Villes

ARMAÑANZAS

La pequeña localidad de Armañanzas se ubica extendida de forma irregular sobre una prolongada pendiente. Su recinto urbano se distribuye en varias alturas conectadas entre sí mediante sinuosas calles, presididas por la iglesia.

En Armañanzas existen varios edificios civiles entre los que sobresale un palacio barroco ubicado en el número 11 de la Plaza de San Pablo. Se trata de una construcción de la segunda mitad del siglo XVII realizada en sillería. Divide su fachada, de canon horizontal, en dos cuerpos más ático. El inferior aparece estructurado de forma austera con una puerta de acceso adintelada entre pilastras. A ambos lados del pórtico se localizan de forma simétrica pequeñas ventanas adinteladas. El cuerpo superior aparece separado por una sencilla línea de imposta. Se distribuyen simétricamente en el mismo cinco ventanas adinteladas. Tres balcones conservan la forja barroca. Todos los vanos del segundo cuerpo se rematan mediante frontón recto. Decoran el cuerpo dos escudos del siglo XVII, adosados en los laterales del balcón central. El ático aparece separado del segundo de los cuerpos mediante una línea de imposta; se articula a través de cinco ventanas rectangulares de tamaño similar a las del cuerpo inferior. Sobre la cornisa del ático se alza un robusto alero con ménsulas decoradas con motivos vegetales.

En la calle Mayor se localizan varias casas señoriales del siglo XVI. La correspondiente al número 3 alterna la sillería con el sillarejo y en la misma destaca el arco conopial de ingreso. En el número 5 de la misma calle se alza una vivienda del siglo XVI con portada de ingreso de medio punto articulada por robustas dovelas. Elemento común a estas casas es la proliferación de escudos en sus fachadas. La mayoría de ellos son de estilo barroco de los siglos XVII y XVIII.

Parroquia de Santa María. Su alzado se inicia en época medieval si bien, las obras no finalizaron hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Sobre la primitiva factura intervino durante el siglo XVI Juan de Landerrain. La planta es rectangular de una nave dividida en doble tramo prolongado hasta el crucero. Del edificio primitivo se conservan triples columnas de influencia cisterciense. Sobre éstas se alzan capiteles decorados con bolas de estilo Reyes Católicos que soportan el peso de las dos bóvedas de la nave, resueltas de forma estrellada. Una pequeña bóveda de terceletes con ligaduras cubre la cabecera. En 1765 tras la reforma de Landerrain, se dota a la nave de capillas laterales al lado del crucero y del coro. La obra la realiza Ventura de Ciarra, quien de esta forma otorga mayor monumentalidad a la parroquia.

Externamente se presenta como un macizo conjunto de sillería, destacando varios matacanes de lo que fue la antigua torre, así como una sencilla línea de imposta. En el muro de la Epístola se ubica una pequeña galería formada por tres arcos de medio punto, sobre la que se ubica la portada. De sencilla estructura, la portada es del siglo XVII. Consta de un arco de medio punto con robustas dovelas que descansan sobre pilares.

Retablo mayor. De estilo plateresco, su factura se atribuye a Andrés de Araoz y se data en 1560. Sobre un banco se disponen dos cuerpos divididos en tres calles articuladas mediante sucesión de columnas de orden compuesto. El conjunto concluye por medio de un frontón triangular de grandes dimensiones. Pertenece al grupo estilístico de Genevilla, Lapoblación y El Busto. En el banco se representan en relieve el pasaje del Descendimiento y el Entierro de Cristo; en el primer cuerpo también en relieve el nacimiento de Jesús, la talla de San Juan Bautista del siglo XV aunque retocada en el siglo XVIII, procedente de su ermita y, finalmente el relieve de la Epifanía. Se abre el segundo cuerpo con la escena de la Anunciación, a la que sigue la talla de la Virgen sedente con el Niño coronada por ángeles y el relieve de la Visitación; en el ático se aloja una talla de la Asunción rodeada de ángeles y sobre ella el busto del Padre Eterno. Los ángeles trompeteros que flanquean el ático son barrocos. El sagrario presenta planta trapezoidal con sus tres frentes enmarcados por columnas de igual factura que las del retablo, en posición avanzada. El relieve de Cristo a la columna se figura en la puerta del tabernáculo y en los laterales a San Pedro y San Pablo, en los tres casos bajo doseles.

Los retablos del Rosario y de San Roque pertenecen al siglo XVII. Ambos son de traza simétrica. De estilo manierista, distribuyen su estructura en dos cuerpos. El cuerpo inferior aparece dividido en tres calles articuladas entre sí por columnas de orden compuesto. El ático se articula con columnas de orden compuesto y fuste entorchado, entre volutas de gran tamaño. En las hornacinas centrales aparecen ubicadas las tallas barrocas de San Roque y la Virgen del Rosario respectivamente. Se atribuyen al núcleo de los maestros Jiménez de Viana. Concluyen el inventario retablístico parroquial los dedicados al Santo Cristo y a la Virgen de la Dolorosa. Ambos son del siglo XVIII, de estilo rococó y traza similar, si bien su factura pertenece a personalidades distintas. El retablo de la Dolorosa fue realizado Antonio de Izaguirre en 1776, mientras que el retablo del Santo Cristo lo ejecutó en 1765 Miguel López de Porras. Entre otros motivos iconográficos de la parroquia destaca una imagen románica del siglo XII de la Virgen con el Niño. De aspecto formal estático se aprecia en la misma un cierto estudio anatómico y de pliegues, así como un desplazamiento del Niño hacia la rodilla izquierda de su madre.

Ermita de San Juan. Data del siglo XVI, es de sillarejo, y presenta nave rectangular que se prolonga hasta la cabecera sobre la que se alza una bóveda estrellada decorada con bolas de estilo Reyes Católicos. La portada es de arco de medio punto de marcadas dovelas. En el interior se aloja un pequeño retablo del titular de la segunda mitad del siglo XVII.

Fernando GARCÍA NIETO