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Sagarra Blez, Juan Bautista

Abogado, periodista y profesor, nacido de padres vascos en Santiago de Cuba el 24 de junio de 1806. Promovió el movimiento intelectual en la isla, preocupándose mucho por mejorar el nivel de instrucción pública aplicando reformas en el oriente cubano.

Comenzó sus estudios en el seminario de San Basilio el Magno de Santiago y después fue al de San Carlos en La Habana. Allí fue discípulo de Luz y Caballero, al que suplió en su cátedra en alguna ocasión. El 22 de marzo de 1826 alcanzó el grado de bachiller en filosofía en la universidad, y el 28 de mayo de 1830 recibió el título de abogado, oficio que apenas ejerció por su vocación por la enseñanza, donde cosechó sus mayores logros.

Fue miembro de la Sociedad Económica de Santiago y se le nombró Protector de los pueblos de San Luis de los Caneyes y San Pablo de Jiganí, donde se reunía la población indígena residual de la isla. En septiembre del mismo año fue nombrado censor público, y en 1834 presidente de la Comisión de Educación de la Sociedad Económica de Santiago; también fue síndico del ayuntamiento de la ciudad. En mayo de 1835 el obispo Cirilo de Alameda y Brea le concedió la cátedra de filosofía en el seminario en el que se educó, el de San Basilio.

La obra literaria de Sagarra también es destacable. Como presidente de la sección de educación de la Sociedad Económica publicó las Memorias hasta 1853, mientras desempeñaba la dirección de la escuela profesional de Santiago. Él conocía las deficiencias de los libros usados en la enseñanza y escribió varios caracterizados por su estilo sencillo y claro y afán didáctico, especialmente hacia la infancia. Era conocido como "el amigo de los niños". El primer libro que publicó fue el Silabario de las niñas, que se editó varias veces, seguido de Miscelánea Infantil, Continuación de la Miscelánea, El Pasatiempo y el Aguinaldo a las niñas. En 1850 escribió Dioscórides o Historia de un Joven Herrero, una obra corta pero muy elogiada por los críticos, por inspirar amor al trabajo y a la instrucción. Después publicó El Padre y el Hijo, que también tuvo muy buenas críticas, y le siguieron. Apuntaciones sobre Moral, y Colección de Voces poco Usadas, como apéndice de la Gramática Castellana, publicada en 1844. También escribió un Curso de Religión. Además hay que añadir Geografía de la Isla de Cuba, un tratado de Geografía Política y varias obras de carácter erudito y biográfico. Dejó sin concluir una historia de Santiago de Cuba que estaba preparando y un libro sobre agrimensura, cátedra que impartía en la Escuela Normal.

Sagarra sólo abandonó Cuba en una ocasión que fue a conocer los Estados Unidos y en otras dos que fue a la península por exigencias de la labor que realizaba en la isla, y en 1836, que tuvo que refugiarse en Jamaica. Murió ciego el 29 de mayo de 1871, dejando el recuerdo de ser una de las personas que más ha trabajado por su tierra natal.