el «agua», y ederra, la «bella», pero no se trata aquí de nombres de personas. Otros escritores han hablado de esta aventura novelesca que, según Ludman, tuvo lugar al final del s. XVII, y dan otros nombres a los personajes. Así, H.V.P. Levere (Sous les drapeaux, Bayonne, 1862, en 12.ª pág. 13-25), les llama Laurent y Marie. Garay de Monglave (Courrier de Bayonne, 19 de marzo de 1852) les llama Lelo y Chouria). A estos detalles tan precisos, J. Vinson añade: «Auguste Bouet, capitán de altura, publicó en La Gironde, de Burdeos, en 1835, una variante de esta historia, bajo el título de La Chambre d'Amour, legende de la côte basque. Fue reproducida por el Sentinelle des Pyrénées, en folletín, en sus números del 9, 12 y 14 de enero de 1836. Los héroes de la novela son un contrabandista llamado Saubad y una joven «basquaise» (sic) llamada Merilla. Bouet la reimprimió en las páginas 291-339 del tomo segundo de su novela Singhy le Malais, historia india, por Auguste Bouet, capitán de altura, autor de Pirate et Corsaire, París, Baquer et Pistau, 1842, 2 vols. en 8.ª de (IV) (VIII), 364 y 342. Creemos que la primera variante de la leyenda ha sido contada por Jouy en su libro en otros tiempos célebre L'Hermite en province, suivi de l'Hermite de la Chaussée d'Antin du FrancParleur et de l'Hermite de la Guyenne, París, Rillet, 1818, t. 1.°, que contiene un grabado sobre cera, de Daures, reproduciendo la muerte de los héroes de la leyenda. Presenta esta versión que reproducimos abreviándola: «Hacia el fin del s. XVII, vivían en el pueblo de Anglet la joven Saubade, hija única de un pastor rico, y Laurens, un pobre pescador huérfano. El amor en que ardían mutuamente no era un secreto para nadie. Pero el padre de la joven era rico. Laurens no tenía fortuna y esta circunstancia levantaba un obstáculo insuperable entre los dos amantes. A pesar de todo se hicieron el juramento de pertenecer el uno al otro hasta la muerte. El padre de Saubade salió una mañana, y apenas se alejó, se juntaron los dos amantes, se dirigieron al borde del mar y se refugiaron en la gruta al pie de la cual las olas venían a romper con estrépito. Se olvidaron de la prudencia, aunque las olas iban creciendo sin cesar y vinieron a sitiar la entrada del reducto en el que estaban refugiados, invadiéndolo y, a pesar de los esfuerzos sobrehumanos pronto convirtieron en cadáveres estos cuerpos jóvenes y encantadores. Golpeados durante mucho tiempo por las olas, que no pudieron separarles, Saubade y Laurens fueron lanzados sin vida cerca de la roca que fue a la vez para ellos un templo y una tumba. Es desde entonces que esta gruta, consagrada por el recuerdo de este acontecimiento funesto, recibió el nombre que aún lleva de "Chambre d'Amour". Casi todos los príncipes y grandes personajes que han pasado por Bayona no han dejado de ir a visitar este lugar novelesco. El año mismo de su llegada a nuestra ciudad, la reina de España, Marie Anne de Neabourg, fue allí en compañía de la duquesa de Linares, pero el aspecto de la gruta impresionó tanto a la nerviosa «camarera mayor», que rehusó entrar y obligó incluso a la reina a volver en seguida a Bayona. En 1807, la reina Hortensia hizo un paseo en artola con su desgraciada amiga, la señora de Broc, y al año siguiente le tocó a la emperatriz Josefina. En cuanto a Napoleón, tomó varias veces como objeto de sus excursiones a caballo la gruta. La Chambre d'Amour ha cambiado de aspecto. Villas numerosas y confortables han sido construidas por todas partes y el conocido establecimiento de baños. Es verdad que la costa ha perdido su aspecto de grandeza salvaje y que el mar no tiene ya esa fisonomía terrible que cobraba al lanzar sus olas a esta playa en otros tiempos triste y desierta.-D.