Militarrak

Nalda Zabalo, Ricardo

Militar, diplomático y agente de espionaje bilbaíno. Nacido en 1915 en el seno de una familia de profundas raíces liberales y republicanas. Fallece en Bilbao en 1999.

Estudiaba 2º de Profesorado Mercantil cuando estalló la Guerra Civil. Por aquellas fechas era delegado de la Federación Universitaria de Estudiantes, pero no militaba en partido político alguno. Tras un período de voluntario en el frente, ingresó en la Academia de Oficiales de Deusto, egresando en marzo de 1937 con el número 7 de su promoción. Fue destinado como teniente de Estado Mayor en la VIII Brigada Mixta, con la que combatió hasta su captura por tropas italianas en el palacio de la Magdalena (Santander), el 26 de agosto de 1937. Tras una petición fiscal de cadena perpetua, cumplió cuatro años de condena en las prisiones de Santoña, El Dueso, Puerto de Santa María y Valladolid. Durante su estancia en la cárcel ingresó en Eusko Naya a través de Ramón Urrutia y Juan Manuel Epalza y se inició en tareas de clandestinidad desde su destino en la oficina penitenciaria de censura postal.

En 1941 fue excarcelado y, de acuerdo con Eusko Naya, ingresó en la Legión para realizar su pendiente servicio militar. Desde el II Tercio, en Dar Riffien, facilitó informaciones a los servicios de información vascos sobre el despliegue militar español en el norte de África, datos muy necesarios para la planificación de la Operación Antorcha (el desembarco aliado en el África Francesa de noviembre de 1942). También falsificó documentación militar para acreditar a los agentes vascos en la clandestinidad. Licenciado de la Legión, cruzó ilegalmente la frontera francesa el día de Reyes de 1945. Se enroló en el Batallón Gernika como sargento y el día 14 de abril, durante el ataque a las fortificaciones alemanas de la Pointe-de-Grave, una bala trazadora le amputó parcialmente los dedos de una mano. Por su valerosa actuación en estos combates obtuvo la Medalla Militar individual francesa.

Tras su convalecencia, trabajó en la delegación del Gobierno Vasco en Bayona, en labores de información y de ayuda al refugiado. En otoño de 1948 el lehendakari Aguirre y José María Michelena le convocaron a una reunión en París. Allí le pidieron que efectuase labores de información en Hungría al servicio de los Estados Unidos. Él aceptó, confiando en el criterio de Michelena y debido a su compromiso personal con el pueblo vasco. Tras recibir un curso en técnicas de espionaje de la CIA, se trasladó a Hungría bajo la cobertura de "agregado cultural de la República" en Budapest, lo que suponía la máxima autoridad diplomática española, pues el puesto de embajador estaba vacante. Efectuó labores de información de 1948 a 1950, año en que, ante la sospecha de que el contraespionaje húngaro o el PCE habían detectado su misión, retornó a Francia. Inmediatamente Michelena le pidió que efectuase labores similares en Belgrado. Comenzó a desarrollar estas funciones, pero en 1951 decidió que

"teniendo por honor el timbre de rojo-separatista. no podía efectuar una labor hostil al pueblo serbio".

En París, tras algunas tensas reuniones con Michelena y su contacto en la CIA, un agente de origen cubano, decidió abandonar las tareas clandestinas. Deseando volver a Euskadi con su mujer y su hijo, inició conversaciones con los comisarios Sesé y Manzanas para obtener seguridades de que no sería detenido, medida que demandaba el también comisario Del Carmen. En 1954 logró retornar a Bilbao con su familia, donde desarrolló una existencia más convencional hasta su fallecimiento.