El Centro Vasco de Bahía Blanca es el segundo creado en Argentina. Desde 1894, existió en la ciudad un círculo de inmigrantes vascos, denominado Laurak Bat y presidido por Luis Bárbara, a partir del cual, se fundó la Sociedad Laurak Bat de Socorros Mutuos.
Cuarenta y siete personas así reunidas eligieron una Junta Provisoria integrada por Luciano Gaztambide, Juan Guezurraga, Joaquín Cenoz y Gregorio Nicolao, y obtuvieron el 27 de enero de 1902 la personalidad jurídica. La primera Comisión Directiva estuvo presidida por el mismo Gaztambide, a quién acompañaron en su gestión Joaquín Cenoz (Vicepresidente), Juan Guezurraga (Secretario); Fructuoso Torrea (Prosecretario), Gregorio Nicolaro (Tesorero), Pedro Gorostiza (Protesorero) y los vocales Juan Echaren y José R. Aguirre.
En un primer momento, los socios debían ser naturales exclusivamente de alguna de las cuatro provincias peninsulares, pero luego los estatutos permitieron el ingreso de vascos continentales, así como de argentinos. Los fines de la entidad eran la ayuda mutua y la práctica y difusión de los aspectos sociales, deportivos, culturales, y fundamentalmente la defensa y formación de la familia. La preocupación por socorrer al prójimo fue demostrada frecuentemente. Se realizaron todo tipo de colectas solidarias para ayudar a las víctimas de las guerras, temporales e incluso ayuda a los carentes.
El 4 de abril de 1905 se adquirieron los terrenos de Lavalle 284, esquina Lamadrid, donde se levantó la sede social que la Unión Vasca ocupa hoy, inaugurada el 8 de marzo de 1914, gracias a la colaboración prestada por un numeroso grupo de socios. En ese entonces se habían conformado ya un pequeño orfeón y un cuerpo de baile.
Las actividades desarrolladas con el paso del tiempo son las más típicas de la cultura vasca: juego de pelota, danza, coro, aprendizaje del euskera. El voley ha cobrado importancia en los últimos año, revelada a través de la obtención de varios lauros. La agrupación Beti Aurrera nuclea y expresa a la juventud local, desde 1948. Su primer Presidente fue Marcos Eizaguirre y su finalidad específica es la práctica de danzas folklóricas vascas y argentinas. Pero también objetivos más amplios: poner en contacto a los jóvenes con la cultura del país de origen, y propender a su formación cultural, física, social y cívica, así como a la difusión de los valores tradicionales. Esta tarea puso en contacto a Beti Aurrera con otros centros y estimuló la formación de nuevas entidades como las de Macachín, Tandil y Gral. Acha. La agrupación celebra su fiesta anual el 15 de septiembre.
El 20 de setiembre de 1950, el Maestro José Luis Ramírez Urtasun fundó la Agrupación Coral Lagún Artean y la dirigió hasta su fallecimiento, en 1969. Se trata de un coro de voces mixtas que realiza frecuentes presentaciones públicas no sólo en Bahía Blanca, sino en otras ciudades del país, incorporando a menudo grupos vocales y solistas invitados. Hoy está dirigido por el Maestro Eduardo Murphy.
En la Unión Vasca siempre hubo voluntarios dispuestos a enseñar euskera, hablantes nativos sin preparación docente. Esta actividad se remonta a 1950. En 1977, la habilitación de un nuevo salón permitió la creación de una ikastola a cuyo frente estaba Lore Markiegi de Gras como profesora. Unión Vasca tiene una publicación trimestral, Irrintzi, con variada información. Comenzó a editarse en julio de 1967. Asimismo, la entidad realiza una audición radial para difundir aspectos culturales y temas musicales vascos.
Además celebran también Aberri Eguna, San Fermín, un almuerzo de Confraternidad Vasco-Argentina (25 de mayo y el 9 de julio) y la cena de fin de año. El Centro cuenta a comienzos del siglo XXI con alrededor de 600 socios, de los cuales aproximadamente veinte personas son vascos nativos.
- CAVIGLIA, María J.; VILLAR, Daniel: Inmigración vasca en Argentina. Vete a AMÉRICA. Bs. As., Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, 1994, pág. 165.