Compositeurs

Beobide de Goiburu, José María

Organista y compositor. Nacido en Zumaia (Gipuzkoa), el 25 de noviembre de 1882. Murió en Burgos, el 1 de marzo de 1967.

Inició sus estudios musicales en su villa natal con Antonio Trueba, organista de la parroquia, los continuó en Pamplona con Samaniego y en Madrid, en el Conservatorio, con Llanos, Grajal y Fontanilla. A los dieciocho años los jesuitas le llevaron como profesor al Colegio de Quito (Ecuador). Nombrado por el gobierno ecuatoriano, de 1902 a 1906 desempeñó una clase en el Conservatorio Nacional de Música de Quito. Debido a la gran altura en que está enclavada esta capital, su clima perjudicaba la salud de Beobide y marchó a Nueva York. Le propusieron ocupar la plaza de organista de la catedral de Filadelfia que no aceptó por estar dedicada al culto protestante. Regresó a su tierra y ejerció el profesorado en el Colegio Salesiano de Barakaldo y seguidamente en el Real Colegio de Alfonso XII, de El Escorial. En Burgos, donde contrajo matrimonio, ejerció las piezas de organista y maestro de capilla del Colegio de la Merced, de padres Jesuitas. Mediante oposición, y con el número uno, en 1930 ganó la cátedra de música de la Escuela Normal del Magisterio, de Pamplona / Iruña. Diez años después ingresó en el claustro de la Academia de Música Pamplonesa, que al ser convertida en 1957 en Consertorio "Pablo Sarasate", lo nombró subdirector. En el Congreso de Música religiosa de Sevilla obtuvo premio por un Ofertorio cromático, y en un concurso de la Biblioteca Sacro-Musical (que fundó Pedrell) logró un primer premio por una Misa a tres voces.
Distintas casas editoriales francesas, alemanas y norteamericanas han impreso obras para órgano de Beobide que se destacan por su estilo refinado y solidez técnica similar a la que presenta la escuela de órgano francesa del siglo XIX, y por la armonía, modulativa y con empleo profuso del cromatismo. Una pieza religiosa de Beobide que ha alcanzado gran difusión y popularidad es Dulce Madre, Virgen Pura, cantiga a tres voces iguales solas o con acompañamiento, grabada en discos; con letra inglesa lo ha sido en Filipinas y se interpreta mucho en Japón. Beobide ha compuesto páginas profanas para órgano y para canto y piano. Una, destinada al instrumento nombrado, es: El eco del valle, que toca numerosas veces en el órgano electrónico el concertista Luis Taberna, profesor del Conservatorio de Música "Pablo Sarasate", de Pamplona / Iruña, en sus recitales tanto en el país como en el extranjero, obteniendo grandes éxitos, ya que es composición de gran efecto; otra es Suite Davídica, de la que el autor estaba satisfecho, extraño en él, que retocaba mucho las producciones, pues era crítico severo de sí mismo.
Para bastantes piezas vocales escribió la letra, como la de la Canción del filandes, que interpretó el gran tenor navarro Julián Olaz y la impresionó en discos. Realizó un viaje a Italia en el "Rex" en travesía organizada exclusivamente para músicos; tuvo la agradable e inesperada sorpresa de ser recibido en Roma por el abate Perossi, director de la Capilla Sixtina del Vaticano, que conocía y admiraba sus obras y quiso ser el primero en darle la bienvenida. Concienzudo y original armonista, de tendencias modernistas, es autor de varias colecciones de canciones populares armonizadas para piano; una, es de burgalesas, otras de vascas... la primera contiene dieciséis, se halla editada y la precede un atinado preámbulo literario original de Luis Belzunegi, maestro de capilla de la catedral de Burgos. Al cumplir Beobide las bodas de oro matrimoniales, sus hijos le hicieron el obsequio de un disco con piezas suyas, impresionado por el eminente concertista de piano José María Medina Labrada que contiene: Intermezzo sinfónico cromático, Seis canciones populares burgalesas, Gavota y En Igueldo (Vals); son bellas composiciones, de inspiradas melodías y, en cuanto a las Canciones burgalesas, se aprecia en ellas su acertado y personal modo de armonizar. La cubierta del disco presenta un acertado retrato a pluma del autor, realizado por su hermano el escultor Julio Beobide. Quince días después falleció el maestro, que fue colaborador del instituto "Diego Velázquez" Consejo Superior de Investigaciones Científicas", vocal del pleno de la Institución "Príncipe de Viana" y Académico correspondiente de la Institución "Fernán González", Academia Burgense de Historia y Artes.