Noticias medievales. Perteneció Ossés, hasta el s. XVI, a la Merindad navarra de Ultrapuertos. En 1258 la corona navarra estableció cofradía entre Ciza, Baigorri, Dihout, Ossés y Armendaritz. Por carta fechada en Olite el 15 de febrero de 1366 y dirigida a Miguel Sanz de Urssua, castellano de San Juan de Pie de Puerto, Carlos el Malo confirmó a los habitantes de Ossés el derecho de recoger la leña muerta de los bosques que él poseía en esta tierra. Parte de Ossés perteneció a los vizcondes de Baigorry.
Epoca revolucionaria. Al estallar la Revolución se hallaba a la cabeza de la parroquia Michel Durruty. Este sacerdote no sólo prestó el juramento constitucional sino que denunció ante el directorio del distrito al alcalde, Jean Baptiste Bordenave, y a las familias Etchepare de Ahice y Jaureguy, que encabezaban la oposición en el lugar. Al morir este párroco, en 1792, fue nombrado un nuevo afecto a la constitución. Bordenave fue perseguido por Martin Hargain, juez de paz de Ossés, bajo la acusación de fanatismo religioso y antipatriotismo. Llevado de cárcel en cárcel, pidió ser trasladado a Pau, desde donde escribió a sus amigos, sobre todo a los del Estado Mayor del tercer batallón de voluntarios vascos de la Dordoña, acampado en Pikozuri, que lo liberaron en 1793 tras un año de reclusión. Ossés, como tantas otras de nuestras localidades, fue escenario de robos y desórdenes durante la estancia del ejército De Los Pirineos Occidentales. La municipalidad, para detener la ola devastadora que crecía de día en día, formó una patrulla nocturna con la orden de detener a los culpables. El 20 de diciembre de 1795 todos los ciudadanos de 16 a 68 años años del cantón se reunieron para organizar una nueva guardia nacional.
Cantón de Ossés. En 1970, Ossés fue constituido en cabeza de cantón dependiente del distrito de Saint-Palais y compuesto por las comunas de Ossés y Bidarray.
Inventarios de 1906. Con motivo del inventario, el párroco lee una enérgica protesta y se niega a entregar las llaves de la iglesia al perceptor, quien ordena a los soldados que fuercen la puerta. La indignación de la feligresía fue indecible: llora, invocan con los brazos en cruz, se canta el «Credo» y canciones vascas. El periódico «La Semaine» insiste sobre la cólera, mezclada de piedad, de la población.
Segunda Guerra Mundial. Durante la II Guerra Mundial y al establecerse la demarkationslinie que separó en dos zonas, «libre» y «ocupada», el territorio del estado francés en virtud del armisticio del 22 de junio de 1940, Ossés quedó dependiendo directamente de la Werchmaxtch.
Epoca revolucionaria. Al estallar la Revolución se hallaba a la cabeza de la parroquia Michel Durruty. Este sacerdote no sólo prestó el juramento constitucional sino que denunció ante el directorio del distrito al alcalde, Jean Baptiste Bordenave, y a las familias Etchepare de Ahice y Jaureguy, que encabezaban la oposición en el lugar. Al morir este párroco, en 1792, fue nombrado un nuevo afecto a la constitución. Bordenave fue perseguido por Martin Hargain, juez de paz de Ossés, bajo la acusación de fanatismo religioso y antipatriotismo. Llevado de cárcel en cárcel, pidió ser trasladado a Pau, desde donde escribió a sus amigos, sobre todo a los del Estado Mayor del tercer batallón de voluntarios vascos de la Dordoña, acampado en Pikozuri, que lo liberaron en 1793 tras un año de reclusión. Ossés, como tantas otras de nuestras localidades, fue escenario de robos y desórdenes durante la estancia del ejército De Los Pirineos Occidentales. La municipalidad, para detener la ola devastadora que crecía de día en día, formó una patrulla nocturna con la orden de detener a los culpables. El 20 de diciembre de 1795 todos los ciudadanos de 16 a 68 años años del cantón se reunieron para organizar una nueva guardia nacional.
Cantón de Ossés. En 1970, Ossés fue constituido en cabeza de cantón dependiente del distrito de Saint-Palais y compuesto por las comunas de Ossés y Bidarray.
Inventarios de 1906. Con motivo del inventario, el párroco lee una enérgica protesta y se niega a entregar las llaves de la iglesia al perceptor, quien ordena a los soldados que fuercen la puerta. La indignación de la feligresía fue indecible: llora, invocan con los brazos en cruz, se canta el «Credo» y canciones vascas. El periódico «La Semaine» insiste sobre la cólera, mezclada de piedad, de la población.
Segunda Guerra Mundial. Durante la II Guerra Mundial y al establecerse la demarkationslinie que separó en dos zonas, «libre» y «ocupada», el territorio del estado francés en virtud del armisticio del 22 de junio de 1940, Ossés quedó dependiendo directamente de la Werchmaxtch.