Kontzejuak

ZUBIRI

Celebra fiesta el 26 de diciembre, San Esteban. Carnaval en Zubiri. El Domingo de Carnaval por la mañana postulaban las niñas y niños en edad escolar. Para ello se agrupaban en la plaza y visitaban a todas las familias del pueblo. No se disfrazaban y tampoco contaban con el músico que animase el recorrido. La cuadrilla infantil portaba una cesta o "zare" bastante grande para los huevos y un "gerren" o asador para la longaniza o "txistorra". Estos niños y niñas comían en sus casas y merendaban en la de uno de ellos, con lo recogido en la petición. El dinero disponible gastaban en la compra del pan u "ogie", el vino o "ardoa" y la fruta. En algún año les preparaban también la bizcochada y el arroz con leche. Con la merienda y no sin alborotar el pueblo daban por terminada la fiesta. La cuadrilla de mozos se hallaba presidida por el mayordomo y su "compañero". Estos nombramientos eran anuales y los realizaban en la taberna en un domingo cualquiera de septiembre. La designación se llevaba a cabo por mutuo acuerdo de los jóvenes interesados. Para las carnestolendas, el mayordomo y su "compañero" fijaban el lugar de reunión de los mozos, contrataban los músicos y regulaban el horario de la postulación y del baile público, que concluía al toque de oración. El Domingo por la tarde se bailaba en la carretera, con guitarra y bandurria. Después de la cena, los mozos participaban en la ronda nocturna, con música de los mentados instrumentos y laúd, en algunas ocasiones. Entre el jolgorio y danza, entre trago de vino y alegría contagiosa, se escuchaban algunas coplas:

Por esta calle que vamos
echan agua y salen rosas,
por eso la llamamos
la calle de las hermosas.
Mira si será bonita
que hasta el mismo enterrador
al ir a darle la tierra
tiró la azada y lloró.

Al panadero reservaban el siguiente canto:

Todas las chicas bonitas
se llevan los panaderos
porque trabajan de noche
y cobran jornal entero.

Alrededor de las cuatro de la tarde del Martes de Carnaval salía a pedir la cuadrilla de mozos. Los jóvenes de Zubiri no se disfrazaban y en la cuestación contaban con música de guitarra y laúd. Los detalles restantes anotados para la postulación dominguera valen para esta del Martes, salvedad hecha de la importancia cuantitativa del donativo, que era mayor en la petición de los mozos. Con la ronda callejera que seguía a la cena remataban el Carnaval. [Ref. Juan Garmendia Larrañaga: "Carnaval en Navarra"].