Sculpteurs

Aláez Aláez, Ana Laura

Artista polifacética nacida en Bilbao en 1964.

Se licencia en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco.

Entre sus múltiples actividades, escribe para Vogue España y para El Correo o crea un proyecto musical con el dúo electrónico Silvania. Realiza trabajos tan dispares como la presentación del perfume DKNY de Donna Karan en Madrid en el año 2000, o la participación en TOKIO TV, un programa piloto de televisión en colaboración con el Palais de Tokio en París.

En 1992 presenta la exposición Superficie en Espai 13 de la Fundación Miró en Barcelona. A partir de ese año, comienza a trabajar con la galería madrileña Juana de Aizpuru, con quien realiza diferentes exposiciones en Madrid y Sevilla, individuales como Portadores en 1993 o Planetas en 1995; mismo año en que presenta Siderales en la Galería Angels de la Mota de Barcelona.

En 1996 expone en Bilbao Kristall y Attila en la desaparecida Sala Area 2 dependiente de la Sala de Exposiciones Rekalde, Afrodita en la Galería Trinta de Santiago de Compostela o Acid Spiral en Anders Tornberg Gallery en Suecia. El siguiente año lo hace en Espacio Mínimo de Murcia bajo el título Fly-Time y en el Centre Cultural de la Fundació La Caixa en Vic donde presenta She Astronauts. A ésta le suceden numerosas exposiciones por toda la geografía: Santiago de Compostela, Suecia, Barcelona, Turquía, París o Austria. En 1999, participa en la innovadora propuesta "Project Room" en Arco 99 en Madrid con Prototipo-Estudio para un artista del Nuevo Milenio. Se suceden individuales como Make-up Sequencies en la Galería Ray Gun de Valencia, Selector de secuencias en la Sala Gallera, también en Valencia, o Sade en Juana de Aizpuru y diferentes colectivas en Bilbao, Alemania y Barcelona. Asimismo cabe destacar la intervención Dance & Disco en el Espacio Uno del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid en el año 2000. En los últimos años, se encuentra representada en la Bienal de Corea, en la John Weber Gallery de Nueva York, o en la Galería Camargo Villaca en San Paulo donde muestra la individual Bitten Geometry en el año 2000. Ya en 1999, participa en la 48ª Bienal de Venecia, en la sección del Aperto, destinada al arte emergente y los más jóvenes, mientras que en la 49 edición del mismo certamen que tiene lugar en 2001 representa a España, junto con Javier Pérez.. Participa en la exposición colectiva celebrada en 2002 en el museo Hamburgerbanhof de Berlín, bajo el título de &Big Sur. Neue Spanische Kunst& (&Big Sur. Arte Nuevo Español&), junto a otros 17 jóvenes creadores españoles.

Desde los inicios Aláez ha ido avanzando conceptualmente al mismo tiempo que integra nuevos materiales y todo tipo de tecnologías. En la escultura destaca por el uso de plásticos de colores, sofisticados metales y distintos engarces junto con un planteamiento formal en que los más dispares elementos concatenados crean estructuras galácticas. Las ropas, joyas, complementos, aderezos, trajes y atuendos para el futuro o para un momento rabiosamente contemporáneo, han ido tomando las más variadas formas en su quehacer artístico. Las tiendas de moda, discotecas, los lugares para el futuro, pequeñas cápsulas casi asépticas donde residir en espacios reducidos y multiusos han dado lugar a múltiples y singulares instalaciones. "Un mundo particular para el relax y la seducción" en palabras de Rafael Doctor, comisario de la muestra en Espacio Uno. La multidisciplinariedad es una de las cualidades evidentes de la obra de Ana Laura. Al margen de los distintos procedimientos para excitar todos los sentidos, en su trabajo ha implicado a artistas plásticos y músicos cercanos, a modelos, camareras, dragqueens, diseñadoras de joyas o karatekas. Dice al respecto de su experiencia al trabajar con ellos en un texto acerca de la exposición "Krystall y Attyla":

"Emerge mi lado punky y me apetece la desobediencia, la falta de rigor, la disarmonía y las almas incompletas. Evadir la sensación de insatisfacción constante con el exterior empieza a ser un juego y yo me digo: 'El arte es un juego, aprendamos a jugar'".

Al margen de la colaboración con otras personas, no cabe duda de que Aláez ha sido uno de los máximos exponentes de auto representación de diferentes iconos contemporáneos utilizando su propio cuerpo como soporte. En una búsqueda del tan perseguido Glamour, ella piensa que todo es susceptible de convertirse en un objeto artístico siguiendo las premisas de Warhol.

"La cámara me ama. En papel fotográfico puedo tener tanto glamour como Ava Gardner". "No entiendo lo que es el arte y continuamente me lo pregunto, de la misma manera que a diario me pregunto quién soy yo. Yo me invento cada día, y eso desde fuera parece muy chic: un día cualquiera vas con el pelo rosa, otro calva, pero en realidad cuestionárselo todo genera un desgaste brutal. Si lo hago es porque no sabría vivir de otra manera".

Indica la artista en el artículo "Soy una obra de arte" publicado en el suplemento de El País, noviembre 2000.