Concept

Armas de Avancarga

Las armas portátiles han evolucionado de forma importante durante las últimas décadas, así como su fabricación sobre todo desde que perdió su carácter, casi enteramente artesanal, el último tercio del siglo pasado. Sin embargo siguen construyéndose réplicas de los tradicionales arcabuces, mosquetes, tercerolas, carabinas o pistolas de duelo, conocidos como de antecarga o más habitual mente de avancarga, utilizándose en buena medida los sistemas de trabajo del pasado.

Para que las armas sean consideradas como de avancarga se requiere que la pólvora y el proyectil se introduzcan en el cañón por la boca de salida del disparo, al igual que las primeras armas de fuego portátiles utilizadas desde el siglo XV y que se mantuvieron en uso, mediante diversas variantes, hasta hace unos ciento cincuenta años en que fueron sustituidas por las de retrocarga, en las que el cartucho o vaina es introducido en el cañón por su parte posterior y que es el sistema de todas las armas modernas.

Las de avancarga se demandan principalmente para la caza, que en algunos lugares sólo puede practicarse mediante su utilización, concursos de tiro frecuentes en varios países europeos, por los coleccionistas o bien como elementos decorativos, así como en alardes y fiestas de moros y cristianos o similares actos folklóricos. Su precio unitario en fábrica puede variar entre las 50 y las 90.000 ptas. y el peso entre 3 y unos 14 kgs.