Villes

ARRASATE/MONDRAGÓN

Salvaguarda del realengo. Enrique II en Burgos a 24 de febrero de 1367, asegura no enagenar Mondragón de la coronel real; lo cual fue confirmado por Juan I en Burgos a 15 de agosto de 1379, y por Juan II en Sepúlveda a 14 de agosto de 1411. Anteiglesias de Mondragón. La dependencia de las anteiglesias de Udala, Garagarza, Guesalibar y Uribarri de la villa de Mondragón data desde tiempo inmemorial; y debe creerse que fueron comprendidas en su vecindad en la concesión de términos hecha por Alfonso el Sabio cuando la fundó. Así resulta de un privilegio que Enrique II expidió en Burgos a 24 de febrero de 1367 a instancia de la misma villa. Dio motivo a esta petición el recelo que el rey hiciese a Beltrán de Guevara merced de dichas aldeas, como verificó después del valle de Léniz; merced que en concepto de Mondragón hubiera sido muy perjudicial y causa de la despoblación de la villa. Esta en su representación decía a dicho monarca que los pobladores de las expresadas anteiglesias eran vecinos suyos desde tiempo remoto: que contribuían con ella lo que les tocaba en los pechos, derechos y facenderas, que se juzgaban por el fuero y alcalde de la propia villa, que éstos lo usaron y acostumbraron, así en tiempo del rey Alfonso XI, como después de él. Consiguiente a ello, Enrique II mandó que si en tiempo de su padre y después de su muerte dichas cuatro aldeas pertenecieron a la vecindad de Mondragón, se conservasen en adelante en ella. Esta determinación de 1367 fue confirmada por el mismo monarca en las cortes celebradas en Toro a 4 de setiembre de 1371, y por Juan I en las de Burgos a 2 de setiembre de 1379. Consiguiente a ella, las mismas anteiglesias otorgaron escritura de sumisión en 30 de diciembre de 1406 ante Ochoa Martínez y Juan Bañez de Artazubiaga, escribanos de la misma villa.