Serie de estelas discoidales de Olóriz. Estelas con siluetas antropomorfas, cruces de Malta, decoración lobular, y algunos signos cristianos sobre labras precristianas. Una de las estelas, descritas por Colas, presenta diferentes letras griegas, y en el reverso, una estrella con seis radios curvados. Preside el pueblo la Iglesia parroquial de San Bartolomé. Es una construcción medieval de 1200 influida por lo cisterciense en planta y en alzado. Planta de una sola nave de cuatro tramos con profunda cabecera semicircular. Espacio creado por fuertes arcos fajones apuntados que arrancan de grandes ménsulas de rollo. Cubierta de cañón apuntado y gallonada en la capilla mayor. Bóvedas de cañón con lunetos en las capillas laterales que se construyeron junto con la sacristía durante la reforma del s. XVIII. Restos medievales al exterior. También la portada es de estilo románico con tímpano decorado con crismón. Protege la puerta un pórtico medieval de sillería. En la cabecera, sobre una columnilla del s. XVI, aparece románico-gótica la Virgen del Río, coronada y sedente. Es una talla de estilo gótico popular. En este espacio se encuentra también una talla de San Bartolomé de fines del s. XVI con la policromía rehecha y otra de San Pedro sedente y bendiciendo, procedente de Echano y realizada en el s. XIV en estilo gótico. En la sacristía, se encuentra un interesante conjunto de obras de orfebrería, en el que se incluyen: un par de blandones, cáliz y una cruz de bronce dorada de estilo manierista. Ermita de San Pedro ad Víncula de Echano, en el desolado del nombre. Románica, construida durante el último tercio del s. XII; constituye uno de los ejemplos más significativos del románico rural en Navarra, con influencias del Císter, y con un planteamiento arquitectónico parecido al grupo de expansión constructiva de Loarre y sus variantes navarras de San Jorge de Azuelo, Olleta y Catalain. Edificio de nave única con tres tramos rectangulares y cabecera semicircular; sistema mixto de soportes con una arranque de cúpula sobre trompas que quedó en proyecto. Capiteles rematados por cimacios ajedrezados, con variados e interesantes motivos decorativos, discurriendo sobre la línea de capiteles una imposta ajedrezada. Exterior de sillería con contrafuertes. Las ventanas absidiales, de arcos dobles de medio punto, marcan su rosca externa por una hilera de decoración de bolas que se recoge en imposta ajedrezada, apeando en columnillas sobre basas terminadas en capiteles de vegetación tipo cisterciense. Muy interesante pórtico N., en los pies de la nave, con buena decoración de las arquivoltas. San Pedro de Echano, cuya primitiva advocación parece ser la de Santa María, consta como lugar despoblado desde mediados del s. XV. En 1539 tenía abad propio, propuesto por el señor del lugar, y una familia residente; el abadiazgo se sucedió hasta finales del s. XVIII. Dentro de la arquitectura civil, destaca el palacio de Olóriz, de Cabo de Armería, solar del s. XVI, labrado en sillarejo con dos cuerpos y ático rematado en alero con ménsulas. Diversas casas palacianas de los ss. XVI y XVII. Restos de puente medieval, del que se conservan cuatro pilares cilíndricos. (C. M. N., Olite). En Bariáin, se encuentra la parroquia de Santa Bárbara de estilo protogótico de comienzos del s. XIII, posteriormente restaurada en 1880. En Echagüe, La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, construida de nueva planta en la segunda mitad del s. XVIII. La primitiva parroquia de la localidad, al parecer de estilo románico, fue la ermita de Santa Bárbara que en el s. XVIII, por hallarse en estado ruinoso la anterior, se rehace como ermita. En el desolado de Arrázubi, se conserva la ermita de Nuestra Señora de Arrázubi que es una construcción protogótica de finales del s. XII. En Eristain, la iglesia de Santa María, construcción protogótica de los últimos años del s. XII. Retablo barroco en el prebisterio. En el señorío de Lepuzain, sólo se conserva la iglesia y restos de lo que fue el palacio. La parroquia de San Pedro medieval de hacia 1200 con reformas posteriores. Un retablo plateresco fue encargado a Juan de Eguílaz, pero hoy se desconoce el paradero.