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ZUASTI

Urbanismo y construcciones civiles

La edificación del club de campo situado en este antiguo señorío, así como la de la urbanización a él asociada, se llevaron por delante las construcciones tradicionales que existían en este lugar, una media docena en total, entre las que había alguna casa de origen medieval y vanos góticos. De esta manera, resta tan sólo el viejo palacio, al que tradicionalmente se conocía con el nombre de "Juanmartinena", convertido en sede social del nuevo club. En el proceso de adaptación a su nueva función, se suprimieron algunos cuerpos y alas adosados, reduciéndolo al aspecto en el que hoy podemos encontrarlo. En la actualidad, el antiguo inmueble alberga un establecimiento de hostelería con restaurante, así como las salas de reuniones y eventos que van asociadas a las funciones de un club social.

En cuanto al edificio propiamente dicho, se trata de una construcción dieciochesca, que interpreta en clave barroca una tipología de palacio señorial navarro que está muy extendida por la mitad norte del territorio, con una especial implantación en el valle de Baztan, aunque en la propia cuenca de Pamplona encontramos el destacadísimo palacio de Subiza, perteneciente al mismo tipo, en su versión más elaborada. No obstante, sabemos de la existencia de otra fachada, del siglo XVI y hoy desaparecida, desde la cual se trasladaron a este nuevo hastial la puerta y el escudo que presiden el conjunto. Hoy en día el palacio está conformado por un único cuerpo de planta rectangular, flanqueado en las esquinas por dos torres, que evidentemente tienen un sentido exclusivamente suntuario. Los muros son de mampostería y sillarejo, con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos, y van enlucidos a excepción precisamente de las zonas en sillar, así como unas impostas lisas que separan las tres alturas del palacio. En planta baja se abre un portalón de medio punto con largas dovelas y rosca moldurada, propio del XVI, y dos ventanas rectas y de pequeño tamaño en los extremos. En la primera planta se abren dos ventanas, que centran un escudo, más dos balcones en los extremos, con estructura pétrea y antepechos de forja. Por encima hay una galería de cinco arquillos de medio punto, ocupando el paramento central de la fachada, aunque en la zona correspondiente a las torres, que se elevan una altura más, hay sendas ventanas rectas. El conjunto remata con un tejado a doble vertiente, con alero saliente, que cubre el cuerpo central, reservando para las torres sendos tejados en pabellón, que individualizan y resaltan estos elementos. En cuanto al escudo reseñado, presenta un enmarque con cueros retorcidos, y una inscripción que fija su cronología dentro del siglo XVI: ESTA PORTALADA HIZO IOANES ÇUAZTI AÑO 1568.

Parroquia de San Andrés

Se trata de un templo gótico, fechable tal vez en el siglo XIV, aunque posteriormente, en el siglo XVI, se llevaron a cabo importantes reformas, que afectaron a su plano y, muy especialmente, a las cubiertas. Ha sido recientemente objeto de una restauración, con motivo de la creación del club de campo "Señorío de Zuasti". La iglesia consta de una única nave, dividida en cuatro tramos de similar longitud, de los cuales el último hace las veces de cabecera, rematada en testero recto. El acceso se ubica en el lado de la Epístola, a la altura del segundo tramo, y la sacristía es una estancia de planta cuadrada adosada a la cabecera, también por el lado meridional. En el muro del Evangelio anotamos un volumen externo para la ubicación de la escalera de acceso al coro y a la torre.

Los muros son de sillería, aunque aparejada en un formato algo irregular, y al interior van enlucidos, imitando el despiece de sillares isódomos. En el lado de la Epístola se abre una ventana gótica de tracerías caladas, conformada por dos trilóbulos. Parece ser que esta ventana habría estado originariamente en el eje de la cabecera, pero que al cegarse por causa de la ejecución del retablo, se habría trasladado a este punto. Por el mismo lado hay un vano moderno, de inspiración también gótica, que forma un hueco triangular de lados curvos, en el que se inscribe un rosetón calado. A los pies del templo se erigió un coro del XVI, tardogótico, con arco de embocadura escarzano y balaustrada de madera.

La nave se cubre con cuatro tramos de bóveda de crucería, separados por arcos fajones, con tracerías estrelladas que en la cabecera incorporan un diseño mixtilíneo más complejo. Los nervios apean en ménsulas que se encastran en el muro perimetral, para el apeo de las cargas. La sacristía recibe una cubierta plana con viguería de madera, mientras que en el bajo coro podemos ver también una bóveda de crucería.

Al exterior, la torre descansa, como suele ser habitual en los templos medievales de la Navarra rural, sobre el primer tramo de la nave. Su planta es rectangular y su fuste corto y ciego, perforándose en alto dos medios puntos para alojamiento de las campanas. La puerta propiamente dicha se abre en un paño resaltado del muro, que recibe un tejaroz. El hueco se abre mediante arco apuntado de bellas proporciones, cuyo abocinamiento se salva con tres arquivoltas baquetonadas y un guardalluvias, apeando aquellas en otros tantos baquetones, que lucen molduras corridas a modo de basas y capiteles. En estos últimos podemos ver decoración vegetal de raigambre gótica, así como algún ave muy deteriorada.

Al interior del templo, el presbiterio está ocupado por un retablo mayor bajo la advocación de San Andrés, obra renacentista del XVI. Se compone de banco, tres cuerpos de tres calles y ático también tripartito, rematado en frontón triangular. El retablo se organiza mediante pilastras y columnas de orden jónico y corintio, y el sagrario es el original. En cuanto al programa iconográfico, en el primer piso están los relieves de San Juan Evangelista y San Lucas. Encima figuran relieves de San Juan Bautista, San Abdón y San Senén, y en el piso superior los relieves de Santa Catalina de Alejandría y Santa Bárbara flanquean al San Andrés titular, en bulto. En el ático hay un Crucificado, flanqueado por dos escudos con las Cinco Llagas.

Todavía en el presbiterio y a ambos lados del retablo mayor, hay dos pequeños retablos, de la misma época que el arriba descrito. Ambos presentan banco y dos cuerpos tripartitos, con hornacina central. El del lado del Evangelio está dedicado al Sagrado Corazón, cuya talla titular moderna va flanqueada por dos relieves de Santa Lucía y San Francisco Javier, barrocos. En cima se disponen relieves de San Agustín y San Jerónimo, romanistas. El de la Epístola, bajo la advocación de San José, está presidido por la talla barroca titular, más relieves de San Nicolás, San Fermín, San Blas y San Antonio Abad, romanistas.

En el bajo coro admiramos una pila sacramental del XVI, compuesta por fuste cilíndrico acanalado y copa semicircular decorada con gallones. En la sacristía, y al margen de alguna pieza de platería, podemos ver un Crucificado barroco del XVII.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)