Municipalités

ARRAITZ-ORKIN

Urbanismo y construcciones civiles

El pueblo cuenta con dos núcleos urbanos, separados por unos 500 metros, de los cuales Arraitz se encuentra al norte y Orkin, su barrio subsidiario, en un promontorio situado más al sur. También hay que reseñar la presencia de las célebres Ventas de Arraitz, que junto con otras ventas cercanas, como la arruinada Venta Quemada, las Ventas de la Ultzama, la Venta de San Blas en Belate y las de Almandotz, componen un conjunto que atestigua la importancia que esta vía de comunicación tenía desde siglos pasados.

Arraitz se encuentra situado en una ladera, de la que la iglesia se encuentra en el punto más alto, y en la que las casas se arraciman de forma un tanto caótica, estando además atravesado en su mitad por la carretera. Junto a la iglesia se levanta una casa de gran formato y desarrollo vertical, con cuatro alturas y tejado a dos aguas. Los muros no presentan en la actualidad enlucido, dejando a la vista una mampostería menuda con cadenas de sillar en enmarques de los vanos y en las esquinas. La fachada se enmarca con dos machones o contrafuertes que sobresalen del muro y dan apoyo a una galería que lleva su propio tejado. Los vanos son adintelados, incluida la puerta. Delante de este inmueble se encuentra el frontón, y uno de los laterales va ocupado por el edificio que alberga el concejo, de nueva factura y tres alturas, con marcada planta rectangular. Tras el frontón, y apoyada sobre el propio frontis, hay una casa con tres alturas y tejado a dos aguas, con muros enlucidos con las sabidas excepciones. Lleva dos arcos de medio punto en la planta baja, y una balconada que cruza la fachada en lo alto. Cerca se levantan otras casas de nueva construcción, que respetan los dictados de la arquitectura tradicional, con amplios tejados a doble vertiente y muros enlucidos y con cadenas de sillar. Algunos muestran gran riqueza en los volúmenes, con galerías, voladizos en ladrillo, galerías de madera y, en alguna ocasión, vistosa viguería de madera que se deja a la vista.

Descendiendo hacia la carretera encontramos otra casa digna de recibir comentario individualizado. Se trata de un bloque de tres alturas, con balconada que cruza la fachada en alto y tejado a doble vertiente con gran alero. Los muros no llevan enlucido salvo en la última altura, yendo por lo demás en mampostería con las excepciones habituales. Los vanos son cuadrangulares a excepción de la puerta, que se abre mediante un arco de medio punto. Sobre una ventana, se lee la inscripción con toscos y desiguales caracteres: VIVA JESUS/ ESTA CASA HI/ ZO HAZER PEDRO/ DE ILARREGUI/ AÑO 1787. Otra casa repite en todo las características descritas, a excepción del enlucido superior, pues aquí toda la fachada va en mampostería. En la clave del arco un tosco relieve reproduce círculos, un disco solar, una cruz y lo que a todas luces parecen ser dos estelas discoideas en miniatura, todo enmarcado con molduras curvilíneas. En la parte inferior de la clave se lee: JUANANI/ DE SUMBEL/ AÑO DE 17(...).

En un nivel más bajo encontramos casas que siguen más o menos los parámetros ya reseñados. Una, de nueva factura o muy reformada al menos, ha incorporado a su fachada en fecha reciente una serie de elementos de cerámica muy vistosa, dispuestos en cenefas, que si bien chirrían un tanto con el entorno, tienen al menos la virtud de ser originales y atractivos a la vista.

Ya junto a la carretera que atraviesa el pueblo, nos encontramos una casa con planta en "L" y tejado a una única vertiente. Los muros van enlucidos y con cadenas de sillar, y cuenta con una larga balconada y una galería abierta en uno de los lados. Las ventanas son rectas, pero la puerta sigue el tipo más normal, con arco de medio punto de cortas dovelas. Cerca, todavía en la carretera, otra casa de planta rectangular y tres alturas más desván repite el tratamiento de muros y vanos, teniendo su fachada, bajo tejado a doble vertiente, dos balcones superpuestos. También a este lado de la carretera encontramos un bloque de gran tamaño y planta marcadamente rectangular, con tres alturas y tejado a dos aguas. Se le conoce como "casa Konderena", y parece albergar varias viviendas en la actualidad., Su fachada principal se encuentra en uno de los lados largos, y tiene dos puertas en planta baja, una con arco de medio punto y la otra rebajado, así como cuatro ventanitas. En el piso noble hay tres balcones que alternan con dos ventanas, y culmina con una balconada ligera que recorre enteramente este hastial. Preside la fachada un escudo moderno, así como una inscripción que reza: CONDERENA/ REEDIFICADA POR VICENTA Y/ JOSÉ BARAIBAR EN MEMORIA/ DE ANTECESORES./ AÑO 1899/ A.M.C.D. Más adelante hay un elegante inmueble, recientemente reformado, que repite los rasgos arquitectónicos que hemos venido viendo en el lugar, con planta rectangular, tres alturas y tejado a doble vertiente con gran alero. Los muros van enlucidos, librando enmarques, esquinas y un zócalo bajo, todo ello en sillar. La fachada muestra cinco ventanas y cinco balcones cortos, dispuestos de manera un tanto anárquica, siguiendo más la lógica de la disposición interna que la correcta simetría del exterior. El acceso se realiza mediante un arco de medio punto con la rosca moldurada, con 18 dovelas y clave que lleva labradas dos cruces de diferente diseño y superpuestas. Hay además otra puerta del mismo diseño pero sin molduras ni labras. Va coronada esta fachada en alto por un escudo rococó de fines del XVIII. Otra casa, marcada con el número 30, mantiene formato similar a otras ya reseñadas, incluyendo balconada en alto y tejado a dos aguas con amplio alero, pero en la actualidad no muestra enlucido alguno, mostrando muros de mampostería menuda con cadenas de sillar. El acceso se practica mediante arco de medio punto, con una moldura dentada en la rosca y cruz griega patada en la clave.

Al otro lado de la carretera hay también algunas casas, entre las cuales podemos reseñar un inmueble de desarrollo horizontal, en el que destaca un arco de medio punto con dintel labrado, en el que figura un lauburu, una cruz y la fecha: AÑO 1760. Enfrente, una casita de tamaño menor a los reseñados hasta ahora y conocida en el lugar como "Martinena", muestra su fachada entre dos machones de piedra, a modo de contrafuertes, que seguramente protegían el hastial de los elementos, al mismo tiempo que podían servir como barrera contra el fuego de las viviendas adyacentes. Estructuralmente, además, sirven para apeo del peso de la vistosa balconada y del alero. El muro va en mampostería, reservando el enlucido para la parte superior, bajo el caballete, en donde hay viguería de madera a la vista. El acceso es de medio punto, y en la clave se lee: 1704/ IOA/ NDU/ ARY.

El barrio de Orkin compone un núcleo mucho más pequeño que el de Arraitz, pues cuenta únicamente con media docena de casas. Se abre su casco urbano con una casa de formato regular, con ampliaciones a ambos lados, pero que originariamente tenía planta rectangular, tres alturas y tejado a doble vertiente. Los muros van enlucidos con cadenas de sillar, y todos los huecos son rectos. En alto, como tantas veces en esta zona, corre una balconada ligera, que seguramente sustituyó a otra de madera. La casa marcada con el número 1 consta de tres alturas más ático, y se remata con un tejado a doble vertiente que mantiene un alero profundo. Los muros van enlucidos, pero muestran sillares rojizos en enmarques de ventanas, esquinas y en el paño inmediato a la puerta. El acceso consta de arco de medio punto con la rosca moldurada, y el resto de los vanos son rectos. Conserva esta fachada dos balcones en la planta primera, una amplia balconada en la segunda, que cruza de parte a parte, y una más reducida en el desván, debajo del caballete. Todos ellos conservan, de manera parcial, su originaria estructura de madera. Sobre la puerta de entrada hay una moldura a modo de frontón triangular partido, que enmarca una inscripción, entre sendas flores de lis: IHS/ AÑO 1793. Otra casa, marcada con el número 2, es algo más modesta en sus pretensiones, pero aún tiene un porte elegante. Repite balcones, aunque en este caso son ya enteramente de cemento y hierro, y en la actualidad la fachada carece de enlucido, mostrando mampostería de tamaño regular y con tendencia a concertar hiladas, así como sillares someramente escuadrados en enmarques y esquinas. Todos los vanos son rectos, incluyendo la puerta. Cerca se levanta otro inmueble que repite características formales y disposición en la fachada, aunque en este caso va enlucida, salvando tan sólo los enmarques y esquinas, que llevan sillares rojizos. Llama la atención el vuelo del alero, y la puerta va con un medio punto sin moldurar. Hacia la parte posterior del pueblo, cierran el casco urbano otras casas de similares características a las ya descritas, pero que tienen en común sendas ampliaciones, conformando una disposición en "L".

Ermitas

Pérez Ollo sitúa aquí la ermita de San Bartolomé de Belate, que se registra en el Libro Redondo de la catedral de Pamplona.

Monasterio de Nuestra Señora de Belate

Dentro del término municipal de Arraitz-Orkin se encuentra este antiguo monasterio, fundado poco antes de 1165 en la calzada que desde el pueblo de Lantz atravesaba una zona boscosa y montaraz hacia el valle de Baztan. Como corresponde a su ubicación, a la vera de un importante ramal del Camino de Santiago, el monasterio recibió numerosas donaciones y prebendas, conociendo momentos de gran esplendor, no en vano en 1325 estaba habitado por un total de veintiún religiosos que atendían a los peregrinos. En la actualidad, no obstante, de aquel primitivo edificio no queda sino la iglesia, habiéndose perdido el resto de las dependencias. Su decadencia, a partir del siglo XVI, va unida a las frecuentes guerras que la monarquía española sostuvo con Francia, y dada la posición expuesta y desprotegida del monasterio. El proceso culmina en 1793, cuando el ejército de la Convención francesa destruyó totalmente este antiguo monasterio.

Hoy en día, y tras una necesaria y bien justificada restauración, se puede observar una iglesia datable como de fines del siglo XII. Presenta una planta rectangular, con una única nave que se divide en cuatro tramos más la cabecera, rematada a su vez en testero recto. Los tramos se separan mediante arcos fajones, que para su necesario contrarresto llevan al exterior estribos o contrafuertes que se marcan bien en planta. A la cabecera se adosa por el lado de la Epístola la sacristía, que es una estancia cuadrada y de reducidas dimensiones.

Los muros van revocados al interior, pero al exterior permiten observar la labra en un sillarejo de correcta factura, muy someramente escuadrado. Se ilumina la fábrica con una aspillera abierta en la cabecera, así como una ventana cuadrangular en el muro de los pies, además de los dos accesos, situados en el muro occidental y en el del Evangelio, respectivamente.

Se cubre este antiguo templo con una bóveda de cañón apuntado, que lleva su datación hacia el 1200. Va reforzada por arcos fajones de sección cuadrada, de perfil igualmente apuntado, y que apean en ménsulas lobuladas encastradas en el muro. La sacristía recibe una bóveda de horno o de cuarto de esfera.

Al exterior llama la atención el aspecto sobrio del templo, con una sensación de pesantez que debe mucho al carácter ciego y macizo de sus muros, articulados únicamente mediante unos contrafuertes que en absoluto contrarrestan la marcada horizontalidad del edificio. En la actualidad, se cubre con un tejado cerrado mediante lajas de piedra. Como se ha dicho, en el muro de los pies se abre la puerta principal del templo, que consta de un arco apuntado que lleva cuatro arquivoltas lisas y de sección cuadrada, además de un guardalluvias exterior. Apean en unos capiteles corridos, también exentos de decoración, sobre pies derechos que reciben similar tratamiento. Otra puerta, adintelada y de menores pretensiones, se abre en el muro del Evangelio, a la altura del tercer tramo.

Parroquia de la Asunción

Se trata de un templo del siglo XVI, remozada y ampliada en 1906 por el arquitecto Ángel Goicoechea, que rehizo transepto, cabecera y sacristía, tratando de seguir los parámetros arquitectónicos ya prefijados en el templo. Hoy en día, el edificio presenta una planta de cruz latina, con una única nave dividida en tres tramos de tamaño desigual, más un transepto marcado en planta y una cabecera poco profunda, que termina en testero recto. La sacristía, de planta rectangular, se abre en el muro de la Epístola y a la altura de la cabecera, como suele ser habitual. El acceso del templo se abre por el mismo lado, en su tercer tramo, y va cobijado por un pórtico sobre pilares de sección cuadrada. Por este lado se adosa también el volumen de la torre, que alberga una escalera en su interior.

Los muros, enlucidos en el interior de la iglesia, permiten diferenciar claramente al exterior las dos etapas constructivas de la fábrica, pues mientras que la obra del XVI lleva sillería bien escuadrada, la reforma del siglo XX presenta sillarejo más menudo. El muro de los pies y el muro de la Epístola presentan cuatro ventanas rectas, mientras que cabecera y brazo meridional del transepto se perforan mediante vanos semicirculares. A los pies del templo se levanta, además, un coro sobre arco de embocadura de perfil rebajado.

La iglesia recibe diferentes tipos de cubiertas, según los ámbitos y la época a la que pertenecen. Los tres tramos de la nave se cubren mediante bóvedas estrelladas del siglo XVI y de tradición gótica, separados por fajones de medio punto. El crucero recibe por su parte una bóveda de terceletes, mientras que los dos brazos llevan simples bóvedas de cañón apuntado, con fajones que en este caso son también apuntados. Todos estos arcos fajones apean sus cargas en el muro mediante ménsulas semicirculares, de donde parten también los nervios de las tracerías, cuando las hay. El sotocoro muestra también bóveda estrellada, mientras que la sacristía se cubre con bóveda de cañón.

Al exterior, que muestra variedad y riqueza de volúmenes, llama la atención en primer lugar la torre octogonal, de escaso empaque y que apenas destaca por su altura del resto del inmueble. Se remata mediante un cuerpo de campanas añadido en época barroca y que va en ladrillo, perforado por medios puntos para el alojamiento de las campanas. El pórtico, que como va dicho lleva tres pilares de piedra de sección cuadrada, va con una estructura de madera para cobijo del acceso. Este consta de un arco de medio punto propio del XVI, con cuatro arquivoltas de sección cuadrada y guardalluvias exterior, que apean en otras tantas columnillas con capiteles muy esquemáticos.

Preside el interior un retablo mayor neorrenacentista, propio del siglo XIX, aunque aprovecha esculturas anteriores, provenientes de un retablo del XVI hoy desaparecido. La imagen central titular es un grupo de la Asunción de la Virgen, coronada por un séquito de ángeles, que va flanqueado de relieves que representan a San Miguel matando al Dragón y a Santa Lucía. En el ático, los relieves de San Juan Bautista y de San Antonio Abad centran la talla de un Crucificado romanista.

En el lado del Evangelio encontramos el retablo de la Virgen del Rosario, obra también moderna, aunque cobija una talla de la Virgen de estilo barroco. Su simétrico, situado en el brazo sur del transepto, es el retablo de San José, de la misma época que el anterior aunque en este caso la imagen titular es del XVIII.

Como es habitual, en la sacristía se custodian diversas piezas de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)