Peintres

Lafuente Pascual, Rafael

Pintor contemporáneo de vanguardia, y profesor de la Escuela de Artes y Oficios, nace en Vitoria en 1936. Fallece en la misma ciudad el 8 de marzo de 2005.

Alumno en su adolescencia, desde los catorce años, de la Escuela de Artes, participa por vez primera en el XI Certamen de Arte Alavés (1954). Directamente, sin fases intermedias, se encuadra en la categoría de artistas veteranos. Esta circunstancia no le impide alzarse con el máximo galardón del concurso gracias al conjunto de óleos presentados; un mismo y genérico título para las tres obras que remitió: Figura.

Ausente en la convocatoria de 1955, vuelve a presentarse en 1956, obteniendo el tercer premio con Figuras. Años más tarde conseguirá el premio de honor en el XXVI Certamen (1969) con Figura aprisionada en su blanco. Aquel mismo año concurre al I Salón Navideño de la Caja Provincial con Oveja muerta (Homenaje al pastor vasco), lienzo con el que logra el primer premio.

Hasta mediados de los setenta, la figura humana, con algunos ejercicios de bodegón, constituye el principal motivo de interés en su obra. Es más; el primer cuadro que pintó, con diez años, fue precisamente un retrato. A diferencia de otros pintores de la tierra, el paisaje no le seduce. No es un género por el que sienta predilección alguna ni ejerza peso específico en su ejecutoria.

Es Lafuente uno de los pintores vitorianos que más pronto y más convencidamente se posiciona en favor de la elaboración de un arte de vanguardia, como lo prueba su primera exposición individual en el Salón de Arte de la calle San Prudencio. Fue en 1958. Pero las obras que exhibió entonces, muy personales, de gran potencia cromática y denso expresionismo, no encontraron el estímulo y la comprensión de sus paisanos. La falta de receptividad hacia el tipo de arte que formula, determinará que no vuelva a exponer hasta la I Anual Plástica de 1964. A mediados de los cincuenta integra el plantel de dibujantes de la empresa Heraclio Fournier, donde conoce personalmente a Carlos Sáenz de Tejada, director artístico de la firma. El desencanto sufrido con la exposición individual de 1958 amengua un tanto por su entrega a las artes gráficas, disciplina que abandona en 1966 para volcarse de nuevo y ya definitivamente a la pintura. Actividad que compaginará en los años venideros con una labor docente de la que saldrán beneficiadas numerosas promociones de jóvenes vitorianos.

En la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria imparte clase de pintura, copia de estatua y modelo vivo a partir del curso 1967-68, además de enseñar Técnicas de Expresión Gráfica en el Politécnico Jesús Obrero durante casi un decenio; entre 1976 y 1984. Acostumbraba a recordar que en el dibujo y en el dominio de la técnica descansaban los cimientos más sólidos de cualquier disciplina artística. Reiteraba entonces que con un excelente dominio técnico -equiparó en cierta ocasión la técnica del artista con la gramática para un escritor- se podrían abordar más diligentemente toda clase de indagaciones y de experimentaciones plásticas.

Nunca ha sido de su agrado participar en grupos o colectivos artísticos. Prefiere ir por libre, pero tampoco desdeña las aventuras asociativas cuando se le reclama. Por esta razón, durante la segunda mitad de los sesenta, acepta la presidencia de ANSIBA (Agrupación Nacional Sindical de Bellas Artes en la Sección de Álava), gestándose bajo su mandato en 1969 la I Bienal Provincial de Arte.

A lo largo de su trayectoria profesional no se adscribe a una sola y exclusiva técnica artística: el óleo, posteriormente el acrílico, la acuarela y el dibujo son medios de expresión perfectamente válidos para él, igual de trascendentes, a los que no atribuye jerarquía alguna. Así lo testimoniará en sus exposiciones. En octubre de 1971 dedica una muestra completa en la Sala Independencia de la Caja Provincial de Álava a la exhibición única de dibujos. También realiza exposiciones monográficas con la acuarela. Algunas de ellas, por ejemplo, en la galería vitoriana Eder-Arte, en mayo de 1975; en el Espacio 40 de la calle Correría, en junio de 1994; en la Sala Luis de Ajuria, en abril de 1996; en la galería de Berta Belaza, de Bilbao, en abril de 2000, o en la galería vitoriana de Felisa Navarro, en noviembre de 2004.