Militarrak

Ruiz de Alda Miqueleiz, Julio

Militar y político navarro. Nacido en Estella en 1897, fallecido en Madrid el 23 de agosto de 1936.

Ingeniero, comandante de aviación y capitán de artillería. Hizo la campaña de Africa desde 1919 a 1924. Construyó las Electras Marroquíes y puso en funcionamiento diversos talleres de construcción aérea. Hombre de férrea voluntad, sostuvo desde muy joven la idea de "nacionalizar" la aviación española partiendo de la necesidad de crear una importante industria aeronaval cuyos cimientos pone entre 1924-1926 en Madrid. En 1926 alcanzó fama mundial por su participación en el vuelo del "Plus Ultra" de Palos a Buenos Aires, en colaboración con Ramón Franco, Durán y otro navarro, el mecánico Rada. La experiencia la contará el mismo año en el libro redactado junto con Franco De Palos al Plata (Madrid, 1926). Participó luego en las experiencias del "Superwahl" y del "Dornier 16" con el mismo comandante Franco.

Al abandonar por estos años la carrera activa, experimenta la fotografía aérea, diversas actividades industriales con la colaboración de los hermanos Ansaldo y, sobre todo, toma parte en política activa desde la caída de la monarquía en 1931. De familia nacionalista, fue socio de la Sociedad de Estudios Vascos y tomó parte en la campaña electoral de junio de ese año sobrevolando Navarra para anunciar la Asamblea de Estella y el Estatuto de este nombre aprobado por los ayuntamientos vascos seguidores del Movimiento de Alcaldes. Su primer acercamiento al movimiento de inspiración fascista fue hacia las JONS en el mismo 1931. Sin embargo, dicho acercamiento no fructifica y su adscripción a J. A. Primo de Rivera se hace ese mismo año definitiva tomando parte, en octubre de 1933, en la fundación de Falange Española que, fusionada, en 1934, a las JONS de Ledesma Ramos, le elegirá como componente del triunvirato -Ledesma, Primo, Ruiz de Alda- que regirá la organización hasta la unificación total del mando.

Fue el creador (noviembre de 1933) del Sindicato Español Universitario, "gracia y levadura de Falange" con el que organizó actos como el asalto del local de la FUE de la Facultad de Medicina de Madrid "rompiendo el encantamiento de aquellos santuarios laicos". Se le atribuye la adopción del nombre Falange y del azul mahón como distintivo de la indumentaria falangista y en su definición de Patria opuso la "unidad de misión en lo universal" a la célebre "unidad de destino" joseantoniana. Según Ximénez de Sandoval, fue el 29 de octubre de 1933 (teatro de la Comedia) cuando "la corazonada genial de Julio Ruiz de Alda, encuentra el nombre de Falange Española para la tropa de vanguardia de la revolución nacional..." Hombre de "oratoria maciza, algo desmañada y premiosa" (Areilza) fue un incansable organizador y brazo derecho de Primo de Rivera. Durante la crisis interna de 1934 en la que J. A. Ansaldo y Ledesma Ramos encabezaban distintas opciones, Ruiz de Alda impuso a Primo como Jefe Supremo en el congreso de octubre, correspondiéndole a sí mismo la Jefatura Nacional en ausencia del líder máximo.

Candidato derrotado en las elecciones de febrero de 1936, le cupo, así como al resto de la Jefatura Nacional de Falange Española, ser sorprendido por el alzamiento militar de 1936 en la cárcel de la que, al igual que José Antonio, no había de salir sino para enfrentarse con el pelotón de fusilamiento, al ser asaltada la cárcel modelo de Madrid el 23 de agosto de 1936. Sobre su pensamiento, Ridruejo llega a decir en sus Memorias que "era más bien un símbolo con pocas disposiciones para la gestión política" (p. 59). En 1930 Ediciones Fe de Barcelona publicó sus Obras Completas. Los capítulos de esta obra son "Revolución Nacional" (47-75), "Tierra" (85-113), "Guerra" (157-196), "Lecciones Nacional-Sindicalistas" (205-262), y "El Aviador" (267-320). Todo esto va precedido de seis páginas con noticias biográficas suyas a cargo de su hermano Pablo Ruiz de Alda. Principales coordenadas del pensamiento falangista en Ruiz de Alda:

1. Hipervalorización de la Unidad Nacional y de épocas imperiales.
2. Destrucción del Estado demoliberal.
3. Concepto de "Antinación" como personificación del oponente.
4. Descrédito de los partidos y del sistema parlamentario.
5. Demagogia obrerista y lirismo filocampesino.
6. Glorificación de la violencia.

Definición de Ruiz de Alda del ideario de Falange:

"Un movimiento exaltado y violento, dirigido a las nuevas generaciones y con un fondo social grande, integrando a trabajadores e intelectuales. Un Movimiento conducido por espíritus convencidos y dispuestos al sacrificio, para que no resulte un simple acto de defensa clasista o de capitalismo cobarde..."

Desprecio de las urnas:

"Por eso desde el primer momento hemos dicho que somos rebeldes y revolucionarios, pues nosotros no podemos concebir que España desaparezca porque unos señores voten una cosa o puedan votar otra".

Desprecio de las elecciones:

"Esta lucha no tiene para nosotros la finalidad de obtener actas de diputados, sino la de combatir, hacernos buenos soldados, endurecernos en la batalla. En suma, para nosotros esta contienda electoral es un gran campo de maniobras donde poder afinar y disciplinar nuestros instrumentos (discurso en el cine Madrid del 19 de mayo de 1935), donde poder formar los cuadros de mando para conseguir nuestro fin, que es la conquista del poder"

(discurso del 2 de febrero de 1936).

"Para nuestra Revolución se necesitan hombres para la lucha, por eso, más que votos pedimos hombres; os decimos que no esperéis nada de partidos y diputados..."

(discurso en Peralta, enero de 1936).

"Falange Española no viene a ganar España por votos, pues nosotros no podemos pedir 300 diputados. Por esto es por lo que no tengo fe en el programa electoral"

(discurso en Laredo, 7 de febrero de 1936).

Justificación de la violencia:

"...es indecente querer narcotizar a un pueblo con el señuelo de las soluciones pacíficas. Ya no hay soluciones pacíficas. La guerra está declarada y ha sido el Gobierno el primero en declararse beligerante" (...) "No somos, pues, nosotros quienes han elegido la violencia. Es la ley de guerra la que la impone"

("No importa" n.° 2, 6 de junio de 1936).

Centralismo: pasa sobre ascuas:

"Pero no somos centralistas. ¿Creéis que vamos a hacer desaparecer la Diputación de Navarra, el órgano oficial modelo de España? No. Y crearemos las confederaciones hidrográficas, como las concibió Lorenzo Pardo. Pero volviendo a lo anterior..."

(discurso en Peralta en enero de 1936).