Iglesia de Santa María la Real, reconstruida y ampliada en el s. XVI en estilo gótico-vasco, planta de una nave con bóvedas de crucería complicada y, ábside poligonal, en cuya capilla mayor trabajó el maestro Martín de Igarza; gárgola de la primera mitad del s. XVI. Posteriormente, se le añadieron dos naves laterales, el ornato y un pórtico bellísimo a base de madera que está cuidadosa y originalmente tallada, a base de motivos vegetales, geométricos, grafía y símbolos. El autor de los planos fue Antonio de Anziondo, y Pedro de Aldazábal el carpintero placentino que ejecutó con gubia, formón y escoplo el tallado de la madera, revelando un buen conocimiento del dibujo y de la estética. Las obras se iniciaron en 1666, solicitadas por Domingo de Gárate, mayordomo de obras de la iglesia, como una necesidad para cobijar la portada adovelada, con escultura de la Virgen encima, y a los fieles que acudían a las procesiones. Este hermoso y peculiar atrio, ha sido declarado Monumento Nacional de Euskadi y restaurado recientemente por Ignacio de Miguel, que terminó en 1983 su labor. Poseyó un retablo mayor barroco, sustituido a mediados del s. XVIII por el actual, obra de Ventura Rodríguez; la torre campanario es obra del cantero Juan de Aranceta en 1695. Ermita de Nuestra Señora de Ezozia. Santuario de gran devoción en Soraluze, situado junto al caserío de Ezozia y la casa-torre de Espilla. De origen medieval, se conservan noticias documentales anteriores al s. XVI, sufriendo varias reformas a mediados del s. XVII. La imagen actual de la Virgen data de la segunda mitad del s. XV, aunque la tradición le asigna mayor antigüedad. Se venera tradicionalmente en la romería anual que tiene lugar el domingo siguiente a la festividad de la Asunción. Tuvo su propia cofradía, cuyo libro de actas data de 1734. Policarpo de Larrañaga le dedicó el himno «Ezoziko Ama». Ermita de San Roque. Situada en el barrio de Ezozia, en ella se venera la imagen conocida como «San Roke Txiki». De origen medieval, aparece citada documentalmente a mediados del s. XVI (1545); estuvo bajo la advocación de la Santa Cruz y fue de patronato del solar de Larreategi. Ermita de los Santos Emeterio y Celedonio. Situada en el cerro de San Marcial y junto al caserío de este nombre, antiguamente denominado «Hernizketa». Retablo plateresco de los santos titulares. En la festividad de San Marcial tiene lugar el tradicional reparto de la «caridad», consistente en el asado de una ternera que posteriormente se reparte entre los asistentes, que mojan pedazos de pan en el caldo, llevando el trozo a casa donde se introduce en el guiso familiar. Ermita de San Andrés. Construida por el pueblo soraluzetarra en el lugar de Itxasoeguigoitia en 1588. En 1610 Jerónimo de Larrea realizó el retablo del titular, que doró en 1622 Juan de Arriola. Romería en la primera quincena de julio. Ermita de Santa Agueda; situada en el barrio de Irure, junto al caserío Zabale. Ermita de San Ignacio de Loyola, construida en 1957. Caseríos en el barrio de Ezozia: Mendiola, de orígenes medievales, blasonado (s. XVI); Iribe (s. XVII);Arteaga; Arrieta, Larreategi, solar muy antiguo, origen del importante linaje del nombre; Aldasoro; Espilla (casa-torre, uno de los más antiguos linajes de Guipúzcoa) y Armendia (linaje originario de Soraluze). En el barrio de San Andrés destacan Boscoiti (de gran antigüedad y solar originario de Soraluze); Goenechea (J. C. de Guerra lo denomina Goenaga); Uzkate; Ichasoy o Itsasoegui; Arizaga (linaje originario de Soraluze). En el barrio Txurruka, destaca el caserío Churruca, que le da nombre, solar muy antiguo de linaje originario de Soraluze (s. XVI); Unamuno, tambien solar originario y Agarre. En el barrio de Irure son de reseñar los caseríos Iraola (s. XVI) y Salonaspi (o Salogoen), ambos solares originarios soraluzetarras; Irure, importante solar y linaje, probablemente el más antiguo del municipio y Loiola-etxea, rama del linaje de Loiola de Azpeitia. Casa Consistorial. Obra barroca, de 1722, con planta -no obstante- renacentista; remozada en 1974.