Biografiak

UCIN BALENCIAGA, José Francisco de Javier

Perfil biográfico

Hijo de José María Ucín y de Bernarda Balenciaga, labradores ambos, nació en el modesto caserío Kurutzeaga Txiki de Azkoitia (Gipuzkoa) el 19 de noviembre de 1874; sus abuelos paternos fueron Antonio y Mª Josefa Zubizarreta y los maternos José Agustín y Concepción Epelde [1].

El 16 de abril de 1918, en la iglesia parroquial de Itziar, contrajo matrimonio con María Antonia Alberdi Alberdi, viuda, que aportó dos hijos al matrimonio,

Nuestro protagonista y Mª Antonia tuvieron a su vez dos hijos, Mª Nieves (1919) y Pedro (1921); la familia residía en la calle Mayor, 49, segundo piso de Azkoitia. Su esposa Antonia fallecería el 1 de agosto de 1928.

José Ucín falleció en Azkoitia el 7 de enero de 1938 a causa de una angina de pecho [2] , sin duda relacionada con la amarga situación que estaba padeciendo. Al día siguiente, fallecería también su hermano Ramón, de forma que les enterraron juntos en el cementerio de su Azkoitia natal.

Formación

Estudio en la Escuela de Veterinaria de Zaragoza, ingresando en el curso 1895-96; en su expediente académico se contabilizan siete "buenos", un sobresaliente, siete "notablemente aprovechados" y cuatro aprobados. Los días 27 y 28 de junio de 1900 realizó los ejercicios de reválida de veterinario, sacando aprobado en todos los ejercicios.

El 9 de septiembre de 1900 se remite el título al gobernador de Guipúzcoa para su entrega al interesado [3].

Actividad profesional

Inspector de Carnes de Azkoitia. El 1 de julio de 1900, Ucín, recién llegado de Zaragoza, se dirigió al alcalde de Azkoitia solicitando la plaza de Inspector de Carnes que venía desempeñándola el albéitar Iturbe Gasteig, argumentando su titulación superior; la Alcaldía desempeñada por Manuel Lascuráin, accedió y fue nombrado Inspector Municipal Veterinario el 26 de julio de 1900 [4] , con un sueldo anual de 350 pesetas. En noviembre del mismo año reclamaba y se le concedía la inspección de alimentos en el mercado.

En setiembre de 1912, siendo alcalde Juan José Alberdi, atendiendo el escrito en el que comparaba sus emolumentos con los que percibían los veterinarios de Azpeitia o Elgoibar, se le incrementaba el sueldo a 500 pesetas.

Inspector de Higiene y Sanidad Pecuarias. El Ayuntamiento acordó asumiera estas funciones desde el 1 de agosto de 1915, abonándole en ese concepto, 365 pesetas.

En octubre de 1919, atendiendo a la instancia que remitía al alcalde Juan José Alberdi, se le incrementaba el sueldo que, por todos los conceptos, llegaba a las 1000 pesetas anuales y en 1933 se le aumentaba hasta las 1665 pesetas.

Como era frecuente entre los inspectores veterinarios, la magra paga que percibía del Ayuntamiento era complementada con los honorarios que percibía por el ejercicio clínico de la profesión, en los caseríos del término municipal. Por su carácter y procedencia, sintonizaba fácilmente con los agricultores y ganaderos del pueblo, ambiente que prefería al de los vecinos del medio urbano; mantenía una sólida amistad con su compañero el veterinario de Azpeitia, Gaudencio Arregui Ventura, con quien alternaba con cierta frecuencia, comentando los casos clínicos que se les presentaban a ambos; como también era habitual entre los sanitarios municipales, participaba junto al médico y farmacéutico en las comisiones de Sanidad y Beneficencia que periódicamente se reunían en el Ayuntamiento a instancias del Alcalde.

Las consecuencias del Golpe. Pero esta vida plácida de un pueblo rural con pretensiones de industrial, se alteraría bruscamente como ocurriría en todo el Estado, como consecuencia del golpe militar del 18 de julio de 1936, cuando nuestro amigo contaba con 62 años.

En la sesión extraordinaria del Ayuntamiento de Azkoitia celebrada el 11 de diciembre de 1936 [5] , con la presencia del delegado del Gobernador civil general de Guipúzcoa y Vizcaya, se hizo constar: La necesidad de que el Ayuntamiento procediera inmediatamente a la destitución o separación definitiva de sus cargos de los funcionarios municipales, veterinario don José Ucín Balenciaga, matrona titular doña María Salomé Martínez Adrián y alguacil, don Hilario Lasa Landa, cuya conducta o actuación, según informes comprobados, se halla en pugna con el actual Movimiento Salvador de España.

Seguidamente el Ayuntamiento, reconociendo la veracidad de tales extremos y en vista de la Circular del Gobierno Civil de 24 de octubre de 1936 y del Decreto-Ley del Gobierno del Estado de 5 de diciembre de 1936 [6] , dispuso por unanimidad proceder a la inmediata destitución de los expresados funcionarios municipales.

Recurrió nuestro veterinario ante el concejal y Juez Instructor especial del Ayuntamiento, don Alberto Badiola Alberdi, el 24 de enero de 1937, recordando que: En los treinta y seis años que llevaba desempeñando el cargo de Veterinario municipal, cumpliendo bien, fiel y honradamente su labor, jamás se había involucrado en actividades políticas, que como consecuencia de un gran compromiso con un dirigente nacionalista a quien debía un favor personal, atendiendo su solicitud, había votado su candidatura y que en el tiempo que lleva ejerciendo la clínica veterinaria, visitando caseríos, había logrado disfrutar de la confianza de muchos ganaderos como para hablar de cuestiones políticas, si bien nunca lo había hecho porque, entre otras razones, no estaba afiliado a ningún partido.

Contra su descargo, se opusieron los informes del jefe delegado de la Junta Carlista de Azkoitia quien a propósito de Ucín, afirmaba el 25 de enero de 1937 que: Tanto dicho señor como su hijastra con quien vivía, se han significado siempre por sus ideas nacionalistas-separatistas, habiendo sido varias veces presidente de mesa electoral, significándose siempre en las discusiones de la misma, sobre la validez o no de ciertos votantes sospechosos, por su apoyo decidido a la candidatura separatista. Según noticias particulares obtenidas, el citado señor se dedicaba a convencer al elemento casero de la villa a que votasen por la ya citada candidatura separatista.Su hijastra está fugada en la actualidad con los rojos desde la víspera de entrar en esta población las tropas del glorioso Ejército Español.

A la vista del resultado del expediente, el instructor Badiola Alberdi consideraba probada sus simpatías nacionalistas y proponía su definitiva separación que se hacía efectiva con fecha de 1 de febrero de 1937.

Fallecido nuestro protagonista, su hijastro, don Francisco Mª Salegui Alberdi, maestro y secretario en un ayuntamiento navarro, en octubre de 1939 solicitó una revisión del expediente con el objetivo de lograr una ayuda económica para los dos hijos huérfanos del veterinario, en aquel momento bajo su tutela, obteniendo en diciembre del mismo año, por unanimidad, una pensión de orfandad.

Fuentes

ETXANIZ MAKAZAGA, José Manuel. Albéitares y veterinarios en el Valle del Iraurgi. Boletín de la RSBAP, Tomo LIX-2-2003, pp. 527-595, de diciembre de 2003.

Elaboración propia

Autor

José Manuel Etxaniz Makazaga. Doctor en Veterinaria. Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP). Real Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE)

Notas

[1] Archivo Histórico Diocesano de Gipuzkoa (AHDG); P-02046; Libro 18 de Bautizados. Folio 41 vto.
[2] Registro Civil (RC) de Azkoitia.
[3] Archivo Facultad de Veterinaria de Zaragoza (AFVZ). 8º Libro de matrículas, folio 86.
[4] Archivo Municipal de Azkoitia (AMAzk). Bibliorato 1597. Libro de Actas, folio 85.
[5] AMAzk. Bibliorato 2077-02.
[6] BOE nº 51 de 9.12.1936, Dictando reglas para la separación definitiva del servicio de toda clase de empleados