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BEGOÑA

Begoña existía ya antes de la fundación de Bilbao, el 15 de junio del 1300, como atestigua la carta fundacional de esta villa. En término de Lujua fue hallada una inscripción que decía Becunienses hoc munierunt, lo que ha hecho suponer que mencionara a los begoñeses. En Begoña se erigieron, en la Edad Media, las casas torres banderizas de Arbolancha, Careaga (condes de Mayorga), comprada ésta por el linaje de los Leguizamón a finales del s. XIV y que fueron patrones del lugar, y la de Marquina en el barrio-núcleo de Uríbarri, llamada después «palacio-torre». D. Juan, señor de Vizc., concedió en 1375, a la villa de Bilbao, la jurisdicción sobre sus labradores censuarios en Arrigorriaga, Galdácano, Zarátano, Vedia y Lemona. El apeo y amojonamiento de la villa con estos pueblos se efectuó 10 años después y, desde entonces, los representantes de la villa efectuaron periódicas visitas de inspección. Pero, donde principalmente ejercía su tutela Bilbao era sobre Deusto, Abando y Begoña. Bilbao tuvo en la anteiglesia de Begoña, desde su fundación en 1300, la jurisdicción acumulativa en parte, y privativa en distintas casas. Es -dice Labayru- la anteiglesia que contó con más hogares avecindados en la villa. «Jurisdicción que, con el tiempo y a causa de no hacerse las visitas en la anteiglesia y sus términos, se fue perdiendo. Y aunque se litigó, la villa descuidó la defensa. De las casas de Begoña percibía Bilbao muchos maravedís, principalmente por los derechos de lanzas mareantes. Según las matrículas formadas en 1511 y 1514 se cargaron en favor de la villa todas las casas fogueras de Begoña, y ya al final del siglo, sólo se registraron 8. Y eso que Begoña fue de las anteiglesias más pobladas en las cercanías de Bilbao. Las casas fogueras de Begoña pagaban 3 reales y medio al año al municipio bilbaíno». En un apeo anterior a los años mencionados figura un total de 113 vecinos de Begoña pertenecientes a Bilbao. (Labayru: «H. G. S. V.», t. II, 467-469). En el del año 1500 efectuado por el licenciado Cueto figuran como barrios de Begoña: Uribarri la de Yuso Lozoño Artazurina Zuazo Goiri Zurbarán la de abajo. Larracoechea Zurbarán la de Arriba. Iturriaga Ocharcoaga El núcleo de Begoña es el primero de ellos. Durante la segunda parte del s. XVI se arrastró un interminable pleito entre los vecinos de Begoña, por una parte, y los patronos de la iglesia, por otra, sobre la preeminencia en la misma. En 1718 el pueblo de Begoña, amotinado contra el traslado, de parte real, de las aduanas, saqueó e incendió el palacio de los Leguizamón. No habían transcurrido aún cien años cuando los begoñeses se lanzan nuevamente a la calle, esta vez en la llamada zamacolada, revuelta fraguada principalmente en Begoña (1804) que corrió con rapidez a Abando. Por esta participación de los begoñeses en el disturbio, Begoña fue despojada, en 1805, del título de «muy noble y muy leal...» que venía ostentando. Por su situación estratégica sobre una altura que domina Bilbao, Begoña ha sido uno de los lugares más codiciados para el ataque y defensa de la villa. Así en 1812, los bilbaínos rechazaron a los franceses que querían recuperar Bilbao. Durante las guerras carlistas, tanto desde Begoña como desde Abando y Deusto las tropas hostilizaron a la ciudad sitiada. Begoña sufrió las consecuencias del bloqueo y de la destrucción de varias de sus obras, tales como el palacio del marqués de Vargas reconstruido más tarde. Tomás de Zumalacárregui fue herido, durante la primera guerra en el lugar, muriendo poco después. En el sitio de 1874, los forales de Vizc. se hicieron fuertes en el recinto de la iglesia y un año más tarde se enfrentaron con los carlistas en la acción de Arbolancha. En junio de 1937 son también los altos de Deusto y Begoña los escenarios prelíminares a la caída de la villa. Roto el Cinturón de Hierro de Bilbao, el 16 de junio la Junta de Defensa Provisional da la orden de evacuación de Achuri, Santiago, Begoña y Deusto. El 17, mientras los Flechas Negras italianos se van apoderando de la orilla derecha de la ría, una segunda columna se dirije a Baracaldo cañoneando desde Luchana y una tercera, marchando hacia el O., ocupa Galdácano y se aproxima a Begoña. Comienza la batalla de Archanda, alto que es tomado por los nacionales a las 18,30 y recuperado por los vascos al anochecer, consiguiendo éstos mantenerse hasta el día 19 La última defensa, desesperada, de Bilbao se debate el 18 en Deusto, Lezama, Begoña, Santutxo, Campo de Volantín y Uribarri. El 19, día de la caída, a partir de las 14 horas comienza la toma de posiciones para la penetración nacional en el casco urbano de la capital vizcaína. Las tres vías son Artxanda-Deusto, Begoña (V Brigada) y Galdácano. Desde estas alturas, a las 15, las tropas nacionales descienden sobre Bilbao. El 20 los generales Franco, Dávila y López Pinto oyen misa en la Basílica de Begoña.