Peintres

Antequera Azpiri, Pedro

Pintor, caricaturista, dibujante y periodista de origen vasco. Nació en Madrid el 29 de junio de 1892, falleció en la misma ciudad en 1976.

Estudió derecho alternando sus estudios con el dibujo. En 1912 alcanza un premio de un concurso celebrado por El Imparcial y un año después otro en el concurso organizado por el Círculo Conservador de Madrid. A los 25 años acaba la licenciatura de derecho y expone en Bilbao. En 1917 ocupa el cargo de archivero interino de la sección de Bellas Artes de la Biblioteca Nacional lo ,que le permite realizar inteligentes estudios de los clásicos. Concurre a gran cantidad de exposiciones y certámenes de dibujo humorístico como el del Círculo de Bellas Artes de Madrid, el "Segón Saló d'Humoristes" de Barcelona (1916), el "Saló d'Humoristes" de Reus y diversos acontecimientos artísticos de Bilbao, San Sebastián, París, Lisboa, Nueva York, etc. En San Sebastián expone en el estudio del arquitecto donostiarra Legarde. A los 27 años se traslada a vivir a la capital Donostiarra donde sus aficiones le llevan a interpretar multitud de aspectos de la vida vasca. Su principal característica es la agilidad de líneas en escenas tomadas frecuentemente desde una perspectiva aérea de gran originalidad, libre de toda concesión a lo grotesco y con una elegante visión humorística. La confección de carteles publicitarios ha llamado también su atención dedicando a este asunto el libro La publicidad artística para todos. Colabora en revistas, periódicos y otras publicaciones tales como La Esfera, Blanco y Negro, Caras y Caretas (Buenos Aires), La voz de Guipúzcoa (San Sebastián), Excelsior (Bilbao), Advertising Diplays (Londres), La Nación (Buenos Aires), etc. Es en este último periódico bonaerense donde da a conocer sus "Apuntes vascos" que gozan del aprecio de la colonia vasca americana. Las producciones más conocidas de Antequera Azpiri son por otra parte en su mayoría propiedad particular. Tales son Un baile en Cuatro Caminos, Partido de Pelota, Regatas de traineras, Romería vasca, Un partido de rebote, Una boda en el Buen Pastor, etc.

La ilustración de cuentos es otra de sus facetas distinguidas. Sobresalen La historia de Narizotas (sudurraundi), Lazarillo de Tormes, Rinconete y Cortadillo, La larva y el águila, etc., llenos de encanto y cariño para el público infantil al que dedica un método de enseñanza Dibujarás y pintarás. Después de vivir en San Sebastián pasa a Madrid donde es uno de los frecuentes contertulios vascos del café Ponbo.

Según Maya Aguiriano ("El cartelismo vasco de preguerra", Común, nº 1, 1979):

"Constituye en el campo del diseño publicitario, una figura clave incluso fuera del País Vasco. Colaboró además como caricaturista y dibujante en los periódicos ABC y La Razón, de Buenos Aires, y en la revista Blanco y Negro.

Los vivos colores y la disposición de varias escenas sobre el plano, a veces diminutas y en lejanía, pueden considerarse como recursos frecuentes en sus carteles, que siempre agradan por su frescura. Tal es el caso del realizado para "Saski-Naski, Teatro Vasco". Saski-Naski (cesto revuelto) era un tipo de teatro muy del gusto de la época -época de resurgimiento y de intento de recuperación de tradiciones y usos sobre los que volveremos-, consistente en la escenificación de motivos que una muchacha iba sacando de su cestillo. Sobre esta idea, el cartel presenta una alegre muchacha que nos invita a examinar las diferentes escenas teatrales que se suceden a su espalda. Los combinados amarillos, rojos, azules y verdes confieren al cartel un tono festivo".