Kontzeptua

Zoología

Dentro de los animales triblásticos diferenciaremos dos grandes grupos, los Protostomas, cuya boca procede del blastoporo embrionario, y los Deuterostomas, en los que el blastoporo se transforma en la abertura anal, debiendo formarse posteriormente el orificio bucal.

  • A.-Animales triblásticos protostomas.
  • A.4.-Platelmintos (Gusanos planos).

Los platelmintos agrupan unas 15.000 especies tanto dulceacuícolas como marinas. Se diferencian tres grandes grupos o clases: los Turbelarios de vida libre como la planaria de agua dulce (Planaria polychroa) o varias especies marinas de vistosos colores (Stuylochoplana sp., Prostheceraeus vittatus, etc...). Los Trematodos, que son parásitos internos o externos de muchos animales (moluscos, crustáceos, vertebrados) y los Cestodos, parásitos internos, entre los que se encuentra la conocida tenia o solitaria (Taenia saginata y T. solium) que parasita a la especie humana.

  • A.5.-Nemertinos.

Los nemertinos son largos gusanos no segmentados que viven entre las algas o bajo las piedras de la zona infralitoral. Un típico representante de este grupo es Procephalothrix filiformis o varias especies del género Lineus (algunas como L. longissimus puede alcanzar hasta 30 metros de longitud).

  • A.5.-Gastrotricos; A.6.-Rotíferos; A.7.-Quinorrincos y A.8.-Acantocéfalos.

Agrupamos varios grupos de invertebrados de pequeño tamaño y poco conocidos. Los Gastrotricos -marinos o dulceacuícolas-, presentan el cuerpo recubierto por una cutícula carente de quitina y se conocen unas 400 especies diferentes. Los Rotíferos son muy abundantes en los ecosistemas acuáticos, son más frecuentes en las aguas dulces (donde forman parte del zooplancton) que en las aguas marinas. Se conocen unas 2.000 especies de las que tan sólo 500 son marinas. Los Quinorrincos viven en fondos fangosos intermareales, tan sólo se conocen 100 especies diferentes en todo el mundo. Los Acantocéfalos son parásitos intestinales de vertebrados carnívoros. Alguna especie (p. ej. Giganthorhynchus hirudinaceus) puede llegar a parasitar al hombre.

  • A.9.-Endoproctos; A.10.-Ectoproctos y A.11.-Forónidos.

Agrupamos a una serie de filums de animales poco conocidos. Los Endoproctos, con 60 especies conocidas, son pequeños animales marinos de vida sésil. Los Ectoproctos o Briozoos son pequeños animales acuáticos (casi todos marinos), a veces muy abundantes y que forman una capa exterior quitinosa, a veces endurecida con carbonato cálcico. En el litoral de la costa vasca encontramos numerosas especies como Flustra foliacea sobre conchas y piedras, Aetea truncata, Caberea boryi, Smittina affinis etc... Existen también numerosas especies de briozoos en el registro fósil. Por último los Forónidos son pequeños animales coloniales, cuyo aspecto recuerda a los pequeños anélidos sedentarios.

  • A.12.-Nemátodos.

Los nemátodos presentan un cuerpo delgado y cilíndrico, carecen de segmentación y existen más de 80.000 especies diferentes, desde marinos hasta dulceacuícolas o terrestres. También existen numerosas especies parásitas como Ascaris lumbricoides que llega a medir hasta 25 cm. y constituye lo que conocemos como "lombrices intestinales" que parasitan al hombre o el más peligroso Trichinella spiralis que produce la triquina. Este grupo de animales parasita un gran número de especies de vida libre y domésticos y constituye un objetivo importante en la lucha contra los parásitos. También tenemos numerosos nematodos que atacan las raíces de las plantas, especialmente en épocas con humedad, así como otras muchas especies de vida libre.

  • A.13.-Nematomorfos.

Los Nematomorfos constituyen un curioso grupo de animales, tanto dulceacuícolas como marinos. En Euskal Herria es común la especie dulceacuícola Gordius acuaticus, con aspecto de un largo y fino pelo que se agita en el agua. Este animal pasa su fase larvaria parasitando a coleópteros, mientras que de adulto presenta vida libre y no es raro ver algún ejemplar en las aguas de abrevaderos, charcas y embalses.

  • A.14.-Braquiópodos.

Los Braquiópodos recuerdan en su aspecto externo a los moluscos lamelibranquios, si bien el parecido es tan sólo externo. Viven fijos al sustrato y son marinos. En otras épocas este grupo de animales ha sido muy abundante y se conocen especies que vivieron en el Cámbrico, hace 600 millones de años. Se han descrito más de 60.000 especies fósiles, algunas muy frecuentes entre las rocas del Carbonífero y Pérmico de Euskal Herria (Leptaena sp. y Spirifer sp.) o las Rinconelas y Terebrátulas del Jurásico y Cretácico. En la actualidad y en todos los mares del planeta apenas si sobreviven doscientas especies, algunas de las cuales como Mergelia truncata, Crania anomala, Terebratulina retusa y Platidia davidsoni son abundantes en los fondos arrecifales que se extienden a unos 100 metros de profundidad frente al cabo Machichaco.

  • A.15.-Moluscos.

Los moluscos agrupan un variado conjunto de animales de cuerpo blando que van desde el caracol al pulpo. Poseen concha interna o externa y viven en ambientes acuáticos (tanto marino como dulceacuícola) así como en tierra. Se conocen en la actualidad más de cien mil especies diferentes en todo el planeta, si bien la cifra se incrementa notablemente con los restos fósiles conocidos. Algunos de estos grupos fósiles como los Amonites y Belemnites, caracterizaron los mares del planeta en otras épocas. Dentro del filum de los moluscos encontrarnos siete clases diferentes, los Monoplacóforos, de concha aplanada son un grupo muy primitivo y en la actualidad sobrevive una sola especie que mide apenas algo más de un milímetro (Verma hyalina) y fue descubierto en 1977 en las profundas aguas del Atlántico sur y golfo de Aden.

Un segundo grupo los Aplacóforos, incluye una serie de organismos con aspecto de gusano que viven por debajo de los 30 metros de profundidad. Son organismos muy raros que viven como comensales de algunos hidrozoos sobre los cuales se enrollan.

Los Poliplacóforos constituyen un grupo de moluscos relativamente común aunque poco conocido. Su concha externa está formada por ocho placas impricadas y articuladas. Son todos marinos y viven sobre las rocas desde aguas poco profundas hasta los 4.000 metros de profundidad. En la costa vasca encontramos varias especies litorales de régimen herbívoro: Lepidochiton cinereus, de dos centímetros de longitud es una de las especies más frecuentes, Acantochiton communis y A. fascicularis, que poseen una serie de cerdas a ambos lados de la concha, Callochiton laevis y Lepidopleurus cajetanus que presenta unas típicas estrias en la concha.

Los Pelecípodos o Lamelibranquios poseen simetría bilateral y una concha formada por dos piezas. Normalmente son filtradores y se alimentan de plancton o de pequeñas partículas que retienen en los filtros branquiales. Muchas especies presentan interés económico debido a que constituyen un alimento para el hombre. De hecho este recurso nutritivo ya fue explotado en nuestro litoral desde hace miles de años, como lo demuestra el espeso estrato de ostras y otros moluscos que se encuentra en la cueva de Santimamiñe y que constituye los restos de la comida de la población humana que habitó las cuevas en el Magdaleniense. Entre las numerosas especies que pueblan nuestra costa tenemos el berberecho (Rudicardium edule) que vive enterrado en la arena y fango de los estuarios, donde en ocasiones llega a ser muy abundante, al mismo género pertenece la especie R. tuberculatum. La almeja fina (Venerupis decussata) vive enterrada en la arena gruesa donde resiste bien la desecación en bajamar. De similar aspecto pero menor tamaño, la chirla (Chamelea gallina) que vive a poca profundidad enterrada en la arena. La escupiña (Venus verrucosa) es frecuente en fondos fangosos infralitorales, mientras Arenomya arenaria se encuentra en la arena y fango. La navaja (Ensis crisis) es otro lamelibranquio que vive enterrado en la arena, hábito muy frecuente en muchas especies de este grupo (Spisula subtruncata, Chlamys opercularis, Donax anatinum etc...). También encontramos en nuestra costa moluscos que perforan las rocas cobijándose en su interior. Son frecuentes las especies Pholas dactylus, Pholas callosa y Lithophaga caudigera (estas dos últimas especies de tendencia meridional). Otro grupo de lamelibranquios que incluye mejillones y ostras, se adhieren fuertemente al sustrato. La ostra común (Ostrea edulis) y la ostra portuguesa (Crassostrea angulata) viven preferentemente en los estuarios. De menor tamaño y sin valor comercial, la ostra de perro (Anomia ephippium) vive fijada a las rocas en la zona litoral. El mejillón común (Mytilus edulis) es un animal muy abundante en los fondos litorales rocosos. Se da la circunstancia de que hace algún tiempo (1935) era considerada como una especie muy rara en la costa vasca. Su abundancia actual se justifica por la contaminación orgánica, ya que este molusco filtrador crece bien en las proximidades de los vertidos de aguas residuales urbanas, ricas en materia orgánica. Otros moluscos con aspecto similar son Modiolus barbatus y el pequeño Mytilaster minimus. También encontramos algunas especies de lamelibranquios de aguas dulces como Margaritifera margaritifera, Unio pictorum y Anodonta cygnea. Algunas de estas especies han desaparecido de nuestros ríos debido a la contaminación de los cauces fluviales.

Los Gasterópodos constituyen otro importante grupo de moluscos que incluye los caracoles y babosas (tanto marinos como terrestres y dulceacuícolas). Las lapas están representadas en la costa vasca por cuatro especies distintas: Patella rustica, con una serie de puntitos negros sobre su concha, vive en la zona alta del intermareal; Patella vulgata, la especie más frecuente del Atlántico europeo, vive en el intermareal superior, especialmente en las proximidades de los estuarios; P. depressa, es la especie más abundante en los fondos rocosos intermareales batidos y P. aspera que vive en el nivel inferior del intermareal y tiene la concha más aplanada. Otros moluscos gasterópodos tienen también aspecto de lapa, así Acmaea virginea que vive bajo las piedras o la oreja de mar (Haliotis tuberculata), cuya concha en su cara interna presenta una hermosa tonalidad nacarada. Dentro del género Littorina encontramos varias especies. Por ejemplo en la isla de Txatxarramendi, en la ría de Gernika podemos apreciar una zonación característica en el Atlántico europeo. En la zona superior el pequeño caracolillo L. neritoides (especie muy abundante en la zona supralitoral rocosa de la costa vasca). Debajo, sobre las algas Pelvetia canaliculata, la especie Littorina saxatilis de concha estriada. Más abajo y sobre otra especie de alga, L. obtusata se confunde con las vesículas aéreas del alga y en el nivel más bajo, la karrakela o bígaro (L. littorea). Algunas de estas especies son de carácter septentrional y no se encuentran prácticamente en el resto de la costa vasca (L. saxatilis y L. obtusata). En el infralitoral encontramos numerosas especies, a veces muy abundantes como el caracolillo Tricolia pullus o las gíbulas (Gibbula umbilicalis y G. cineraria). De mayor tamaño Monodonta lineata es común en el mediolitoral. Otros caracolillos prefieren fondos arenosos donde llegan a ser muy abundantes (Turritella comunis, Epitoniun clathrus) o viven entre las algas calcáreas (Barleeia rubra, Skeneopsis planorbis y Cingulopsis fulgida). Ocasionalmente en fondos de 15 a 20 metros encontramos la especie Astraea rugosa, con un curioso opérculo calcáreo que recuerda a un pequeño caracol fósil. Cyclonassa neritea es otra especie de tendencia meridional que vive en la costa vasca. Algunos caracoles son feroces depredadores carnívoros como Calliostoma zizyphinum, Hinia reticulata, H. incrassata, Cerastoderma erinaceum, Ocenebra edwardsi y O. corallina. Simnia spelta es un caracolillo de tendencia meridional que depreda a las gorgonias, mientras Nucela lapillus, depredador de cirrípedos, está mal representado en la costa vasca dada su tendencia septentrional (sólo se encuentra al oeste de Bilbao). Por contra la especie mediterránea Thais haemastona (de donde los romanos extraían la púrpura) es relativamente común. Trivio monacha es un pequeño caracolillo con aspecto de un grano de café que depreda pequeños tunicados y Charonia lampas es una caracola de gran tamaño que a veces encontramos en las zonas portuarias, donde se alimenta de peces muertos arrojados por los pescadores desde los barcos. Aphorrais pespelicanis se entierra en la arena y fango que excava con su concha dentada. Encontramos también numerosas especies de gasterópodos sin concha -generalmente carnívoros- como Hipselodoris cantabrica, Chromodoris purpurea, Berghia coerulescens, Berthella plumula, Bouvieria aurantica o Spurilla neapolitana, en muchos casos con vistosos colores que avisan a posibles depredadores de su toxicidad. La especie de mayor tamaño es la liebre de mar (Aplisia punctata) que en este caso se alimenta de algas. Los gasterópodos terrestres y dulceacuícolas son pulmonados. Entre los más conocidos tenemos el caracol de huerta (Helix aspersa) o el "navarrico" (Cepea nemoralis), este último con una gran variabilidad cromática. También entran a formar parte de la gastronomía popular los caracoles bardeneros (Iberos alonensis), caracol de viña (Otala punctata) y algunas caracoletas (Helicella sp., Cernuella sp., Theba sp. etc...). Aparte de las especies de interés culinario encontramos una gran variedad de caracolillos de pequeño tamaño como Helicella itala o H. pampelonensis (especie descubierta en Pamplona en 1856). Otras especies viven bajo las piedras o enterradas en el suelo (Rumina decollata, Pomaticus elegans...). Las babosas y limacos, animales perjudiciales para las huertas y cultivos, están representadas por numerosas especies. La babosa común (Arion rufus) llega a medir 12 cm. de longitud. De menor tamaño Arion subrufus, A. hortensis, Deroceras agreste y otras especies de limacos. También son frecuentes los gasterópodos dulceacuícolas, a veces con aspecto de pequeñas lapas: (Ancylus simplex, A. lacustris y Anylastrum fluviatilis) o caracolillos (Limnea stagnalis, que llega a medir hasta 5 cm., Theodoxus fluviatilis, Hidrobia jenkinsi...), en ocasiones de concha aplanada (Planorbi sp.).

Los Escafópodos constituyen un grupo de moluscos marinos que viven enterrados en la arena, guarnecidos por una concha alargada en forma de diente. En los fondos arenosos de la costa vasca es frecuente Dentalim vulgare que mide hasta 3 cm. de longitud. Los Cefalópodos son otro grupo de moluscos de gran importancia económica. Dentro de este grupo encontramos las especies de invertebrados de mayor tamaño (hasta 20 metros puede alcanzar el calamar gigante: Architeuthis dux). Pueden diferenciarse dos grandes grupos atendiendo al número de tentáculos: los decápodos con diez brazos, están representados en nuestras aguas por calamares y chipirones (L vulgaris y Loligo forbesi), calamarines (Alloteuthis subulata y A. media), potas (Toradores sagittatus), sepias (Sepia oficinalis) y sepiolas (Sepiola atlantica, Rossia macrosoma). Entre los octópodos (con ocho brazos) encontramos el pulpo (Octopus vulgaris), pulpo blanco (Eledone cirrohosa), así como una curiosa especie Opisthoteuthis agassizii que vive en las aguas profundas de la fosa de Cap Breton.

  • A.16.-Priapúlidos; A.17.-Sipuncúlidos y A.18.-Equiúridos.

Agrupamos aquí tres filums de invertebrados con aspecto de gusanos. Los Priapúlidos viven enterrados en los fondos estuarinos. Priapulus caudatus es la especie de mayor tamaño y alcanza los 8 cm. Los Sipuncúlidos son otro grupo de animales cuyo aspecto nos recuerda al de un gusano, en este grupo encontramos varias especies marinas que viven desde el litoral a los fondos abisales. Por último los Equiúridos están representados por unas pocas especies Thalassema thalassemum, que llega a medir hasta 7 cm., Amalosoma eddystonense que vive hasta los 4.000 metros de profundidad en el Golfo de Vizcaya y Bonelia viridis, cuyas hembras son claramente visibles entre los fondos de bloques del piso circalitoral de la costa vasca.

  • A.19.-Anélidos.

Los anélidos se diferencian por poseer una segmentación externa, existen unas 8.500 especies diferentes y pueden clasificarse en tres grandes grupos. Los Poliquetos son anélidos marinos (chichares) y según su forma de vida los podemos separar en poliquetos errantes y sedentarios. Mientras los primeros pueden desplazarse libremente por el fondo (Eunice rousseani de gran tamaño, Eulalia viridis, de color verde y carroñero, etc...) los sedentarios suelen construir tubos donde se alojan. En unos casos los tubos son calcáreos (Spirorbis sp., Pomatoceros sp...) o membranosos (Spirographis spallanzanii, cuyo aspecto recuerda a una flor) o incluso los tubos pueden ser fabricados con granos de arena (Sabellaria alveolata). El régimen alimenticio de los poliquetos es muy variado, mientras unos son activos depredadores y están provistos de fuertes mandíbulas con las que inmovilizan a sus presas (Platinereis dumerilii, Perinereis cultrifera...), otros se limitan a capturar partículas en suspensión o detritos del fondo (suspensívoros y detritívoros). Existen poliquetos capaces de soportar elevadas tasas de contaminación orgánica, de forma que llegan a vivir en ambientes prácticamente anóxicos (debido a simbiosis que establecen con algunos microorganismos anaerobios). Por este motivo algunas especies (Malacoceros fuliginosus, Capitella capitata...) son buenos indicadores de la contaminación. En otros casos resisten bien grandes variaciones de salinidad, lo que les permite colonizar los ambientes estuarinos. Un curioso caso es el de la colonización de los medios estuarinos de la costa vasca por el poliqueto sedentario Ficopomatus enigmaticus, presente en muchas de nuestras rías y que de origen indo-pacífico, ha sido transportado hasta nuestra costa adherido a grandes buques. Un segundo grupo de anélidos son los Oligoquetos, generalmente terrestres o dulceacuícolas. Entre ellos el más conocido es la lombriz de tierra (Lumbricus terrestris) si bien existen en Euskal Herria numerosas especies (L. papillosus, Allobophora sp., Dendrobaena sp. etc...). También encontramos oligoquetos dulceacuícolas, algunos de ellos como los Tubifícidos soportan muy bien la ausencia de oxígeno, constituyendo su presencia un buen indicador de contaminación por materia orgánica. El tercer grupo, los Hirudíneos, lo constituyen un conjunto de anélidos adaptados a la vida parásita -tanto de especies terrestres como marinas- (hay algunas especies depredadoras como Haemopis sanguisuga). El hirudíneo más conocido es la sanguijuela común (Hirudo medicinalis), animal utilizado hasta el siglo pasado para provocar sangrías. También podemos encontrar especies marinas parasitando a diferentes tipos de peces (Glossiphonia muricata y Branchelio torpedini, esta última parasitando al torpedo de mar o tembladera). Salvo en unos contados casos de especies parásitas, el papel de los anélidos es beneficioso, los terrestres (lombrices) remueven el suelo produciendo mezclas que favorecen la producción vegetal y ayudando a descomponer la materia orgánica. Los poliquetos marinos constituyen buena parte de la dieta alimenticia de numerosas especies de peces de interés comercial.

  • A.20.-Tardígrados y A.21.-Onicóforos.

Son dos grupos de animales relativamente raros y poco conocidos. Los Tardígrados son pequeños animales cuyo tamaño apenas sobrepasa el milímetro y su aspecto recuerda a un diminuto osito con cuatro pares de robustas patas. Pueden sobrevivir -desecados- durante más de un siglo soportando temperaturas extremas (desde los 150°C hasta los -270°C). Otra característica curiosa de estos organismos es su extraordinaria resistencia a las radiaciones, mientras la dosis letal de rayos X en el hombre es de 500 roetgens, los tardígrados resisten radiaciones mil veces mayores. Debido a su resistencia viven en todos los ambientes, desde las cálidas aguas termales o en los trópicos, hasta el Artico. En Euskal Herria aparecen citadas varias especies como Macrobiotus schultzei, M. echinogenitus, M. hofelandi, M. coronifer, Diphascum alpinum, D. oculatum, D. scoticum etc... Los Onicóforos son otro grupo de pequeños animales con aspecto de ciempiés. Poseen numerosos pares de patas huecas y no articuladas y viven en suelos húmedos o entre la hojarasca. Se conocen unas 80 especies en todo el mundo.

  • A.22.-Artrópodos.

Los animales Artrópodos se caracterizan por poseer cuerpo y apéndices segmentados y articulados, con un exoesqueleto quitinoso y duro. El número de especies de este grupo supera al resto de los demás animales. Sólo insectos se conocen más del medio millón de especies y posiblemente el número real es mucho mayor, dado nuestro desconocimiento de muchas faunas tropicales. Dentro de los Artrópodos encontramos tres grandes grupos o subfilums: los Trilobitomorfos, los Quelicerados y los Mandibulados. El primero de estros tres grupos está constituido por animales fósiles que vivieron en el Paleozóico. En los Quelicerados (Merostomas y Arácnidos) las dos primeras partes del cuerpo se hallan fusionadas, en los Mandibulados el cuerpo se divide en tres partes.

Los Quelicerados agrupan diversos animales como las arañas, escorpiones, opiliones, ácaros y Seudoescorpiones. Los Escorpiones son los animales más primitivos de este grupo y se adaptaron a la vida terrestre en el Carbonífero. Si bien la mayor parte de las especies viven en climas tropicales, en Europa encontramos algunas especies entre las que Euscorpius flavicaudis es la más común. Mucho más frecuentes, aunque también menos conocidos debido a su pequeño tamaño, los Seudoescorpiones tienen un aspecto similar al de un escorpión, si bien carecen de la característica cola de éstos. Estos pequeños artrópodos viven en variados hábitats que van desde los estercoleros hasta las viviendas. La especie Chelifer nodosus, de color rojizo, presenta la costumbre de buscar medio de transporte, agarrando el pelo de una mosca con sus fuertes pinzas. Es frecuente encontrar varios seudoescorpiones viajando sobre una misma mosca. Dentro del grupo de los Quelicerados, los animales más conocidos son las Arañas, de vida libre y voraces depredadoras de insectos. Son capaces de producir una secreción protéica que solidifica al contacto con el aire, constituyendo las "telarañas". En Euskal Herria existen numerosas especies, desde la araña doméstica (Tegenaria domestica), araña de jardín (Araneus diadematus) o la vistosa araña cestera (Agriope bruennichi), hasta las pequeñas arañas cangrejo (Tomisidas) o saltadoras (Saltícidas). Los Opiliones, que suelen confundirse generalmente con las arañas, se diferencian por no poseer abdomen diferenciado. Generalmente poseen larguísimas patas, que se desprenden con facilidad. En Euskal Herria encontramos numerosas especies, como Liobunum rotundum o Phalangium opilio, especialmente en ambientes húmedos. Se han citado varias especies en las cuevas de Aralar y en otros lugares de la geografía del País Vasco. Algunas de ellas como las pertenecientes al género Ischyropsalis (I. superba, I. adamii, I. dispary I. helwigii) poseen unos quelíceros muy desarrollados y robustos. Estos animales se alimentan de insectos y moluscos.

Los Ácaros son un grupo de animales de pequeño tamaño. Mientras algunas especies forman parte de la fauna edáfica como los Oribátidos y desempeñan un importante y positivo papel en el proceso de descomposición de la materia orgánica del suelo, existen también especies de ácaros parásitos como Dermanyssus gallinae que parasita las aves, o la conocida garrapata (Ixodes ricinus) que llega a medir más de un centímetro y se alimenta de la sangre que extrae a los mamíferos. También existen especies que parasitan los vegetales como la conocida "araña roja" y también ácaros acuáticos como la familia de los Halacáridos, con un pequeño número de especies dulceacuícolas y numerosas especies marinas que viven desde la zona litoral hasta las profundidades abisales. Un último grupo de Artrópodos quelicerados lo constituyen los Picnogónidos, animales marinos emparentados con las arañas y que poseen un cuerpo muy pequeño y cuatro pares de enormes patas. Se alimentan de pólipos de hidrozoos. La especie más común en nuestro litoral es Nimphon gracile que vive en zonas iluminadas, mientras que Pycnogonum littorale, de patas más cortas, prefiere los fondos esciáfilos y se esconde bajo las rocas.

Dentro de los Mandibulados encontramos varios grupos de animales bien diferenciados. En primer lugar los Crustáceos, animales acuáticos (tanto dulceacuícolas como marinos) con diversos grupos: los Cladóceros o pulgas de agua (Daphnia pulex) de tamaño microscópico y muy comunes en el zooplancton de las aguas estancadas; los Ostrácodos, cuyo aspecto recuerda el de una diminuta almeja; en Euskal Herria viven varias especies dulceacuícolas como Candona neglecta var. vasconica, Cypria ophtalmica, Heterocypris incongruens, Potamocypris wolfi etc...; los Copépodos con un gran número de especies, constituyen uno de los grupos más numerosos en el zooplancton marino y dulceacuícola y desempeñan un importantísimo papel en la red trófica. No sólo porque constituyen el alimento de especies filtradoras sino por que sus excrementos ("fecal-pellets") y los mismos animales muertos caen hacia el fondo del océano como un auténtico "maná" bíblico que constituye el alimento de la fauna detritívora de las profundidades. Los Anfípodos presentan unas pocas especies dulceacuícolas (Echinogammarus berilloni) y numerosas especies marinas que por sus saltos recuerdan a las pulgas. En el litoral vasco la especie más abundante es Stenothoe monoculoides de pequeño tamaño, otras especies comunes son Hyale perieri, H. stebbingi, Melita palmata que puede entrar en los estuarios, Gammarus locusta, Atylus swamerdami etc... Los caprélidos son un curioso grupo de anfípodos de cuerpo alargado que viven sujetos a las algas, donde se camuflan perfectamente. En nuestro litoral abunda la especie Caprella acutifrons. Los Isópodos son otro grupo de animales presentes en el medio marino y también en el terrestre. Entre los primeros encontrarnos varias especies como Cymodoce truncata, Dynamene bidentata y Sphaeroma serratum. Todas estas especies muestran un marcado dimorfismo sexual y cada macho vive rodeado por un "harén" de hembras. La especie Idotea baltica vive en las cubetas litorales mientras el isópodo más conocido es Ligia oceanica, de gran tamaño y que frecuenta la zona supralitoral de los estuarios, donde suele capturarse para ser utilizado como cebo. Esta última especie aún siendo más terrestre que acuática está vinculada al medio marino. No así otras especies terrestres denominadas "cochinillas de humedad" que abundan bajo las piedras (sobre todo en suelos calizos) entre las que podemos citar como frecuentes en Euskal Herria: Armadillum migare, Philoscia muscorum, Porcellio scaber y Oniscus asellus, las dos últimas pueden llegar a vivir en las casas en lugares húmedos.

También pertenecen a los Crustáceos unos curiosos animales, los Cirrípedos, cuyo aspecto difiere de sus congéneres. Son animales adaptados a la vida sésil que tras un estadio larvario que podríamos calificar de normal, se fijan al sustrato rocoso transformando su cuerpo. Dentro de los cirrípedos existen tres grandes grupos de morfología muy diferente: las bellotas de mar, los percebes y las saculinas. Entre las "bellotas de mar" la especie más abundante en Euskal Herria es Chthamalus stellatus (mezclada con Ch. montagui) que recubre las rocas del intermareal. Balanus perforatus, de mayor tamaño vive en zonas más protegidas, mientras Verruca stroemia prefiere aguas más profundas y la especie australiana Elminius modestus ha colonizado recientemente alguno de nuestros estuarios. Entre los percebes, el más popular y apreciado es Mitella pollicipes (= Pollicipes cornucopia), que vive en los fondos batidos de la franja litoral, otra especie común es el falso percebe o Lepas anatifera. Una última especie de cirrípedo, Sacculina carcini, se ha adaptado al parasitismo. Durante la fase larvaria se adhiere a un cangrejo (en nuestra costa son muy frecuentes los cangrejos del género Xantho parasitados) penetrando hacia el intestino. En la siguiente muda del cangrejo, el parásito sobresale formando una gran bolsa bajo el abdomen, a partir de este momento el cangrejo huésped no vuelve a mudar y sus órganos sexuales degeneran. Los Estomatópodos son animales que a veces alcanzan gran tamaño y aunque la mayoría viven en mares tropicales, en nuestras aguas encontramos la especie Platysquilla eusebia que se entierra en los fondos arenosos, capturando sus presas como lo hace la mantis religiosa, es decir proyectando sus grandes patas prensoras con las que atrapa a sus víctimas. Por último los crustáceos mejor conocidos son los pertenecientes al orden de los Decápodos, es decir los conocidos vulgarmente como "cangrejos". Existe una especie autóctona dulceacuícola, Austropotamobius pallipes, prácticamente extinguido desde hace unos años a causa de la enfermedad conocida como "peste del cangrejo" o "astacomicosis". En Gipuzkoa existen algunas poblaciones residuales amenazadas por la introducción de especies exóticas (cangrejo señal, cangrejo rojo...). Algunas de estas especies de cangrejos foráneos, como Plocambarus clarkii ya se han extendido peligrosamente -introducidas por el hombre- en diversas zonas. Mucho más abundantes, las especies marinas tienen un gran interés comercial, así las quisquillas (Palaemon serratus y P. longirrostris, esta última típica de los medios estuarinos), los camarones (Crangon crangon), el cangrejo corredor, que vive en la zona litoral superior (Pachygrapsus marmoratus), el cangrejo verde (Carcinus maenas), la langosta (Palinurus elephas), bogavante (Homarus gammarus), buey (Cancer pagurus), nécora (Liocarcinus puber), cangrejo moruno (Eriphia verrucosa) o centollo (Maja squinado) entre los más conocidos, sin contar otras muchas especies de menor interés comercial como el cangrejo ermitaño (Clibanariuserythropus) u otros que carecen de denominación vulgar: Galathea squamifera, Pirimela denticulata, Xantho incisus y X pilipes, Dromia vulgaris, Macropodia rostrata e Inachus dosettensis, Goneplax rhomboides, Pisidia longicornis, Pinnoteres pisum y un largo etcétera de especies, a veces muy comunes en nuestros fondos litorales.

Un segundo grupo de artrópodos mandibulados lo integran los Miriápodos (ciempiés: Quilópodos y milpiés: Diplópodos), animales terrestres que se caracterizan por poseer un cuerpo alargado provisto de numerosas patas. Son frecuentes el ciempiés doméstico (Scutigera coleoptrata) provisto de largas antenas, así como el ciempiés de las macetas (Geophilus carpophagus). La especie que alcanza mayor tamaño (hasta 10 cm.) es la escolopendra (Scolopendra cingulata), con un hermoso brillo metálico. Muy frecuentes los Glomeris, parecidos a las cochinillas de humedad y que al ser molestados se transforman en una bola o diversas especies del género Lulus, con el cuerpo cilíndrico y alargado, que se enrollan en espiral a la menor señal de peligro. El tercer grupo de Artrópodos Mandibulados es también el más numeroso, son los Insectos. Dentro de este grupo diferenciaremos en primer lugar los insectos sin alas (Apterigotos) que son los más primitivos y agrupan cuatro órdenes: Colémbolos, Diploros, Proturos y Tisanuros. Estos animales presentan un pequeño tamaño y viven en el suelo, bajo las hojas o en los troncos de árboles. Excepcionalmente encontramos especies asociadas al ambiente marino (Hypogastrura sp.) o vivendo sobre las aguas dulces (Podura sp.). Una especie común es el Tisanuro "pececillo de plata" (Lepisma saccharina), capaz de digerir celulosa y que puede causar destrozos en los archivos y bibliotecas. La subclase que agrupa los insectos alados (Pterigotos) es la más numerosa y en la actualidad encontramos 28 órdenes diferentes dentro de este numeroso grupo de animales.

Los Efemerópteros de cuerpo grácil y delicado pasan casi toda su vida en estado larvario, en medios dulceacuícolas, siendo muy efímera la vida del adulto (de aquí su nombre). Los Odonatos agrupan las libélulas, como la gran esna (Aeschma grandis) y la libélula deprimida (Libellula depressa) y caballitos del diablo (Calopteris virgo). A veces la forma de posarse es característica de la especie, así mientras Anax imperator o Crocothemis erythraea lo hacen con las alas extendidas, otras lo hacen con las alas plegadas hacia arriba, como el caballito del diablo (Calopteris haemorrhoidalis). Un tercer orden de Pterigotos, los Dictiópteros, agrupan las cucarachas y las mantis religiosas. Entre las primeras tenemos tres especies muy comunes y cosmopolitas: Blatta orinetalis, Blatella germanica y Periplaneta americana, cuya difusión ha estado vinculada a los asentamientos humanos. La mantis religiosa (Mantis religiosa) es un curioso animal con dos grandes patas prensiles con las que captura otros insectos.

Los Isópteros o termitas son exclusivamente tropicales y los Plecópteros constituyen las "moscas de las piedras" cuyas larvas pasan su vida en las aguas oxigenadas de ríos y arroyos. Los Queleulopteros son los insectos palo que se camuflan perfectamente y pasan desapercibidos, si bien este orden abunda en zonas tropicales, en Euskal Herria encontramos la especie Bacillus rossi.

Los Ortópteros agrupan numerosas especies de saltamontes y grillos como el grillo campestre (Grillus campestris), el doméstico (Acheta domesticus), el grillotopo (Gryllotalpa gryllotalpa), la langosta verde (Tetiggonia viridis), especie que aún siendo tropical puede realizar extensas migraciones y en ocasiones ha llegado a amenazar nuestros cultivos. Entre los saltamontes más comunes podemos citar el de alas rojas (Oedipoda germanica), el de alas azules (O. coerulescens), el saltamontes común (Chorthipus parallelus), el de alas moteadas (Myrmeleotettix macttlatus) y una larga lista de especies. Los Embiópteros son pequeños insectos que viven bajo las piedras y los Demápteros o tijeretas son unos populares insectos de aspecto inconfundible por sus apéndices caudales. La especie más común es Forficula auricularia.

Dentro de los insectos (y también de todos los grupos animales vivientes) el más rico en especies es el de los Coleópteros, que con más de 300.000 especies se distribuye por todos los ambientes terrestres del mundo. Los hay depredadores como la cicindela común (Cicindela campestris) y las mariquitas (Coccinela septencpunctata). En este caso realizan una importante labor al depredar a otros insectos parásitos. También encontramos especies fitófagas que en ocasiones plantean graves problemas a la agricultura como es el caso del dañino escarabajo de la patata (Leptinotarsa decemlineata), introducido de América. Uno de los grupos más peligrosos de insectos es el de los gorgojos (Curculiónidos) con numerosas especies que se alimentan de las semillas y que pueden causar destrozos importantes en silos y graneros. También encontramos numerosas especies cuyas larvas se alimentan de celulosa y horadan la madera (así por ejemplo muchos cerambícidos como el gran capricornio: Cerambix cerdo). Algunas especies alcanzan gran tamaño y vistosidad, es el caso del ciervo volante (Lucanus cervus), especie protegida en la actualidad. En el medio dulceacuícola encontramos también algunas especies depredadoras como el ditisco (Dytiscus marginalis), el escribano plateado (Hydrous piceus) y el escribano común (Gyrinus natator). Megalópteros, Rafidofóridos, Planipenes y Tricópteros, son órdenes de insectos menos conocidos, muchos de ellos relacionados con ambientes acuáticos.

Los Lepidópteros son el grupo de insectos que presenta mayor vistosidad, agrupa a las mariposas nocturnas y diurnas. En este grupo encontrarnos desde hermosas especies protegidas y amenazadas de extinción como la mariposa Apolo (Parnassius apollo), la macaon (Papilio machaon) o la podalirio (Iphiclides podalirius), hasta numerosas especies que constituyen importantes plagas agrícolas y forestales, como la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), la mariposa blanca y la blanquita de la col (Pieris brassicae y P. rapae) y otras especies menos conocidas cuyas larvas atacan a los frutales. Los Dípteros, agrupan moscas y mosquitos, unas veces adaptados al parasitismo y en ocasiones vectores de enfermedades. Entre las especies más comunes en Euskal Herria podemos citar la mosca común (Musca domestica), la mosca de la carne (Sarcophaga carnaria), la mosca de establo (Stomoxys calcitrans), el tábano (Tabantts sudeticus) y la inofensiva típula (Tipula maxima) cuyo aspecto de mosquito gigante atemoriza, si bien se trata de una especie inofensiva.

Los Sifonápteros agrupan a las pulgas: pulga del hombre (Pulex irritans), del perro (Ctenocephalides canis), del gato (C. felis) e incluso existen pulgas específicas de las aves, como las especies del género Ceratophyllus. Son animales adaptados a la vida parásita y su principal inconveniente es que pueden actuar como vectores de algunas enfermedades. Los Himenópteros agrupan a las hormigas, avispas, abejorros y abejas. También en este grupo nos encontramos con especies beneficiosas para el hombre, es el caso de la abeja (Apis mellifera) que nos proporciona miel y cera o de algunas avispas depredadoras que se alimentan de insectos perjudiciales. Entre las hormigas podemos señalar como comunes la hormiga roja (Formica rufa) y la negra (Lasius niger) y entre las avispas, la avispa papelera (Polistes gallicus). Los Estrepsípteros, Psocópteros, Malófagos, Anopluros y Tisanópteros son órdenes de insectos menos conocidos.

A veces son parásitos como los Malófagos o los Anopluros. A este último orden pertenece el piojo (Pediculus humanus) o la ladilla (Phtirius pubis). Por último los Hemípteros (que agrupan los Homópteros y Heterópteros) son un grupo de insectos al que pertenecen numerosas especies de chinches. En muchos casos parasitan los vegetales como el chinche del avellano (Lygaeus saxatilis), del pino (Aradus cinnamomeus) etc... También pertenecen a este grupo algunos insectos acuáticos como el zapatero (Gerris lacustris), el escorpión acuático (Nepa cinerea) o el garapito (Notonecta glauca). Entre los insectos más dañinos de este grupo se encuentran numerosas especies de cochinillas y pulgones.

  • B.-Animales triblásticos deuterostomas.
  • B.23.-Equinodermos.

Los Equinodermos son uno de los grupos de animales marinos más conocidos; sus características más importantes son su simetría pentarradiada y la presencia de un dermoesqueleto calcáreo. Son animales típicamente bentónicos y tienen una amplia distribución batimétrica que va desde la zona litoral hasta los 10.000 metros de profundidad. Dentro de los Equinodermos encontramos varias clases: los Crinoideos, con un delicado aspecto que recuerda a una flor, algunas especies abisales viven fijas al sustrato por medio de un pedúnculo. En Euskal Herria el único representante en aguas poco profundas es la especie Antedon bifida. Los Holoturoideos u holoturias, difieren del resto de los equinodermos y su aspecto externo recuerda más a un gran gusano que a un erizo o una estrella de mar. Las especies que viven en nuestra costa son Holothuria tubulosa, H. polli y H. forskali. A más profundidad en fondos arenosos encontramos la pequeña Cucumaria elongata y a más profundidad en fondos fangosos la especie Stichopus tremulus. Ya en los fondos abisales de la fosa de Cap Breton vive la especie benthogone rosea, descubierta precisamente en este lugar por la expedición del "Caudan". Los Asteroideos o estrellas de mar resultan el grupo más familiar, en la costa vasca abunda la especie Marthasterias glacialis que depreda ferozmente moluscos gasterópodos y lamelibranquios. Menos abundante pero muy llamativa Echinaster sepositus presenta un vivo color rojo y vive en el infralitoral. Asterina gibbosa es una pequeña estrella frecuente bajo las piedras y bloques en zonas protegidas, y ya en los fondos arenosos podemos encontrar la especie Astropecten irregularis, voraz depredador de pequeños moluscos. Los equinoideos son los erizos de mar. Entre ellos, la especie más abundante en la costa vasca es Paracentrotus lividus. A poca profundidad esta especie es sustituida por un erizo de menor tamaño y púas más cortas: Sphaerechinus granularis. En fondos arenosos abundan las especies irregulares Spatangus purpureus y Echinocardium cordatum y por último a gran profundidad, en la fosa de Cap Breton encontramos unas curiosas especies de erizos planos como Phorosoma placenta y Ph. luculentum. Los Ofiuroideos forman el último grupo de equinodermos donde se incluyen las ofiuras o arañas de mar. En la zona intermareal abundan las especies Ophiotrix fragilis y Amphipholis squamata, mientras en fondos algo más profundos encontramos Ophioderma longicauda y Ophiocomina nigra. Las ofiuras se alimentan de pequeñas partículas que atrapan gracias a las espinas que recubren sus brazos. A pesar de su aspecto son completamente inofensivas.

  • B.24.-Pogonóforos.

Los Pogonóforos son un grupo de gusanos marinos que normalmente viven a grandes profundidades. Generalmente de muy pequeño tamaño (1 mm), recientemente en los afloramientos hidrotermales submarinos del Pacífico, se han descubierto colonias de numerosos ejemplares que miden casi un metro de longitud.

  • B.25.-Quetognatos.

Este grupo de animales forma parte del zooplancton marino. Su aspecto recuerda el de una pequeña saeta o flecha y son comunes varias especies del género Sagitta.

  • B.26.-Hemicordados.

Son un grupo de pequeños animales de aspecto vermiforme, como Rhabdopleura normani que forma colonias entre las ramas de algunas madréporas.

  • B.27.-Cordados.

Los animales de este filum son los mejor conocidos ya que incluyen a los vertebrados, tanto terrestres como acuáticos. Podemos diferenciar los subfilum de los Tunicados y de los Cefalocordados que carecen de cerebro y los restantes (Agnatos y Gnatostomados) que sí lo tienen. Entre los Tunicados comunes en nuestras aguas encontramos a Ciona intestinalis, Clavelina lepadiformis y el colonial Botrillus schlosseri, que presenta una gran variabilidad de colores desde el amarillo pardo al rojo vivo. Entre los Cefalocordados, encontrarnos el anfioxo (Branchiostoma lanceolatum) en fondos arenosos. Entre los Agnatos, los únicos supervivientes en la actualidad son las lampreas, mientras que los Gnatostomas se clasifican en peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

Los Anfibios están representados por dos grupos, los anuros (sin cola) y los urodelos (con cola). Entre los primeros encontramos en Euskal Herria varias especies de ranas y sapos: la ranita de San Antón (Hyla arborea) capaz de encaramarse a los arbustos gracias a las ventosas con que están provistos sus dedos; la rana verde (Rana ridibunda), la especie más frecuente en regatas y estanques; la rana bermeja (Rana temporaria) que prefiere praderas y puede alejarse bastante de los cursos fluviales y la rana ágil (Rana dalmantina), de aspecto similar a la anterior pero mucho más rara. También escasea el sapillo pintojo (Discoglossus pictus) que puede refugiarse en pequeñas simas. Entre los sapos, el de mayor tamaño es el sapo común (Bubo bufo), pero tenemos otras especies como el corredor (Bufo calamita), el sapo de espuelas (Pelobates cultripes) y el partero (Alytes obstetricans), en este caso es el macho quien durante un mes transporta entre sus patas posteriores los huevos fecundados. Entre los anfibios con cola encontramos los tritones como el raro tritón pirenáico (Euproctus asper), de gran tamaño, el alpino (Triturus alpestris), también muy raro, el tritón palmeado (T. helveticus), el jaspeado (T. marmoratus) y por último la salamandra (Salamandra salamandra) que alcanza hasta 20 centímetros y presenta una variada y llamativa coloración negra y amarilla, que avisa de su toxicidad. Los anfibios constituyen un grupo beneficioso de animales, a pesar de que a veces han tenido una injustificada mala fama, ya que consumen gran cantidad de insectos e invertebrados perjudiciales. En la actualidad se encuentran protegidos.

Los Reptiles son el primer grupo de vertebrados que realmente se independiza del medio acuático, entre ellos podemos diferenciar las subclases: Anápsidos, que incluyen algunos grupos fósiles y las actuales Tortugas; Sinápsidos e Ictiopterígios, que eran reptiles ya extinguidos adaptados a la vida acuática, Lepidosaurios, grupo al que pertenecen los lagartos, lagartijas y culebras y Arcosauros que engloba los cocodrilos, típicos de la fauna tropical. Las Tortugas terrestres están escasamente representadas en Euskal Herria, excepcionalmente puede encontrarse la tortuga terrestre de jardín (Testudo hermanni), mientras que el galápago común (Emys orbicularis) que antaño vivía en la región meridional ha desaparecido. Al parecer existe alguna población aislada de galápago leproso (Mauremys caspica) en el país vasco-francés. Con respecto a las tortugas marinas la especie que nos visita con mayor frecuencia es Caretta caretta, si bien ocasionalmente puede verse la gran tortuga laud (Dermochelys coriacea). Esta especie -que llega a medir dos metros y medio de longitud-, se encuentra actualmente en peligro de extinción. A pesar de ser un animal muy raro, en 1995 aparecieron 61 ejemplares muertos en las costas francesas del Golfo de Vizcaya. Entre los Lagartos y Lagartijas, encontramos en Euskal Herria varias especies como el lagarto verde (Laceria viridis), el lagarto común (L. lepida), la lagartija de turbera (L. vivipara) y varias especies de lagartijas fácilmente confundibles (Podarcis hispanica, P. muralis y Psamodromus algirus). Pertenece a este grupo el lución o sirauna (Anguis fragilis) a pesar de su aspecto de ofidio y más raro el eslizón (Chalcides chalcides) habita en algunas zonas de Navarra. Los Ofidios o culebras están representados en Euskal Herria por varias especies como la rara culebra verdiamarilla (Coluber viridiflavus), la dócil culebra bordelesa (Coronella girondica) o la culebra lisa (C. austriaca), la gran culebra de esculapio (Elaphe longissima), símbolo de la medicina y de la curación desde la antigüedad, la culebra de escalera (Elaphe scalaris), la bastarda (Malpolon monspesulanus) y las inofensivas culebras de agua (Natrix natrix y N. maura). Entre las vívoras encontramos la Vipera aspis y un curioso endemismo descubierto en el País Vasco, la víbora de Seoane (Vipera seoanei).

Los Mamíferos constituyen el grupo más evolucionado, entre ellos encontramos carnívoros como el perro (Canis familiaris), zorro (Vulpes vulpes) y lobo (Canis lupus), esta última especie desaparecida de Euskal Herria desde comienzos de siglo. Otra especie actualmente ausente es el oso (Ursus arctus), pero no así una serie de pequeños mamíferos como la comadreja (Mustela nivalis), turón (M. putorius), garduña (Martes foina), marta (Martes martes), nutria (Luna lutra), esta especie adaptada a la vida acuática, gineta (Genettas genetta), especie introducida y asilvestrada, gato montés (Felix silvestris) y gato doméstico (Felix catus). Entre los Artiodáctilos podemos citar el jabalí (Sus scrofa), una de las pocas especies salvajes que ha incrementado su población por el abandono del monte y desarrollo de maleza, el ciervo (Cervus elaphus), corzo (Capreolus capreolus), así como las especies domésticas de ovejas, carneros, vacas y bueyes. Entre los Perisodáctilos citaremos tan sólo especies domésticas, el caballo (Equus caballus) y el asno (Equus asinus). Los Lagomorfos están representados por la liebre (Lepus capensis) y el conejo (Oryctolagus cuniculus) y los Mamíferos insectívoros agrupan los erizos (Erinaceus europeus), topos (Talpa europea) y hasta siete especies diferentes de pequeñas musarañas, entre las que destaca por ser la más frecuente la especie Crocidura russula. En este grupo de animales se incluye el desmán del Pirineo (Galemys pyrenaicus), especie adaptada a la vida acuática y muy susceptible a la contaminación y a la destrucción de sus hábitats naturales. Entre los roedores podemos citar la ardilla (Sciurus vulgaris), el lirón (Glis glis), las ratas (Ratus norvergicus y R. rattus), el ratón casero (Mus musculus) y el campestre (Apodemou sylvaticus), la rata de agua (Arbicola sapidos) así como varias especies de ratillas y topillos de campo de los géneros Microtus y Arvicola. Los Quirópteros son mamíferos adaptados al vuelo e incluyen los murciélagos, entre los que podemos citar el murciélago común (Pinistrellus pinistrellus) y otras especies (en Navarra se han contabilizado hasta 21 especies diferentes). Podemos citar también algunos mamíferos marinos, tanto Pinípedos o focas, que si bien no llegan a criar en nuestro litoral, ocasionalmente pueden visitarlo, como la foca gris (Halichoerus gryphus) o la foca común (Phoca vitulina). De igual forma podemos señalar algunas especies de delfines e incluso la conocida ballena de los vascos (Eubalaena glacialis) que fue erradicada hace siglos del Golfo de Vizcaya debido a la excesiva sobrepesca ejercida.