Compositeurs

Arambarri y Garate, Jesús

Compositor y director de orquesta. Nació en Bilbao el 13 de abril de 1902 y murió en Madrid el 11 de julio de1960.

Su padre, D. Mauricio Arámbarri, soñaba que su hijo fuese ingeniero industrial, idea muy oportuna en una región tan fabril como es Bizkaia, mas se encontró con la negativa de su hijo, que a todo trance quería ser compositor como su tío Cleto Zavala. En su ciudad natal, en el Conservatorio Vizcaíno, estudió piano, órgano, armonía y composición con los profesores Fúster, Guridi y Basabe. Con la ayuda pecuniaria que le proporcionó la obtención del premio "Juan Carlos Gortázar", en 1928 se trasladó a París, donde amplió estudios con Paul Le Flem, Paul Dukas y Golschmann. quien lo inició en la dirección de orquesta y en 1932 la completó con el kapellmeister doctor Félix Weingartner, en Basilea. Con dicho estudio Arámbarri adquiría un conocimiento del que hasta entonces habían carecido la mayor parte de los directores del país a los que sólo la intuición había guiado en tal empresa, ya que no se cursaba tal disciplina.

De regreso en Bilbao, tras dura oposición, consiguió la dirección de la Banda Municipal y, desempeñándola ejerció también la de la Orquesta Sinfónica. Al crearse en 1939 la Orquesta Municipal, Arámbarri fue llamado a constituirla y debutó al frente de ella el 25 de febrero del año citado. La primera composición de Arámbarri es un Cuarteto al que le siguen Cuatro Improptus, para orquesta, que escribió en 1929, y al año siguiente interpretó la Sinfónica bilbaína, dirigida por Golschamann, a quien están dedicados. Sobre el texto de Manuel Machado, que narra el caminar del Cid hacia el destierro por la estepa castellana, Arámbarri compuso en 1938 el amplio poema Castilla, para coro; y orquesta; lo dio a conocer en Madrid, bajo su dirección, con la Orquesta Nacional y el Orfeón Pamplonés, el 12 de diciembre de 1942. Su Ofrenda a Falla, elegía, la programó Arámbarri por primera vez en el concierto homenaje que la Orquesta Municipal de Bilbao rindió al maestro gaditano el 8 de diciembre de 1946; año de su fallecimiento.

La producción vasca, del compositor Bilbaíno la constituye: Gabon zar sorgiñak ("Noche vieja de brujas"), preludio orquestal; Ocho canciones vascas, para soprano y orquesta, dedicadas a D.ª Josefina Roda, esposa del maestro, quien las interpretó diversas veces; Aiko-Maik, ballet, sobre argumento de Manuel de la Sota, estrenado por la compañía de Víctor Olaeta, en la capital de Bizkaia, el 19 de junio de 1964 (o sea, después de morir el autor); Viento sur, narración lírica, del libro de Julián Echevarría y José Luis Albéniz, estrenada en Bilbao en 1952 y en Madrid el 19 de agosto de 1955, y Canto elegiaco, para piano, con el que contribuyó al Homenaje pianístico a la memoria de Juan Crisóstomo de Arriaga.

En 1953 Arámbarri se domicilió en Madrid por ser nombrado director de la Banda Municipal -debutó el 12 de junio de dicho año- y fue profesor de armonía del Real Conservatorio de Música. Como director obtuvo triunfos resonantes al dirigir importantes obras extranjeras y nacionales, entre éstas las de los compositores vascos Fernando Remacha, Cartel de fiestas; Jesús Guridi, Sinfonía Pirenaica, y Francisco Escudero, Aránzazu e Illeta, más otras de Pablo Sorozábal, Rodrigo Alfredo de Santiago Majo, etc. El domingo 10 de julio de 1960, por la noche, dirigía un concierto a la Banda Municipal madrileña en el Retiro; se sintió repentinamente enfermo, lo llevaron rápidamente a su domicilio y víctima de una angina de pecho falleció a la una y veinticinco minutos del lunes II de julio; fue trasladado a Bilbao donde recibió sepultura, en el cementerio de Derio. El Ayuntamiento Bilbaíno, en sesión celebrada a fines de septiembre de 1960, dispuso, a título de honor póstumo, conceder al maestro desaparecido la medalla de oro de la ciudad.

  • Angel Sagardía. «Cuatro músicos vascos: Padre San Sebastián, Usandizaga, Tellería y Arámbarri». Ediciones de Conferencias y Ensayos. Madrid, 1965.
  • Antonio Fernández Cid: «Músicos que fueron nuestros amigos. Jesús Arámbarri», de 171 a 186. Editorial Nacional. Madrid, 1967.

Angel SAGARDIA