Municipalités

AUZA

Urbanismo y construcciones civiles

Como ocurre en otros lugares del entorno, el casco urbano de Auza se dispone en la carretera, siguiendo en parte su trazado, pero con una calle principal que sale de la propia carretera en sentido perpendicular, y en la que se ubica la mayoría de las casas.

Junto a la iglesia hay una casa de tres alturas, de sabor antiguo, con la fachada enlucida pero con sus frentes laterales mostrando una mampostería menuda, bajo tejado a dos aguas. En el hastial principal hay un pequeño balcón y una balconada de madera que la cruza en alto. Justo en frente, todavía en la carretera, nos encontramos con un soberbio caserón dieciochesco, de planta cuadrada y cubierta con un tejado a cuatro aguas con amplios aleros. Los muros van enlucidos, pero salvan cadenas de sillar en las esquinas de los paños y en los enmarques de los vanos, además de un amplio paño de muro, en planta baja, que resalta la fachada principal del inmueble. Se abre por huecos bien ordenados, rectos a excepción de la puerta, que lleva arco de medio punto, y de algún ojo de buey de perfil elíptico. Delante hay una fuente moderna. También se encuentran en este ámbito algunas casas modernas, entre las que señalaremos algún interesante chalet vasco, así como un edificio alargado, de dos alturas, que pudo ser antiguamente cuartel de carabineros.

Como se ha dicho, el núcleo principal consta de una calle que parte de la carretera junto a la fuente antes citada, y que asciende en suave pendiente, siguiendo el curso de una pequeña regata, que transcurre por este tramo perfectamente canalizada. Las casas siguen un patrón bastante marcado, con plantas rectangulares que dan frente a la vía pública por uno de los lados cortos, tres alturas y tejados a doble vertiente, con amplios aleros y con los caballetes dispuestos de manera paralela a la dirección de la calle. Los muros van indefectiblemente enlucidos, con las excepciones habituales. En cuanto a las ventanas, son siempre rectas y la mayoría de las puertas van rematadas con arco de medio punto. En no pocas ocasiones hay una balconada, originalmente en madera, aunque algunas han sido lamentablemente reconstruidas en cemento, que cruzan en alto las fachadas, bajo el alero. De manera individualizada, podemos significar en primer lugar un edificio que presenta su fachada enriquecida con una galería de dos pisos en madera, sobre pies derechos del mismo material y cubierta con su propio tejado. Representa un tipo que antiguamente se repetía varias veces en Auza, a juzgar por las fotografías antiguas publicadas por Caro Baroja. Otra presenta dos balconadas superpuestas, que apoyan su estructura en un contrafuerte lateral, proyección de uno de los muros, que además sirve para dar protección contra las inclemencias del tiempo a la fachada. Es esta una de las casas que Caro Baroja recoge, antes de su última reforma, con galerías de madera, en fotografías anteriores a 1936. Cerca hay otra que muestra un pequeño escudo que como único motivo lleva la inscripción, en letras góticas: CRISTO/ YESUS. Otra casa, que ha perdido su enlucido en alguna reciente reforma, tiene también contrafuerte o anta lateral, y solamente una balconada, justo bajo el alero, bajo el que se cobija. Otro inmueble protege su fachada con un soportal de dos alturas, con estructura de madera pero que apea sobre un pilar de piedra, dándole el conjunto un aspecto original y rico en volúmenes.

Algo apartada de esta calle, la casa Agirrena, se aparta del tipo más frecuente, pues lleva falsos entramados y decoración a base de rombos cerámicos. Se puede leer la fecha de 1933. La posada sigue en cambio las características del entorno, y es un bloque exento situado en el centro de una placita y debidamente identificada. Lleva vistosa carpintería de color rojo y, aunque la fachada principal del edificio se sitúa en uno de los frentes cortos, como suele ser habitual, la entrada al establecimiento se practica por otra puerta lateral. Cerca, una casa que sigue los parámetros ya reseñados, muestra en cambio su fachada en el lado más largo de su planta, adquiriendo una aspecto algo diverso. Todos sus vanos son rectos, incluyendo un portalón adintelado. Por último, una casita primorosamente reformada presenta muros de grueso enlucido, que salvan algunas zonas de sillar en el entorno de la puerta, así como en esquinas y enmarques de las ventanas. Se accede mediante un soportal que se abre mediante arco de medio punto.

Parroquia de San Martín de Tours

Se trata de un templo moderno, reedificado en 1907 siguiendo las trazas dadas por el arquitecto pamplonés José Aramburu. Sustituyó a un templo medieval del que ha quedado algún resto en la zona de la cabecera, incluyendo restos de pintura mural.

Tiene una planta de cruz latina, con una única nave dividida en tres tramos cortos, iguales, transepto marcado en planta y cabecera terminada en testero recto. A la cabecera se adosa por el lado de la Epístola, como suele ser habitual, una sacristía de planta cuadrada, y por el mismo muro meridional se adosa también un pórtico cerrado, en piedra, para dar cobijo al acceso. En el muro de los pies se encuentra el cuerpo de la torre, de planta cuadrada, y por el lado septentrional otro cuerpo para alojamiento de una escalera.

Los muros van en sillarejo y mampostería al exterior, con un enlucido de color arena muy ligero, que deja ver a tramos el aparejo y que salva cadenas de sillar en los lugares habituales. Al interior estos muros van enlucidos, y se perforan por tres ventanas abiertas en el muro sur, una por tramo, incluyendo el brazo sur del transepto, y rematadas todas con arco de medio punto. A los pies del templo se ubica un coro de obra. En la zona de la cabecera antigua se registran aún, en precario estado de conservación, unos frescos que pueden fecharse como de fines del XIII o principios del XIV, procedentes de la antigua fábrica medieval. Se presentan en dos registros superpuestos, y la iconografía recoge temas como la Virgen María o San Pedro acompañado de otros personajes, algunos de ellos con corona. Encima aparece la Virgen con el Niño, y lo que parece ser una Epifanía. En general, son escenas muy lineales, con acusada simetría y geometrismo, que mezclan una clara influencia francesa con algunos rasgos neobizantinos.

La fábrica se cubre con una bóveda de lunetos dotada además de nervios, sistema que afecta a la nave principal, cabecera y brazos del transepto. El crucero recibe una cúpula sobre pechinas, y la sacristía lleva un simple cielo raso.

Al exterior sobresale la torre, adosada a los pies, de planta cuadrada y con dos cuerpos decrecientes, separados por una cornisa, y cuerpo de campanas en sillar, que contrasta con la mampostería de los dos cuerpos inferiores, y con huecos de medio punto para alojamiento de las campanas. Tiene pequeños remates piramidales en las esquinas, y tejado a cuatro vertientes. El pórtico va cerrado, como va dicho, y es de piedra con arcadas de medio punto, incluyendo una para el acceso. La puerta propiamente dicha, muy simple, consta de arco rebajado sin decoración ni molduras.

Su retablo mayor corresponde a una recomposición lograda a base de reutilizar piezas de diferentes épocas. En su actual aspecto consta de banco, un cuerpo de tres calles y ático curvo. Se articula mediante pilastras. En el aspecto iconográfico, presenta una serie de relieves barrocos sobre la vida de San Francisco de Asís, de notable calidad y procedentes al parecer de un convento de Pamplona. Muestran composiciones algo forzadas aunque equilibradas y con valoración de los espacios vacíos. Los plegados son simples pero efectivos, algo ampulosos, y contribuyen a crear líneas compositivas de conjunto, mientras que las figuras tienen un canon alargado y elegante. La imagen titular de San Martín es en cambio una pieza gótica, de fines del XIV o principios del XV, que muestra al santo de pie, con una composición en la que predomina el bloque de material, y una rigidez e inexpresividad notables. Los ropajes son pesados y se pliegan en formas onduladas y paralelas. Por último, en el ático hay un Crucificado del XVII, de estilo barroco.

En el brazo septentrional del transepto hay un retablito bajo la advocación de la Virgen del Rosario, que como tantos de igual iconografía procede del siglo XIX, neoclásico, y con imaginería también moderna. En el lado opuesto se ubica el retablo del Sagrado Corazón, que repite traza, estilo y cronología con el arriba descrito.

Podemos encontrar igualmente una pila bautismal del siglo XII, de estilo románico. Sus proporciones son toscas y pesadas, con basa cuadrada decorada con bolas pareadas en los ángulos, fuste corto decorado con figuras de animales de las cuales dos, que figuran una serpiente y un cuadrúpedo, van entrelazadas en actitud de luchar, y taza cilíndrica decorada con arquillos de medio punto. Se custodia también un Crucificado barroco de factura irregular.

En la sacristía hay un Crucificado barroco del XVIII, así como diversas piezas de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)