Écrivains

Zubikarai Bedialauneta, Agustín

Literato vizcaíno. Nacido en Ondarroa el 3 de noviembre de 1914, fallece el 12 de julio de 2004.

Estudió en el Seminario de Saturrarán y Vitoria-Gasteiz que abandonó por motivos de salud. Se inicia en el periodismo escribiendo en Jaungoiko-zale, Euzkadi, Gudari, Argia, Ekin, etc. Huido a Donibane Lohitzune (Laburdi) en 1936, vuelve y se incorporó al ejército como "gudari" en plena guerra asumiendo la responsabilidad de Eguna. Tras la rendición de Santoña, ingresa en diversos campos de concentración y batallones de trabajadores (Castro Urdiales, Aranda del Duero, Miranda de Ebro, Oteiza de la Solana, Guadalajara) y cárceles de Ondarreta y Azpeitia. Es canjeado y se exilia en Tarbes y Lannemezan. Al acaecer la invasión alemana de Francia regresa y recorre diversas prisiones (Figueras, Reus, Madrid, campo de Gibraltar).

Vuelve a Ondarroa en 1941. Trabaja como contable en la factoría pesquera Arruti de Mutriku. Reinicia su afición literaria y promocional, aunque coartada por las circunstancias políticas de la postguerra. Es, desde los años 60, un autor prolífico en las modalidades de teatro, novela, cuento, poesía, ensayo, traducción y colaboración en numerosas publicaciones periódicas, todo ello en lengua vasca. Su actividad como promotor es incansable.

Xabier Lete, miembro de la nueva generación de escritores de la postguerra saludó su obra con este interesante juicio:

"Zubikarai posee cierta especial facilidad para colocar, definir y mover en la escena los personajes de sus obras. Plantea en estilo clásico lo que cada uno dice y hace, pero trata con facilidad el asunto y los lleva adelante con pulso firme, cumpliendo bien con el papel que él desea asignarles. Los diálogos son muy ingeniosos y vivos; hace hablar a sus personajes con suma habilidad, en estilo popular además, sin caer en popularismos; aunque a veces, esa misma fuerza y viveza del diálogo cree, de vez en cuando, cierto "barroquismo" embarazoso en lo que atañe al lenguaje... El primero, Bizi garratza, me ha parecido mejor que el otro Mendu zarrak, muy interesante por parte de su estructura teatral y del planteamiento de la problemática humana actual. En él, el suceso y el ambiente, es decir la anécdota, pierde importancia, y los personajes, superando su cotidiana realidad, alcanzan la condición abstractiva. Pero no excluyen la problemática concreta, porque utilizan profundamente algunos problemas que tiene el hombre de hoy. Dichos personajes representan las fuerzas contrarias y condicionantes que Zubikarai ve en el mundo de los hombres de hoy... En esa obra el diálogo alcanza una gran hondura. Su filosofía o filosofía existencial es muy pesimista, y la obra tiene una gran belleza en algunos momentos".

En 1983 fue elegido procurador del Partido Nacionalista Vasco en las Juntas Generales de Bizkaia por la circunscripción de Busturia-Markina. Ha sido presidente de Euskerazaintza, órgano de la asociación del mismo nombre, desde su fundación, partidario de una unificación del euskera que no dejara de lado el habla popular. En su villa natal una plaza lleva su nombre, junto con un sencillo monumento, desde 1992. En 1993 fue nombrado miembro de honor de Euskaltzaindia, de la que era correspondiente desde 1961, junto con Martín Ugalde y Bernardo Estornes Lasa. En 1995 recibe el Premio Sabino Arana. Dirige desde 1981 la Casa de Cultura de Ondarroa, donde impulsa las revistas Ondarroa y Arranondo.