Udalak

MUNGIA

Batalla de Mungia. En el año 1471 tuvo lugar cerca de Mungia una batalla entre tropas del conde de Haro, que intentaba dominar el Señorío, y del conde de Treviño, secundado éste por numerosos hombres de armas vizcaínos, entre los que destacaban Juan Alonso de Muxica y Pedro de Abendaño. Discrepan los cronistas sobre la fecha exacta de la contienda; Valera y Zurita consignan el año 1471, mientras que Alonso de Palencia la data en mayo de 1471 y Garibay el 27 de abril de 1470. Poco antes el conde de Haro había irrumpido en el País Vasco tomando Vitoria e intentando tomar Villarreal de Alava, donde el jefe gamboíno Pedro de Abendaño tenía una magnífica fortaleza. Acudieron en defensa de Villarreal tropas vizcaínas, así como el conde de Treviño, Pedro Manrique de Lara, obligando la resistencia vasca al conde de Haro a pactar una tregua. Las tropas del de Haro habían ocupado también Valmaseda y desde allí la condesa de Haro pretendió acercarse a Bilbao, tomando la ruta del Cadagua. Pero le impidieron el avance las torres y casas fuertes existentes a lo largo de la ruta, ayudadas por vizcaínos que acudieron a cortar esta vía de penetración. Mientras, el rey Enrique IV de Castilla se había situado en Burgos con algunas tropas, pero lejos de impedir la lucha, parece que tenía interés en que el conde de Haro ocupara el País Vasco, pese a ser el monarca también señor de Vizcaya y tener, por lo tanto, la obligación de amparar al Señorío. No existen noticias de la ruta seguida por las tropas del conde de Haro para llegar desde Alava hasta las cercanías de Mungia, pero unas veinticuatro horas antes de la batalla, los invasores castellanos atacaron la casa-torre de Juan Alonso de Muxica, ubicada quizá donde actualmente se yergue el castillo de Butron. Muxica, conocedor de la proximidad del enemigo, solicitó ayuda al conde de Treviño, que a la sazón parece que se encontraba al norte de Bilbao, a unos veinte kilómetros del lugar del ataque. El de Treviño no llegó a tiempo, pero los defensores de la casa-torre rechazaron al enemigo, causándole grave daño, viéndose obligado el conde de Haro a replegarse y reconcentrar sus tropas. Antes de la batalla de Mungia las tropas castellanas tenían mucha más caballería que las vascas y con el conde de Haro se encontraban sus hermanos, Luis y Sancho, el conde de Salinas, Diego Pérez Sarmiento, Alvaro de Cartagena y otros caballeros castellanos. Llegó el conde de Treviño con las tropas vascas al escenario del combate e inmediatamente arremetieron sus infantes contra la caballería invasora, con tal ímpetu que desbarataron los escuadrones castellanos y causaron muchas bajas: la batalla de Mungia estaba decidida a favor de los vascos. Numerosos invasores quedaron sin vida en las proximidades de Mungia, entre ellos Alvaro de Cartagena, quedando también buen número de castellanos prisioneros. Según Garibay, después de la batalla de Mungia, Enrique IV se dirigió a Orduña y ordenó a los dos condes que salieran de Guipúzcoa y Vizcaya, e intentó reconciliarlos. [Ref. Aralar: «La V. de M. y la reconciliación de O. y G.» ed. «Ekin» n.° 35, Buenos Aires, 1949].